Exvotos en el santuario de la Virgen del Monte, en Bolaños de Calatrava (Ciudad Real)
La palabra exvoto proviene del latín " ex voto", que significa " proveniente de un voto", es decir, algo que se promete realizar al cumplirse o recibirse un favor.
Los exvotos han estado presentes en todas las culturas, y toman diferentes formas dependiendo las características religiosas de cada una de ellas. En el cristianismo , se suelen ofrecer a Jesucristo, a la Virgen o algún santo.
La práctica de depositar los exvotos en los recintos religiosos, se extendió por Europa y llegó a España en el siglo XIX.
En el catolicismo el exvoto pasó a ser una ofrenda dejada por los fieles que habían recibido un don o curación como ofrenda y recuerdo. Pueden verse en lugares de peregrinación , apoyados sobre las paredes o colgados del techo objetos tales como muletas, ropa, ruedas de automóviles y todo tipo de objetos que representen al hecho desafortunado del que se habían recuperado, por lo que no sólo poseen un valor religioso dado por los creyentes que motivaron su realización, sino que son piezas culturales e históricas que exteriorizan las expresiones artísticas populares y de la historia, organización y creencias de una sociedad.
Clara Bargellini Cioni, investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, explica "que los exvotos representan un intercambio entre lo terrenal y lo sagrado, y no sólo representan gratitud por un hecho único y singular; también buscan fortalecer la relación y comunicación entre lo humano y lo divino, de manera que se extiende en eficacia y duración en el tiempo, así como difundir la importancia de esa relación entre los que lleguen a conocer sus beneficios".
Es decir, que la función del exvoto, más allá de cumplir una promesa y un agradecimiento, fortalece y difunde los sentimientos religiosos.
Recuerdo que allá en los años noventa del siglo pasado, cuando el Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat adquirió la ermita de Sant Ramon Nonat, que había estado muchos años cerrada, se constató la existencia de cientos de exvotos en la pared de la entrada, lado izquierdo, que durante muchos años los fieles habían ido depositando al ver realizado el cumplimiento de un favor solicitado a Sant Ramon Nonat. Atendido que por el paso de los años y la carencia de limpieza se encontraban en un estado lamentable, por cuestiones higiénicas, al procederse a la limpieza del interior de la ermita, fueron a parar al camión de recogida de basuras, cuando cuidadosamente recogidos y debidamente saneados, hubieran podido mostrarse públicamente como patrimonio en el Museu Històric del municipio. Carencia de mentes pensantes en aquellos momentos. Una lástima.
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