domingo, 28 de mayo de 2017

PARA EL INSTITUTO NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL ( INSS), DE ESPAÑA, HAY VIDA LABORAL DESPUÉS DE LA MUERTE.


No es la primera vez que leo una noticia de esta naturaleza, y me temo que lamentablemente  no va a ser la última, pero considero que ya va siendo hora de exigir con la máxima energía, de que estas situaciones se traten con la máxima rigurosidad y con  una mayor seriedad, atendido que causan un serio dolor que viene a añadirse al que  están sufriendo  los familiares de las personas fallecidas, en unos delicados momentos en que intentan  sobreponerse a la pérdida de su familiar más próximo.

El caso que me ocupa, en este momento, es de una familia que, a las tres semanas del fallecimiento de   uno de sus miembros, recibió una carta del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) confirmando la mejora de su estado y anulándole la situación de incapacidad permanente en la que se encontraba.

Ciertamente, Francisco Javier Gálvez, tenía reconocida desde hacía  casi dos años y medio, una incapacidad permanente a consecuencia de las secuelas sufridas por  una neumonía atípica, que tres años atrás le había dejad incapacitado para seguir trabajando.

Su hermana recuerda que " estuvo muy grave, pero salió adelante no sabían casi ni como, pero lo hizo con un estado de salud muy desmejorado, a raiz de que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) le reconoció el derecho a percibir una pensión por la imposibilidad de reincoporarse a su trabajo habitual", como operario en una fábrica de autogeneradores. Después de esta resolución, la Seguridad Social le iba efectuando revisiones médicas periódicas para constatar su estado de salud. En estas revisiones " le tomaban la tensión y le preguntaban como se encontraba, pero nadie le miró por dentro para ver como evolucionaba de este cuadro pulmonar", explica su hermana Ana.

En marzo, Francisco Javier recibió una carta de la Seguridad Social con registro de salida del 28 de febrero, en la que le informaban  que su caso había sido revisado " de oficio", y que dado que su estado de salud  había mejorado, podía reincorporarse a su puesto de trabajo. Así, la enfermedad muy grave que tenía reconocida, pasaba de ser, por arte de magia, sólo leve, sin ninguna prueba de por medio que indicase el estado de sus pulmones. Según el escrito " el cuadro patológico de ese momento, comparado  con el estado de secuelas anterior, suponía una mejora objetiva, por hallarse con una patología respiratoria con afectación leve" que por tanto, sólo le limitaba " para actividades con requerimientos físicos elevados". En la carta, le informaban de que la prestación que venía percibiendo, sería suprimida  el día 1 de marzo. Es decir, la carta salió del INSS, en Burgos el día de cancelar la prestación.

Esta decisión fue también trasladada a la empresa en la que prestaba sus servicios Francisco Javier, que fue por quienes se enteró de que debía reincoporporarse a su puesto de trabajo.

Había sin embargo "un pequeño problema". Francisco Javier había ingresado en el hospital de Miranda el día 14 de febrero, siendo derivado a los dos días al HUBU donde permaneció estubado hasta el día 28 de febrero. Pero tuvo que volver a los cuatro días al agravarse de nuevo su situación, falleciendo el día 14 de abril por complicaciones que no pudo superar.

La familia de Francisco Javier, además de acompañarle en el hospital, se encargó de presentar alegaciones al escrito de INSS con informes médicos que demostraban la imposibilidad de volver a su trabajo. "Los propios médicos me dijeron que estuviera tranquila, que mi hermano no iba a volver a trabajar de por vida", recuerda su hermana.

Pocos días después, con Francisco Javier ya fallecido, recibieron otra carta del INSS informando de que su reclamación había sido recibida y que se iba a revisar el caso.

La sorpresa llegó con un nuevo escrito del INSS, con fecha 5 de mayo, desestimando la reclamación interpuesta por la familia y confirmando la resolución que había sido impugnada, es decir, seguían considerando a Francisco Javier apto para trabajar siempre y cuando no cogiera peso. Textualmente el escrito dice. " estudiado de nuevo su expediente por el equipo de valoración de incapacidades de esta dirección provincial con fecha 04/05/2016 ( se entiende que debe referirse a 2017), y a la vita de las alegaciones presentadas, se estima correcta la revisión de mejoría efectuada".

Para entonces, Francisco Javier llevaba fallecido tres semanas, un hecho que fue debidamente comunicado a la Seguridad Social por sus hermanas el 17 de abril. Ana Gálvez se lamenta " tenían constancia de su fallecimiento. Es vergonzoso, ni siquiera lo habían  mirado. Esta última respuesta  nos ha matado. ¿Para qué  mandamos escritos, informes médicos... si no los miran?. No lo ha  leído nadie. No se han molestado en analizar el caso. Me dan ganas de presentarme ante el director provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social con la urna de mi hermano y dirle : díselo en persona".

FUENTE DE CONSULTA
  
eldiariohoy.es. Sábado, 27 de mayo de 2017.   
  

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