domingo, 18 de junio de 2023

EL AUTISMO, LOS GOLPES EN LA CABEZA Y OTROS COMPORTAMIENTOS AUTODESTRUCTIVOS.


 Un estudio reciente  establece que, hasta un 30 por ciento de los niños con Trastorno del Espectro Autista  (TEA) ,tienen ciertos comportamientos autolesionantes, como producirse golpes en la cabeza o  rascarse la piel.

Para los niños con autismo,  golpearse la cabeza es  una manera de autocalmarse y comunicar sus necesidades como conscuencia de un estado de ansiedad.

La necesidad de tranquilizarse de esta manera puede ser por algunos de estos motivos:

* Dolor físico
*Buscando atención.
* Cuestiones de  procesamiento sensorial
* Intentando comunicar.

Minzhavi señala que los golpes en la cabeza pueden ser episódicos y desencadenados por los mismos  estímulos o parecer  que empiezan de la nada. Monitorizar al niño  y tomar nota de lo que sucedió justo antes de producirse los golpes en la cabeza, puede ayudar a identificar los desencadenantes.

También hay algunos aspectos fisiológicos del autismo y el dolor autoinflingido. El Dr. Stephen  M. Edelson  tiene algunas teorias del autismo y los golpes en la cabeza.  Sugirió razones fisiológicas por las que los niños con autismo se golpean la cabeza, incluyendo factores bioquímicos y genéticos. Explica que  la investigación ha encontrado  que los niveles de  neurotransmisores pueden tener una relación con el  headbanging  y otros comportamientos autolesionantes.

Edelson escribe " Las beto-endorginas son sustancias endógenas similares a los opiáceos en el cerebro, y la autolesión puede aumentar la producción o liberación  de endorfinas. Como resultado, la persona experimenta  un efecto similar a la  anestesia  y, ostensiblemente, no siente nigún dolor mientras se involucra en el  comportamiento.  Además, la liberación de  endorfinas puede proporcionar a la persona  una sensación de euforia".

Es  importante determianr por que una persona con necesidades especiales se inflinge daños antes de poder remediarlo. En primer lugar debe asegurarse de que esta persona no tenga ningún otro problema médico  que lo lleve a inflingirse daños. Las infecciones del oido, las dolencias estomacales y otros dolores del cuerpo también pueden ser los desencadenantes.

Fuente de consulta:

Katherine G. Hobbs
Investigadora y periodista de la revista  Autism Parenting, dedicada  a dar a conocer los recursos a las familias afectadas por el Trastorno del Espectro Autista (TEA).

Reside en Florida, donde enseña a niños de preescolar y primaria de todas las capacidades.




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