viernes, 17 de julio de 2015

EL ROBO DE FRUTAS EN LOS CAMPOS AGRÍCOLAS DE SANT BOI DE LLOBREGAT.

Los guardias rurales Josep Canalda y Jaume Pascual Llanas, en una actuación ante un presunto ladrón de manzanas 
(Foto del blog Bestioles de Marina, de Jaume Sans Margenet. Publicado el 3 de febrero de 2012)


Los campos agrícolas de Sant Boi de Llobregat y su comarca han sido, desde antiguo, objeto de contínuos robos y expolio.  Todavía está en el recuerdo de muchos ciudadanos el luctuoso hecho ocurrido el día 1 de agosto de 1982, cuando Nuria Ros Freixa y su esposo Josep Pallarés Mestre, sorprendieron a un grupo de gitanos mientras estaban   robando melocotones de una finca de su propiedad, en la zona agrícola de Sant Boi de Llobregat, y al recriminarles su acción, fueron brutalmente agredidos. Nuria recibió varias puñaladas e ingresó cadáver en el centro asistencial donde fue trasladada. Los gitanos lograron huir con una furgoneta. Días después, un matrimonio gitano fue detenido y la mujer se declaró autora de la puñalada mortal.

Este suceso tuvo muy amplia repercusión en la comarca del Baix Llobregat, y originó una serie de acciones protagonizadas por los agricultores, que protestaron por el contínuo expolio y la falta de seguridad y vigilancia en las zonas agrícolas. Días después, más de cinco mil agricultores se manifestaron en Sant Boi de Llobregat  pidiendo más vigilancia rural.

UN CASO CON EL RESULTADO DE AGRESIONES Y HERIDOS, EN 1933

Transcribo un caso que tuvo lugar en julio de 1933, en que el guardia rural Josep Canalda resultó agredido,  pero tuvo todavía suficientes fuerzas para disparar su arma y herir a dos de los ladrones.

"SAN BOY DE LLOBREGAT

En la sauceda del río, cerca de un campo, fue agredido por cuatro indivíduos el guardia rural José Canalda, en el momento de ser detenidos por robar melocotones de un campo cercano.

Dichos indivíduos, en lugar de atender las indicaciones del guardia, se abalanzaron encima de él, y después de una fuerte lucha, se apoderaron de su carabina. En esta situación, cuando el guardia pudo verse libre de sus agresores, les gritó el alto, disparando su pistola e hiriendo a dos de ellos, que resultaron llamarse Cristóbal Abad Blazque, de 25 años, y Juan Díaz Meca, de 23, los dos domiciliados en Hospitalet (Torrasa), y naturales de Murcia ; los otros dos lograron huir.

Recogidos por el mismo guardia, y ayudado por unos agricultores que acudieron al oir los tiros, fueron trasladados en un carro a Sant Boi y curados de primera intención en el dispensario municipal. Después fueron trasladados al Hospital Clínico por medio de dos taxis.

Desde un tiempo a esta parte, es una preocupación constante de autoridades y arrendatarios, los abusos que se cometen en las propiedades, de indivíduos que no atienden a ninguna indicación razonada. -- C" (1)

(1) LA VANGUARDIA.  Domingo, 30 de julio de 1933. Pág. 26

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