lunes, 13 de agosto de 2018

IMPORTANCIA DE LA COMUNIDAD JUDÍA ESTABLECIDA EN BARCELONA A PARTIR DEL SIGLO X.







Se deconoce con exactitud la llegada de los pimeros judíos a la ciudad de Barcelona, atendido que es  a partir del siglo X cuando  se empieza a disponer de información referida a su presencia.

En sus primeros tiempos se instalaron  en una de las laderas de la montaña de Montjuic y en las proximidades de Magoria, donde actualmente está el edificio La Campana, en la oficina de Tráfico, si bien estos lugares estaban alejados del centro de la ciudad. Posteriormente se fueron instalando  en el interior de los muros de la ciudad, que conocemos por Barrio Gótico.

El Call era el nombre utilizado para designar el barrio judío, que significa callejón o calle estrecha, pero que posteriormente se utilizó para referirse a todo el barrio. 

En sus inicios el Call no era un barrio de exclusión. Era el sector de la ciudad de Barcelona donde los judíos se juntaron  para vivir y practicar sus costumbres sociales y religiosas en comunidad. Su relación con la población cristiana fue siempre  de total armonía.

En el siglo XI la comunidad judía barcelonesa contaba con más de cuatro mil personas, y en siglo XV ya superaba los cinco mil, que suponía algo más del quince por ciento  de la población total de la Ciudad Condal.

Con anterioridad a la desaparición del barrio, después del asalto al Call en el siglo XIV, llegaron a existir hasta cinco sinagogas.

En la calle de Banys Nous, del barrio Gótico, habían unos baños judíos construídos en el año 1160, debidamente autorizados por el Conde de Barcelona, Ramón Berenguer.

Inicialmente, los judios establecidos en Barcelona eran productores de vino. Cultivaban las viñas en las laderas de la montaña de Montjuic. Era un vino de gran calidad  y muy apreciado por las clases altas de la sociedad barcelonesa.

Los judíos barceloneses utilizaban el término Sefarad para referirse a la península ibérica. De ahí que cuando se decía "judíos sefardies", se referían a los judíos establecidos en la Península Ibérica.

En el siglo XIII se celebró el Concilio de Letrán, en Roma. Se dictaron numerosas  disposiciones en contra de los judíos, pero en Barcelona apenas se pusieron en práctica hasta mucho tiempo después.

Fue el Papa Gregorio X quien avisó , en 1275 al rey Jaume I, que debía de adoptar las medidas que se firmaron el aquel concilio. El rey  les otorgó un privilegio, consistente en ser los únicos autorizados a acuñar moneda de oro en Barcelona.

Los judíos establecidos en Barcelona diversificaron mucho sus actividades. Fueron prestamistas, comerciantes, médicos, etc. Los médicos estaban considerados muy buenos, y tenían conocimientos muy avanzados en aquella época.

No hay comentarios:

Publicar un comentario