miércoles, 25 de agosto de 2021

LA IGLESIA DE SANT ROMÀ, SUMERGIDA BAJO LAS AGUAS DEL PANTANO DE SAU DESDE EL AÑO 1962.


 




Los restos del municipio de Sant Romà, sumergidos en el fondo del pantano de Sau, son visibles, especialmente el campanario de la iglesia romànica del siglo XI, cuando el nivel de las aguas es bajo.


El Pantano de Sau, es un embalse  perteneciente al río Ter, y originado por una presa situada en el municipio de Vilanova de Sau, situado al pie de la serralada de Les Guilleries, y se extiende por los términos municipales de Vilanova de Sau, les Masies de Roda, Tavertet y l'Esquirol, en la comarca de Osona, provincia de Barcelona.

La iglesia es de estilo románico lombardo, y data del año 1062.  Está formada por una sola nave  y tiene adosada un campanario de planta cuadrada, de tres pisos de altura con cubierta a cuatro aguas, y ventanas geminadas  en el segundo piso, y arcos de medio punto en el tercero. El pantano se construyó 900 años después, en 1962, y desde entonces está sumergida bajo sus aguas, que, cuando sus niveles son bajos, deja al descubierto aquella contrucción y el resto del que había sido   el municipio de Sant Romà. 

Actualmente la nave de la iglesia está muy deteriorada, mientras que el campanario se ha convertido en un testimonio de excepción del nivel de las aguas.

Cuando el nivel de las aguas es bajo y quedan al descubierto la iglesia y los restos del municipio, son muchas las personas que acuden al lugar para recorrer aquellos  emblemáticos espacios que habitualmente están sumergidos en las profundidades del pantano.


martes, 24 de agosto de 2021

LAS VÍAS VERDES, AUTÉNTICOS SENDEROS EN LA NATURALEZA.


 Las Vías Verdes, son  espacios por donde transcurrían antiguas vías de ferrocarril en desuso, y que han sido  rehabilitados  como rutas para practicar  el senderimso y  el cicloturismo.







Las llamadas Vías Verdes, son antiguos trazados de ferrocarril en desuso, habiéndose  reconvertido aquellos espacios en senderos  perfectamente adecuados para la práctica del senderismo y del cicloturismo, en plena naturaleza.

Son caminos de fácil acceso y muy cómodos de recorrer para todas las personas, con independencia de su edad o condición física, atendido que por estos lugares no circulan vehículos motorizados y porque estos trazados atraviesan  majestuosos paisajes naturales al tiempo que nos aproximan a toda la riqueza cultural de sus entornos.

MÁS DE 2.900 KILÓMETROS DE RUTAS.

En España  existen ciento veinte Vías Verdes, que totalizan algo más de 2.900 kilómetros de senderos en la naturaleza. Están repartidas en todo el país, con excepción de las Islas Canarias. 

Los recorridos son muy llanos y de trazados suaves, con desniveles siempre inferiores al 3% y curvas muy amplias, que garantizan una accesibilidad  universal, por lo que no importa la edad ni la forma física y la movilidad o cualquier forma de discapacidad, atendido que no supone ningún tipo de limitación.

UN RICO PATRIMONIO FERROVIARIO

Paralelamente a todo ello, existen más de un centenar de estaciones recuperadas para prestar nuevos servicios a las personas que recorran esto senderos, como pequeños hoteles con encanto, albergues, restaurantes, cafés, museos del ferrocarril o de la naturaleza, puntos de información turística o de alquiler de bicicletas. Y a esta riqueza del patrimonio ferroviario deben añadírsele los túneles, viaductos y puentes, por lo que, el trayecto a pie o en bicicleta por las Vías Verdes no deja de convertirse en una mágica e inolvidable experiencia para guardar en el más grato de los recuerdos



domingo, 22 de agosto de 2021

EL MUSEO DE LA BATALLA DEL EBRO, EN FAYÓN ( ZARAGOZA)





Las personas interesadas, puden visitar el Museo de la Batalla del Ebro en la localidad zaragozana de Fayón, que constituye un amplio centro museístico  que recoge los principales episodios históricos de la Batalla del Ebro, constituyendo  una interesantísima referencia de los museos militares y, concretamente, de la Guerra Civil española.

Está situado  en el Polígono Industrial Vintem, a escasa distancia  de la Plaza Mayor del municipio, y constutuye  uno de los museos  más amplios y con mayor cantidad de material bélico de aquella zona.

Los horarios de visita son: De lunes a viernes, de 18:00 horas a 20:00 horas.  Sábados, domingos y festivos: de 11:00 horas a 14:00 horas, y de 18:00 horas a 20:00 horas.

El Museo recoge todo aquello relativo con la contienda que tuvo lugar en Fayón en el transcurso de la Guerra Civil española. Situado  en una amplia nave  de más de 1000 metros cuadrados de superficie, está dividida en tres zonas completamente diferencidas: El Centro de Documentación y Archivos, el Centro de Interpretación y la Exposición Permanente,  con un amplio abanico  de material de la Guerra Civil española, desde uniformes y ropa, armamento, vehículos militares y un amplio e interesantísimo archivo fotográfico. 

Su origen deriva de dos vecinos del municipio , José Payás Miquel Ferragut , que desde hacía muchos años venían coleccionando todo aquello referido a la batalla que tuvo lugar en Fayón  en verano de 1938, y tuvieron la iniciativa de reunirse con el alcalde con la finalidad de crear una exposición temporal sobre la batalla, y que finalmente  derivó en este Museo Permanente  debido a que la aceptación fue  muy buena desde los inicios.

LA BATALLA DE FAYÓN

La batalla de Fayón  comenzó en la madrugada del día 25 de julio de 1938, cuando la avanzadilla de la 42 División Republicana atravesaba el río Ebro. En horas posteriores  se fueron añadiendo más pasos, todos ellos bajando el río y ya en zona catalana.

Fue la última batalla de la Guerra Civil española en tierras aragonesas, dejando en el corto espacio de trece días un considerable número de bajas en ambos bandos.

Los soldados republicanos lucharon con enorme valentía, reconocido incluso por los mandos nacionales. Estos últimos lanzaron  la contraofensiva, y la superioridad numérica de fuerzas y de materiales, obligaron a la 42 División Republicana a volver a repasar el río, sufriendo más de un 60 por ciento de bajas en sus efectivos.





 

sábado, 7 de agosto de 2021

EXVOTOS, LA MATERIALIZACIÓN DE LA FE EN LA CULTURA POPULAR.


 Exvotos en el santuario de la Virgen del Monte, en Bolaños de Calatrava (Ciudad Real)

La palabra exvoto proviene del latín " ex voto", que significa " proveniente de un voto", es decir, algo que se promete realizar al cumplirse o recibirse un favor.

Los exvotos han estado presentes en todas las culturas, y toman diferentes formas dependiendo las características religiosas de cada una de ellas. En el cristianismo , se suelen ofrecer a Jesucristo, a la Virgen o algún santo.

La práctica  de depositar los exvotos en los recintos religiosos, se extendió por Europa y llegó a España en el siglo XIX.

En el catolicismo  el exvoto pasó a ser una ofrenda  dejada por los fieles que habían recibido un don o curación  como ofrenda y recuerdo. Pueden verse en lugares de peregrinación , apoyados sobre las paredes o colgados del techo objetos tales como muletas, ropa, ruedas de automóviles y todo tipo de objetos que representen  al hecho desafortunado del que se habían recuperado, por lo que no sólo poseen un valor religioso dado por los creyentes que motivaron su realización, sino que son piezas culturales e históricas que exteriorizan las expresiones artísticas populares y de la historia, organización y creencias de una sociedad.

Clara Bargellini Cioni, investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, explica "que los exvotos representan un intercambio entre lo terrenal y lo sagrado, y no sólo representan gratitud por un hecho único y singular; también buscan fortalecer  la relación y comunicación  entre lo humano y lo divino, de manera que se extiende en eficacia  y duración en el tiempo, así como difundir la importancia de esa relación  entre los que lleguen a conocer sus beneficios".

Es decir, que la función del exvoto, más allá de cumplir una promesa y un  agradecimiento, fortalece y difunde los sentimientos religiosos.

martes, 3 de agosto de 2021

CUESTIONADA LA SALUD MENTAL DE MOSÉN JACINTO VERDAGUER, EN LOS ÚLTIMOS AÑOS DE SU VIDA.


 Mosén Jacinto Verdaguer

Mosén Jacinto Verdaguer, nacido en Folgueroles (Barcelona) en 1845, fue  sacerdote, poeta y figura destacadísima de la " Renaixença" y glorioso del romanticismo.

En los últimos años de su vida, fue cuestionada su salud mental, como lo prueba un dictamen que firmaron once alienistas de más prestigio de aquella época, entre ellos el Dr. Joan Giné i Partagás, decano de la Facultad de Medicina y director del Manicomio Nova Betlem; Dr. Rafael Rodríguez Méndez, catedrático y antiguo director del Manicomio de Sant Boi de Llobregat; Dr. Ignasi Valentí i Vivó, catedrático de Medicina Legal y Dr. Artur Galcerán, director del Institut Mental Pere Mata, de Reus y primer presidente de la Societat Catalana de Psiquiatria, etc.

Este dictamen apareció publicado en la revista " La Independencia Médica" el día 31 de octubre de 1895, y empezaba en estos términos: "Don Jacinto Verdaguer (...) se ha presentado en compañía de varias personas de nuestra amistad y trato, a cada uno de nosotros particularmente y a todos congregados en junta facultativa, solicitando que, previo examen de sus facultades mentales emitiéramos y consignáramos  nuestra opinión acerca de la integridad de su mente, puesta en tela de juicio y aún negada, declaran haber detectado en la exploración clínica la presencia de un antiguo foco pulmonar tuberculoso en la zona apical del pulmón derecho" y concluyen:

1º Psíquicamente el Rdo. D. Jacinto Verdaguer es evidente, para los firmantes, que su inteligencia funciona con cabal integridad. Que en punto facultades éticas y morales, a la par que atesora  elevadísimos sentimientos altruistas, es muy emocionable, y sobre todo posee escasas energías.

2º  Que no se advierte  en su mente indicio alguno frenopático".

Desde la incomprensión, la situación era vista radicalmente diferente. El ejemplo lo tenemos  en el artículo que el 7 de setiembre de 1895, el médico Pere Manaut i Taberner publicó en "El Noticiero Universal": "Una opinión en el pleito de Mosén Jacinto Verdaguer. Reclúyasele  en una Casa de curación  debidamente apropiada , pues el principal remedio terapéutico es el aislamiento, y déjese que las duchas, el bromuro  y el cloral arreglen su estado frenopático, en vez de soplar la hoguera  que bulle en su cerebro".

El Pare Miquel d'Esplugues calificó el hecho " de pleito malísimo, desfocado, exorbitante  de una parte y de otra, puesto que ni en resistir  había para tanto, ni había para tanto de insistir". Y Alzina  Melis  habla de "la ceguera  de sus amigos que no supieron comprenderle, y quien más  convenía que lo comprendieran, el obispo, fue el más ciego."

Y el leonés Antolín López Peláez, arzobispo de Tarragona, lamentaba que " siempre será una vergüenza para los superiores de Verdaguer  el que no supieran tratarle  con amor y con el cariño que se merecía".

En febrero de 1898 Mosén Jacinto Verdaguer fue rehabilitado para celebrar misa gracias a las gestiones del Dr. Cos, Arzobispo de Madrid-Alcalá y de los agostinos de El Escorial.

Los últimos días de su vida, presentaba una gran debilidad, empeorando bruscamente el día 5 de junio y finalmente, el día 10 de junio de 1902 fallecía a las 18:00 horas. El acto del sepelio constituyó una gran manifestación de duelo.