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A consecuencia de la carestía de la vida, el 14 de enero de 1918, unas comisiones de mujeres recorrieron los barrios barceloneses de Sants, Gracia y Sant Andreu, invitando a las mujeres que estaban trabajando, a que se les unieran, rechazando el apoyo de los hombres, diciéndoles que siguieran ellos trabajando, porque ellas solas eran suficientemente capaces de lograr lo que se habían propuesto, --que era el abaratamiento de las subsistencias -- consiguiendo que una manifestación de unas cuataro mil mujeres se dirigieran a la Plaça Reial, donde improvisaron un mitin.
Por la tarde de aquel mismo día, la manifestación con unas cinco mil mujeres, acudieron al Gobierno Civil, donde se celebró una reunión de la Junta de Subsistencias, para estudiar la posibilidad de aumentar la llegada a Barcelona de artículos de primera necesidad.
El ímpetu de aquellas mujeres consiguió vencer la resistencia de los guardias de seguridad, que se encontraban de servicio custodiando la entrada al edificio, y en tropel subieron las escaleras para hablar con el gobernador, que a la vista del cariz que tomaba el asunto, dió la orden de desalojar la escalera, que se hallaba repleta de mujeres.
A consecuencia de la presión, entre las que temerosas de resultar heridas decidieron bajar, y el empuje que desde abajo forzaban el resto de mujeres, provocaron que se desprendiera la baranda de hierro, cayendo un grupo de ellas al vacío, saldándose con un considerable número de heridas, entre las que resultaron con piernas fracturadas, conmociones cerebrales y otras heridas de diversa consideración, pero sin que se registrara ninguna defunción.
Luego, en las calles de Barcelona, grupos de mujeres asaltaron tahonas, detuvieron carros que transportaban carbón y los vaciaban, mientras otras entraban en las carnicerías en busca de alimentos.
NOTA
Las fotografías proceden de la revista "La Hormiga de Oro". Barcelona
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