Dos imágenes desconocidas, en que aparece el President de la Generalitat de Catalunya, Lluís Companys, con su hijo "Lluïset", en Santa Cristina d'Aro (Girona), en el año 1934, con motivo de la celebración de una reunión del Consell Executiu de la Generalitat de Catalunya.
Lluís Companys i Micó, familiarmente Lluïset (Barcelona, 5 de noviembre de 1911 - Saint-Mandé (Francia), 1956, fue el único hijo varón del President de la Generalitat de Catalunya Lluís Companys. Víctima de una grave enfermedad mental, se encontraba en una clínica psiquiátrica de París cuando se produjo la invasión alemana del país durante la Segunda Guerra Mundial. Al ser evacuado al sur del país, se perdió el contacto con él, y su padre renunció a huir de Francia, lo que permitió su detención, entrega al gobierno franquista y ejecución en octubre de 1940. Tras la muerte de su padre, Lluïset pudo ser localizado por Carme Ballester, segunda mujer del President Companys, que se responsabilizó de él hasta su muerte.
Lluïset estudió bachillerato en el Instituto Balmes, de Barcelona, y en 1933 comunicando a sus padres su deseo de independizarse, sufrió un brote de hebefrenia catatónica, un tipo grave de esquizofrenia que empeoraba progresivamente y en la que alternaba periodos de depresión con otros de agresividad. Esta enfermedad se manifestaba habitualmente antes de que cumpliese los 25 años de edad, y coincidió con la separación de sus padres.
Tras sufrir un brote esquizofrénico, fue tratado en el Instituto Pere Mata, de Reus (Tarragona), pero siguió viviendo con su madre en Lloret de Mar (Girona), al cuidado de un enfermero. No fue internado hasta el año 1936, con su padre todavía en prisión, tras haber proclamado el Estado Catalán en octubre de 1934.
En enero de 1936, su madre y su hermana María volvieron a Barcelona, pero Lluïset fue internado en el Instituto Pere Mata, de Reus. Al estallar la Guerra Civil española, el caos se adueñó del psiquiátrico y los enfermos se dispersaron. Consecuentemente su padre, Lluis Companys decidió enviar a su hijo fuera de España, primero a un sanatorio en Kreuzlingen (Suiza), y posteriormente a otro, en Bélgica, el Instituto Fond'Roy, en Uccle, en las afueras de Bruselas.
El 30 de septiembre de 1938, Companys decidió trasladar a su hijo al hospital psiquiátrico L'Abbaye, en Viry-Chatillon, a pocos kilómetros de París.
En febrero de 1939 Lluis Companys llegó a Francia y se estableció en París para poder mantener un contacto regular con su hijo ingresado en L'Abbaye. Más tarde, tras su traslado a la localidad bretona de La Baule-les-Pins, a unos trescientos kilómetros de París, su padre aprovechaba sus frecuentes desplazamientos a la capital francesa para visitarle, pero al producirse la invasión alemana en Francia, en mayo de 1940, los responsables de L'Abbaye decidieron trasladar a sus pacientes al sur de Francia. Sin embargo se produjo un bombardeo alemán sobre la carretera en la que transitaban los medios de transporte, y Lluïset se perdió entre los refugiados de aquella zona. Con incapacidad para hablar en francés y carente de documentación, Lluïset fue confundido con un soldado desertor y finalmente ingresado en un establecimiento psiquiátrico en Limoges, una ciudad que tras el armisticio, quedó en la zona no ocupada por los alemanes.
Fue precisamente la desaparición de su hijo que su padre renunciara a trasladarse a México, donde se encontraba su hija María desde el año anterior. La enfermedad de Lluïset se había convertido en una obsesión para su padre, reflejado en sus escritos y en los testimonios de las personas que lo trataron en aquella época.
El 13 de agosto de 1940, el Presidente Companys fue detenido por la policía alemana, y dos semanas después entregado a las autoridades franquistas. Tras ser sometido a un consejo de guerra sumarísimo, fue fusilado en el castillo de Montjuic, de Barcelona, el 15 de octubre de aquel año. La suerte de su hijo, siguió siendo una de sus mayores preocupaciones durante los últimos días de su vida. Para tranquilizarle, poco antes de ser ejecutado, su hermana Ramona le dijo que habían encontrado a Lluïset, aunque no era cierto.
Mientras, en Francia, Carme Ballester estaba intentando encontrar a Lluïset, poniendo anuncios en periódicos de la zona no ocupada, y pocos días antes de la ejecución de su marido recibió una postal enviada por el prefecto de Limoges, informándole de que había una persona que correspondía con la descripción de Lluïset en un hospital psiquiátrico de la ciudad. Como sea que viajar a la zona no ocupada no resultaba factible, recurrió al sacerdote exiliado y periodista Josep María Tarragó, que disponía de un permiso para desplazarse por las dos zonas francesas, y viajó a Limoges el 15 de octubre de 1940 y pudo constatar que la persona referida por el prefecto, era precisamente Lluïset, y el 1 de noviembre, Tarragó viajó hacia París con Lluïset , pero como L'Abbaye estaba desmantelado, buscaron una vivienda para para él y su madre en Saint-Maurice, en las afueras de París. Posteriormente Lluïset fue ingresado en una clínica psiquiátrica en Saint-Mandé, en los suburbios de París. Sin embargo su madre nunca recibió ninguna ayuda económica para atender las necesidades del hijo enfermo del President Companys.
En la clínica psiquiátrica donde era asistido, Lluïset, tuvo una complicación con una tuberculosis ósea, que conllevó tenerle que amputar una pierna en 1947. Su madre se ocupó de él " con una abnegación ejemplar". En una carta dirigida a la hija de Ángel Ossorio y Gallardo, le decía "No sé como se puede resistir físicamente tanto mal. Él no se queja jamás. Yo estoy tanto como me es posible a su lado. Él ha sido la razón de mi vida y no tiene a nadie más que yo para ocuparse de él".
El grave estado de Lluïset hacía inviable su traslado a México, donde vivían su hermana y su madre. Sin embargo, Enric Vila señala, basándose en las numerosas cartas sin respuesta que Carme Ballester le envío a María Companys, que la madre y hermana de Lluïset no se preocuparon en absoluto de él, y que fue solamente Carme Ballester quien, afrontando grandes penalidades, hizo siempre todo lo posible por ocuparse de Lluïset, que falleció en el año 1956 y fue enterrado en el cementerio de Saint-Mandé. En su tumba figuró la inscripción:" Lluís Companys i Micó. Mort exiliat a França. 1911-1956". Cuando en 1972 falleció Carme Ballester, fue enterrada a su lado.
El 24 de febrero de 1998, los restos de Lluïset junto con los de Carme Ballester, fueron trasladados a Barcelona, recibiendo sepultura el 3 de marzo, en el mismo nicho del cementerio de Montjuic en el que había estado enterrado el President Companys, hasta el traslado de sus restos al Fossar de la Pedrera del mismo cementerio.
Admirable el comportamiento de Carme Ballester -segunda esposa del President Lluis Companys -- con Lluïset, hijo del President con su primera esposa, que junto con su hija María, se desentendieron totalmente de su hijo Lluïset. En 1945, al final de la Guerra Mundial, Carmen Ballester escribió una carta a María Companys, hermana de Lluïset. " Durante estos cuatro años yo sola y nadie más que yo, me he ocupado de Luisito, y a él he puesto todo el cariño que puede una madre, ya que este pobre hijo era toda toda la preocupación de tu padre". Como era costumbre, no obtuvo respuesta.
ResponderEliminarÉse tal Lluïset no fue culpable de nada; no así su padre Lluís Companys a quien se le atribuyen varios centenares de sentencias de muerte firmadas por él y miles de muertes, sobretodo gente del clero, acaecidas durante su mandato como presidente de la Generalidad. Sin contar con el golpe de estado que consumó en 1934 y en las 24 horas que duró murieron más de de 120 personas. Fue condenado a muerte por el golpe de estado contra la II República Española que se conmutó, después, por cadena perpetua. Estuvo menos de un año preso y Po puesto en libertad por el Frente Popular que había ganado las elecciones en abril de 1936. En Ca taluña lo tienen por héroe, para la historia no deja de ser un tirano.
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