El día 7 de abril marca el aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 1948, cuando después de finalizar la Segunda Guerra Mundial, los países de todo el mundo se unieron y fundaron la Organización Mundial de la Salud (OMS) para "promocionar la salud, mantener el mundo seguro y servir a los vulnerables, para que todos y en todas partes, puedan alcanzar el más alto nivel de salud y bienestar".
LOS METALES PESADOS EN LOS ALIMENTOS.
En este señalado día es necesario recordar que existen metales pesados que son esenciales para las personas, como es el caso del hierro, el cobalto, el magnesio, el zinc y otros, que el cuerpo humano necesita para garantizar el perfecto funcionamiento del día a día, y adquiriendo las dosis adecuadas pueden ser seguros para todo ser vivo, pero también existen algunos metales pesados, en alimentos, donde pequeñas cantidades ingeridas pueden resultar altamente tóxicas para el organismo y causar complicaciones, desde una enfermedad o hasta producir la muerte.
Los metales pesados son elementos químicos que presentan propiedades metálicas y que generalmente tienen un alto peso atómico, densidades que pueden registrar desde los 4g/cm3 y la mayoría de ellos poseen características tóxicas para cualquier ser vivo.
Se pueden encontrar metales pesados de forma natural en los alimentos en concentraciones que generalmente no son perjudiciales, o también estos pueden encontrarse a través de contaminantes por medio de diferentes fuentes como puede ser el agua, el suelo, y el ambiente como consecuencia de la actividad agrícola, emisiones industriales al medio ambiente, contaminación cruzada en el procesamiento de los productos e incluso en el empaque donde se envasan los alimentos, que puede resultar también una fuente de contaminación hacia el producto final.
COMUNES EN ALIMENTOS.
Entre los metales pesados con mayor toxicidad, y comúnmente evaluados en alimentos, se pueden encontrar el plomo, el arsénico, el cadmio y el mercurio. Este tipo de metales son muy comunes en alimentos como pescados, crustáceos, moluscos, cereales, hortalizas, frutas, productos enlatados o productos lácteos.
ALIMENTOS EN LOS QUE PUEDEN ENCONTRARSE METALES PESADOS.
En frutas y hortalizas, los análisis de metales pesados comunes se refieren a la contaminación por plomo, cadmio y mercurio, debido a la contaminación del suelo o por actividades agrícolas.
El maíz es uno de los alimentos que pueden contener más alto nivel de mercurio después de los mariscos.
El trigo es uno de los cereales más limpios, si bien los aditivos usados para elaborar harinas pueden contener aluminio, y el aluminio se ha relacionado con varios tipos de cáncer y alzhéimer.
El arroz puede estar contaminado con arsénico, que es uno de los metales más peligrosos para la salud, y que está relacionado con varios tipos de cáncer, problemas cardíacos y deficiencias del sistema inmunitario.
En la leche y sus derivados, con nivel de plomo que se almacena en la grasa de la leche. Existen también otros contaminantes que pueden estar presentes en la leche, como por ejemplo antibióticos, plaguicidas y otras toxinas acumuladas en el organismo del animal que la produce.
En el vino se considera que los controles analíticos son necesarios para asegurar que las uvas y los vinos que llegan al mercado, lo hacen con toda seguridad, atendido que en el vino se pueden encontrar metales pesados como el cadmio, el plomo, el arsénico o el mercurio.
En pescados y mariscos su principal fuente de intoxicación es el mercurio. El mercurio también se encuentra de manera natural en el agua pero también por contaminación industrial.
En las carnes el nivel de plomo suelen estar presentes en las zonas con más grasa. Los animales también acumulan los contaminantes presentes en los piensos y alimentación animal, que suelen llevar cadmio, mercurio y aluminio.
FUENTES DE INFORMACIÓN
Metales pesados-alimentos-importancia. 4 de julio de 2022.
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