Cuando se aproximan elecciones, la Delegación Provincial del Censo Electoral procede a enviar la Tarjeta Censal a los domicilios de las personas con derecho a voto, con indicación de la mesa y colegio electoral donde les corresponde ejercer su voto.
Esto es lo que procede.
Lo que no procede es enviar la Tarjeta Censal a personas que han sido incapacitadas para el ejercicio del derecho de sufragio por sentencia judicial.
Y esto es precisamente lo que está ocurriendo estos últimos años con mi hijo David, que incomprensiblemente sigue recibiendo, cada vez que se aproximan elecciones, la Tarjeta Censal, a pesar de que, la Oficina del Censo Electoral, de la Delegación Provincial de Barcelona le comunicó por escrito, con fecha 27 de octubre de 2014, en las dos versiones -- catalán i español -- la siguiente notificación:
"Según información recibida del Juzgado de 1ª Instancia, número 8 de Terrassa,, ha sido incapacitado para el ejercicio del derecho de sufragio activo, por lo que queda reflejada esa condición en su inscripción en el Censo Electoral.
La Delegada Provincial
Núria Pastor Fernández"
Considero que esta desafortunada situación, que se repite cada vez que se aproximan elecciones, es una evidente falta de consideración hacia la persona de mi hijo David, y así seguirá produciéndose por la sencilla razón de que , en lo que a mi respecta, no pienso dedicar lo más mínimo de mi tiempo en dirigirme a la Delegación Provincial del Censo Electoral aportando el correpondiente documento para que procedan subsanar su desaguisado. Hace tiempo, demasiado tiempo que estoy más que harto en recurrir a instancias diversas de la Administración para intentar corregir errores fruto de sus manifiestas incapacidades en el ejercicio de sus gestiones.
Y así nos luce el pelo, sin necesidad de utilizar brillantina, que en el aspecto de las elecciones incluso se ha mentado, en determinadas ocasiones, infinidad de irregularidades detectadas, como en el caso humorístico en que un señor acude el día de las elecciones a su colegio electoral.
-- ¿Ha venido a votar mi esposa? -- pregunta
-- ¿Cómo se llama su esposa? -- le preguntan de la mesa.
-- Mercedes Pérez Salgado -- le responde el hombre.
-- Pues si, ya ha venido -- le responden, después de haber efectuado la correspondiente comprobación en el listado.
-- ¿No viven ustedes juntos ? -- le preguntan desde la mesa.
-- No. Ella falleció hace quince años, pero siempre que hay elecciones pregunto y me dicen que ya ha venido a votar, y a mi me haría muchísima ilusión poderla ver -- les respondió .
Y es que en esta vida, hay situaciones que las hemos de tomar con cierto humor, aunque sea trasnochado, en evitación de sufrir posibles infartos.
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