Portada del libro.
Atendido que el próximo día 8 de marzo se conmemora el DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA, he considerado conveniente sumarme a esta celebración, contribuyendo en divulgar la importancia de las mujeres que trabajaron de enfermeras en el ámbito territorial de Catalunya durante la Guerra Civil española (1936 - 1939).
El libro, cuya portada ilustra estas líneas (1) es un documento que, a partir de los relatos biográficos de Ana Viñas, Ramona Gurnés, Victoria Santamaría, María Sans, Pilar de Viala, Trinidad Gallego, Carme Casas, Guadalupe Cussó, Carme Barrull, Cándida Sala, Antonia Palacín, Alegría Royo y Emilia Santaolalla, nos ofrecen un interesantísimo testimonio histórico de la enfermería en Catalunya en el transcurso de aquella guerra fraticida.
La meritoria y árdua labor desarrollada por las enfermeras en aquel conflicto bélico, ha permanecido incomprensiblemente silenciado hasta hace relativamente muy poco tiempo, a pesar de ser el colectivo profesional femenino que participó de una manera más directa en la contienda, y por ello, sufrió sus nefastas consecuencias.
Ser enfermeras de guerra fue para todas ellas una oportunidad de crecimiento personal, de aprendizaje profesional, de resultar útiles, de compromiso social, de desarrollo de sensibilidad y de un altísimo grado de creatividad en los cuidados que realizaron en su labor con los limitados y escasos recursos de que disponían.
En el transcurso de aquel triste periodo, las enfermeras se hicieron imprescindibles, y fueron muchas las jóvenes del país y de otras partes del extranjero, que se ofrecieron voluntarias para ejercer su labor en los hospitales de sangre, en el cuidado y curación de las personas enfermas y heridas de ambos ejércitos y de la población civil en general.
Su responsabilidad social de resultar útiles en aquella guerra, lo demostraron con creces evidenciando una valentía y una profesionalidad en ambos bandos enfrentados, atendido que ellas no efectuaban distinción partidista en su labor, destacando por encima de todo la extraordinaria motivación de estas abnegadas mujeres para ofrecer, de la mejor manera posible, una atención humana e integral a los soldados de ambos bandos y a la población civil en general, a pesar de las duras condiciones del entorno en que desenvolvían su labor.
ANA VIÑAS PUIG, ENFERMERA DESTINADA AL HOSPITAL DE CONVALESCIENTES EN EL BALNEARIO BLANCAFORT, DE LA GARRIGA.
Una de estas enfermeras, Ana Viñas Puig ( 1919 - 2012) , cuando terminó la profesión, en tiempos de guerra, hizo una instancia para trabajar de enfermera. Cuando la avisaron, la enviaron a la Garriga, en el Balneario Blancafort, que durante la Guerra Civil española fue hospital militar de retaguardia, y allí estuvo hasta la llegada de los nacionales, en enero de 1939, es decir, casi durante dos años.
El libro dedica tres páginas explicando la llegada de esta enfermera y su labor a lo largo de su permanencia en la Garriga. Su contenido es muy interesante, pero por motivos obvios, que requeriría previa autorización de sus autores, y de espacio, no me es posible reproducir aquí y ahora, aquel interesante texto, si bien recomiendo su lectura, y de un modo muy especial a las personas de la Garriga interesadas en este tema, por la fluidez y riqueza de sus explicaciones, que nos trasladan a aquellos aciagados días en el interior de un edificio tan emblemático del municipio -- el Balneario Blancafort -- convertido en aquellos años, en hospital de convalescientes.
(1) Ramió Anna, Torres Carme (coordinadoras). ENFERMERAS DE GUERRA. Ediciones San Juan de Dios (Campus Docent). Colección Hospitalidad. Barcelona. Mayo 2015.
"APRENDE EN MI" el saber es com no curiós, Joan amb aquets relats aprenc una mica, del quelcom per mi desconegut gracies. Josep
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