Antoni Gaudí i Cornet
Fotografía tomada el 11 de junio de 1926 en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, de Barcelona, en que se puede apreciar en la región hipogástrica (ombligo) del cadáver de Antoni Gaudí, un mandil masónico que se colocaban los maestros constructores durante la Edad Media. La costumbre de cubrir o proteger simbólicamente esta región corporal, era común entre distintas civilizaciones y culturas.
Dos imágenes de la multudinaria manifestación de duelo en el sepelio de Antoni Gaudí.
La tumba donde reposan los restos de Antoni Gaudí, en la cripta de la basílica de la Sagrada Familia, de Barcelona.
El día 10 de junio de 1926 fallecía el arquitecto Antoni Gaudí i Cornet, en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, de Barcelona, a consecuencia de las heridas sufridas al ser atropellado por un tranvía tres días antes, en el cruce de las calles de la Gran Vía de les Corts Catalanes y Bailèn, cuando acudía, como tenía por costumbre cada día, a la visita vespertina en la iglesia de Sant Felip Neri.
Un tranvía de la línea 30, que cubría el trayecto de l'Arc de Triomf a la Plaça de Catalunya, lo embistió, quedando tendido en la calzada sin que nadie le prestara auxilio, al no reconocerle y confundirle como a un mendigo. Tenía 73 años de edad.
El entierro se prolongó un día más de lo previsto, con la finalidad de obtener los permisos de la Santa sede y del gobierno español, para poder ser sepultado en la cripta de la basílica de la Sagrada Familia.
El acto del sepelio, el 12 de junio de 1926, del que en el día de hoy se cumple el 91 aniversario, constituyó una numerosa manifestación de duelo con un enorme gentío que llenaba los espacios del recorrido fúnebre por las calles de Barcelona, a pesar de que sus obras no habían sido todavía suficientemente reconocidas en aquella fecha, cuando ciertamente el reconocimiento internacional se hizo patente años después de su fallecimiento,
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