RECORDANDO LA TRÁGICA RIADA DEL VALLÈS OCCIDENTAL, EN SU 59 ANIVERSARIO.

Monumento   en Rubí, con una placa conmemorativa que traducida del catalán dice " La solidaridad de toda España dejó esta memoria a las víctimas de la riada del 25 de septiembre de 1962"

Monumento a las víctimas. Escultura de Ferrán Bach i Esteve, en el cementerio de Terrassa.

El día 25 de septiembre de 1962, después de una larga temporada de sequía, se produjo en la comarca del Vallès Occidental, una catástrofe hidrológica originada por las fuertes precipitaciones de lluvia -- 212 litros por metro cuadrado -- que debordaron los ríos Llobregat y Besós y sus afluentes de las partes más bajas, provocando una avenida torrencial de agua que causó más de 700 víctimas y cuantiosas pérdidas materiales.

Si bien las lluvias se desencadenaron  principalmente en la comarca del Vallès Occidental, también resultaron de carácter considerable en las comarcas del Vallès Oriental, Baix Llobregat y Maresme.

Unos cauces prácticamente insignificantes, como las rieras de Rubí y El Papiol, crecieron  repentinamente de manera excepcional, arrastrando todo cuanto encontraron a su paso. El barrio de Les Arenes, de Terrassa, el Escardívol, de Rubí y numerosas  factorías industriales de Sabadell, desaparecieron bajo las aguas de la riada.

El desarrollo  económico de la comarca del Vallés de los años 40 y 50 del pasado siglo XX, originó la llegada de fuertes corrientes migratorias, que supuso la construcción,  tanto de viviendas como de industrias edificadas junto al río, con un descontrol urbanístico extraordinariamente  acentuado, coincidiendo con un momento político en que los propietarios de los terrenos eran los mismos gobernantes o personas muy próximas a ellos, y consecuentemente estos barrios marginales, edificados ante el gravísimo problema de la vivienda, aunada a la escasa calidad de su construcción, resultaron ser los más afectados.