LA ENIGMÁTICA MONTAÑA DE MONTSERRAT, EN EL CORAZÓN DE CATALUNYA.

Montserrat ha sido, desde siempre, la montaña más emblemática de Catalunya. Un extraño macizo con unas rocas rompiendo el paisaje en el corazón de Catalunya ya constituye, en sí, un enigma. Pero existen otros misterios que rodean aquella montaña: Los avistamientos de ovnis y las desapariciones de personas, entre otros.

Son muchos los aficionados a la ufología que se reúnen el día 11 de cada mes esperando contemplar algún avistamiento de ovnis, porque diversos avistamientos se han producido precisamente en día 11, como el que tuvieron los pilotos de un vuelo de Mallorca a Canarias, y que se vieron obligados a aterrizar en Manises (Valencia), huyendo de un extraño objeto que les perseguía. 

Otro hecho sin explicación es el que le sucedió a Luís José Grifols, que desde el año 1957 percibe unas extrañas sensaciones que lo invitan a salir al balcón de su casa o ir a un lugar determinado, y que, cuando lo hace, percibe unas luces que no tienen ninguna explicación. En una de estas ocasiones telepáticas, lo condujeron hasta Montserrat. Era un día 11. No se sabe en lo cierto si el día 11 es una fecha nefasta, pero la realidad es que han ocurrido grandes tragedias mundiales en esta fecha, como el 11 de septiembre con las torres mellizas de >Nueva York o el 11 de marzo, con los atentados terroristas de Atocha, en Madrid.

Aparte de estos misterios, la montaña de Montserrat también registra extrañas desapariciones desde hace más de medio siglo. Se desconoce con exactitud las habidas  en el transcurso de estos años. Algunas de las que se han podido confirmar, son:

Uno de los primeros que se tienen noticias  es del año 1973, cuando se encontró el cadáver de un joven en avanzado estado de descomposición y en uno de sus bolsillos llevaba una nota que decía que estaba preparado para reunirse con el ser Supremo. Se atribuyó a un suicidio provocado por su desmesurada afición a la ufología.

En el año 1975, un vecino de la cercana localidad de Collbató, desapareció en la verbena de San Juan mientras paseaba  por una zona aparentemente sin ningún riesgo. Jamás se supo de él.

Cinco años más tarde  desapareció un vigilante de la cremallera, que iba acompañado de su perro. Cuando el tren se acercó al Monasterio, desaparecieron los dos, sin que jamás se supiera de ellos.

Un año después desapareció, en Olesa de Montserrat, una joven de 18 años de edad, que fue encontrada  pasadas unas horas por un pastor. Se había adentrado a la montaña y estaba totalmente desorientada. Una vez fue recuperada, volvió a fugarse, volvió a la montaña y jamás volvió a aparecer.

En el año 1985 desapareció Amparo Vielda Puig, que le había comentado a una amiga que cuando iba de excursión a Montserrat, cuando se acercaba a una cueva o lugares donde habían grietas, notaba un mareo y una atracción muy extraña, que la empujaba a adentrarse a la montaña. Solamente se encontró su  vehículo.

En 1990 un aficionado a la ufología, Carlos Teixidor, se escapó de su domicilio y fue a Montserrat. Lo encontraron, y al día siguiente, se volvió a escapar. Tres semanas después hallaron su cadáver al fondo de la montaña, cerca de la Santa Cova.

La última desaparición de que se tienen noticias, es de agosto de 1998, cuando un joven ejecutivo estaba de excursión en Montserrat, y al igual que en uno de los casos anteriores, la única noticia que se tuvo, fue el de su vehículo aparcado durante varios días en el parquin del Monasterio.

Se especula que la montaña está vacía en su interior, con un gran lago subterráneo, pero de momento  nadie ha intentado adentrarse para comprobarlo, y si alguien, que se desconoce, lo ha hecho, no ha regresado para explicarlo. Lo que sí es cierto es que existe un extraño magnetismo que invita a adentrarse a su interior.