Basílica y montañas de Montserrat.
Himmler, estrechando la mano del joven Padre Ripoll, a su llegada a Montserrat.
El periódico barcelonés "La Vanguardia Española", se hizo eco, en la portada de su edición del día 24 de octubre de 1940, de la llegada de Heinrich Himmler a Barcelona, para dirigirse a Mantserrat en busca del ºSanto Grial.
La Deutsches Ahnenerbe , o " Sociedad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral Alemana", fue una organizacion integrada en las SS como sección antropológica y arqueológica que investigó los orígenes misteriosos de la "raza aria".
Liderada por el "reichführer" Heinrich Himmler, y dirigida por el coronel Wolfran von Siervers, convirtió el castillo de Wewelsburg, en Westfalia, en su cuartel general y destino de las reliquias que recogía por todo el mundo.
De entre los " objetos de poder " que buscó la Ahnenerbe, la pieza más codiciada por la sección ocultista de las SS era el Santo Grial, que utilizó Jesús en su última Cena, y que recogió su sangre cuando moría crucificado. Se supone que José de Arimatea lo llevó a Europa, y que los cátaros fueron los últimos en guardarlo en el Languedoc francés. Allí, en las ruinas de Montsegur, lo buscó infroctuosamente uno de los miembros más destacados de la Ahnenerbe, el ocultista Otto Rahn. Tras el fracaso de este gurú del esoterismo nazi, Himmler visitó el monasterio de Montserrat, y preguntó por el Cáliz. Quiso también visitar los pasadizos subterráneos de la montaña, pero el Padre Ripoll, que hizo de anfitrión, no lo permitió.
Miguel G. Aracil cuenta en "Himmler en Montserrat: en busca del Grial", que el lider de las SS exigió ver todos los documentos del monasterio que estuviesen relacionados con el Cáliz. Ante la negativa del Padre Ripoll, Himmler gritó " ¡ Todo el mundo en Alemania sabe que el Grial está en Montserrat ! ".
Cuenta también Aracil que el "reichfürer" se negó a besar la imagen de la Virgen negra de Montserrat, " la Moreneta", y demostró su ignorancia cuando " mientras visitaban el museo del monasterio, al ver los restos de un hombre íbero de grandes dimensiones, aventuró de que se trataba sin duda de un guerrero nórdico . Cuando el Padre Ripoll le explicó que era un íbero, no un nórdico, el nazi aseguró que los íberos eran oriundos del norte de Europa". (1)
UNA FECHA HISTÓRICA
El 23 de octubre de 1949, Hitler se entrevistó con el general Francisco Franco, en Hendaya, con el objetivo de conseguir comprometer la intervención española en la Segunda Guerra Mundial, que no consiguió.
Simultáneamente, unos días antes, Himmler se encontraba en Madrid para concretar las condiciones de aquella reunión, y seguidamente se dirigió a Barcelona, donde fue recibido, en el aeropuerto del Prat, por el alcalde Miguel Mateu Pla.
Las calles de Barcelona se cubrieron de banderas nazis para recibirlo, y después de almorzar en el lujoso hotel Ritz, se asomó en el balcón de su suite para saludar a la multitud, que entre vítores y aplausos se agolpaba en la Gran Vía, para dirigirse seguidamente a la abadía de Montserrat.
Los detalles de este viaje se conocen gracias al testimonio del Padre Andreu Ripoll Noble, que 72 años más tarde lo recordó desde la residencia geriátrica de Barcelona, donde se encontraba.
Explicó que los monges de Montserrat no deseaban entrar en contacto con los nazis, y ni el abad Antoni María Marcet ni su colaborador, Aureli María Escarré, no quisieron estar presentes a la llegada de Himmler, y designaron que en el protocolo de bienvenida estuviera a cargo del joven Andreu Ripoll, que además sabía hablar perfectamente alemán.
Después de la visita, sin que Himmler pudiera encontrar ninguna prueba de la presencia del Santo Grial en este lugar, y ser objeto del frío trato recibido por parte de la comunidad religiosa, la circunstancia no pasó inadvertida por Franco, que les " llamó al orden" por considerar que Himmmler era una de las personas más importantes del Tercer Reich, y consecuentemente debía ser tratado con más consideración.
(1) ABC. Edición 11 de junio de 2012.
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