Conducción de pacientes,
desde el Hospital General a la estación de Mediodía, para ir al Centro de Ciempozuelos (Madrid). (Foto: ABC)
Hasta muy avanzado el siglo XX, el tratamiento para los enfermos mentales en España, consistía en alejarlos de la sociedad de manera indefinida. En las sucesivas décadas se practicaron las terapias del electroshock y las lobotomías, y posteriormente el tratamiento farmacológico.
En los manicomios, los enfermos permanecían recluídos en condiciones penosas, en la mayoría de ocasiones, de por vida.
Uno de los manicomios más criticados en España, fue el de Ciempozuelos (Madrid), en el que el periódico "ABC", en su edición del día 5 de enero de 1904, refería " la triste e insostenida situación por la que atraviesa por la falta de recursos con que hacer frente a sus sagradas necesidades, y a la actitud justificada del personal del benéfico establecimiento que se ve imposibilitado de cumplir su humanitaria misión por la falta de medios para ello".
San Juan de Dios, de Ciempozuelos, es actualmente un centro de atención psiquiátrica integral fundado en el año 1876 por el Padre Benito Menni , de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. El Centro nació con vocación de ser pionero en sus actuaciones, y posiblemente por su origen religioso, fue objeto de contínuas campañas de despretigio.
En febrero de 1931, "ABC" efectuó una visita en aquel establecimiento, que en aquella fecha dirigía el prestigioso psiquiatra Antonio Vallejo Nájera, y descubrió que las acusaciones contra aquel Centro eran del todo falsas.
El director de aquel manicomio explicó que la prensa amarilla había utilizado todo tipo de falsedades, incluso fotografías de otros centros para atacar y desprestigiar a aquella institución , que contaba con 19 médicos, muy por encima de la media de los manicomios de España,y disponía de la mejor tecnología existente en aquel peridodo.
" Llegamos al Manicomio y sale a recibirnos el Enfermero Mayor, fray Pio, persona inteligentísima , y comenzamos la visita, después de despedirnos de los compañeros, que marchaban a sus departamentos, y que luego encontraremos". inicia su crónica en "ABC", el doctor Fernán Pérez.
Las instalaciones disponían de quirófano, sala de rayos X, un departamento de enfermedades del pecho y un odontólogo, que revisaba a diario la dentadura de las personas allí recluídas.
Los tratamientos que utilizaba el Centro eran la metalosalteria, la autohemoterapia , la balneación en todas sus formas y la paludización para el tratamiento de las parálisis generales progresivas. Era lo máximo que la ciencia psiquiátrica podía ofrecer en aquellas fechas. En cuanto el enfermo se adaptaba a la vida del Centro pasaba al Departamento de Tranquilos, en el que se iniciaba " la reeducación y tratamiento psicoterápico. Mediante los ejercicios de gimnasia sueca y pequeños trabajos manuales, se evaluaban las aptitudes de cada paciente".
"Muchos de estos pacientes recibían el alta en este periodo, por encontrarse en condiciones de salir, siendo muchas las altas que se dan, y si no se dan más es porque precisamente son las familias las que no quieren sacar al enfermo. Los que tienen aptitudes para el trabajo se les clasifica en grupos, y van a los distintos talleres de zapatería, sastrería, ferretería, mecánica, imprenta, granja agrícola, etc.", explica el cronista de "ABC", sobre las terapias ocupacionales de las que el país tenía una larga tradición.
PROCEDENCIA:
Archivos ABC. 04 de noviembre de 2022.
Portada "ABC", correspondiente al día 5 de enero de 1904.
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