martes, 22 de diciembre de 2020

EL ORIGEN DE LAS PAGAS EXTRAORDINARIAS Y DE LOS AGUINALDOS DE NAVIDAD, EN ESPAÑA.


 

El  Boletín Oficial del Estado (BOE) de diciembre de 1944 publicó una Orden Ministerial, firmada por el Ministro  de Trabajo, José Antonio Girón de Velasco, promulgando que todo el personal de industrias no reglamentadas, recibiera una gratificación equivalente al sueldo de una semana, con la finalidad de " solemnizar" las fiestas de Navidad. Un año después, el día 9 de diciembre de 1945, esta gratificación se estableció con carácter general e indefinido. De esta manera se institucionalizaba el aguinaldo o paga de Navidad. 

En una época de pobreza y penurias, como era la que se inició al final de  la Guerra Civil española, se estableció esta gratificación  para compensar el alza de los precios y el encarecimiento general del nivel de vida de los españoles. Actualmente, esta paga está contemplada en el artículo 31 del Estatuto de los Trabajadores desde el año 1980, y establece que se trata de una parte del salario igual a una paga mensual y no una dávida por parte de los empresarios. 

Aparte de la paga oficial que recibían los trabajadores de sus empresas, existía otra práctica que se venía realizando  en España desde hacía mucho tiempo, y a la que se puso fin a principios de la década de 1980, en que todos los profesionales que durante el año habían ofrecido sus servicios en los hogares españoles, entregaban una tarjeta en que felicitaban las Pascuas y fiestas de Navidad a cambio de una propina.

Ataviados con sus mejores uniformes de trabajo, lecheros, barrenderos, modistas, serenos y un largo etcétera, etcétera, se presentaban en los domicilios  particulares, y los vecinos les entregaban la voluntad, es decir, el popular aguinaldo.


La primera constancia que se tiene de esta práctica, data del año 1831, aunque algunas fuentes apuntan que fue un año más tarde, cuando los trabajadores de "DIARIO DE BARCELONA" decidieron que sus repartidores entregaran en mano, a todos sus suscriptores, una felicitación impresa por Navidad. La idea fue muy bien  acogida por los suscriptores, que agradecidos, entregaban a estos repartidores una gratificación en forma de aguinaldo. Esta práctica  animó a otros  a copiar la original idea, de modo que por estas fechas, muchos profesionales se presentaban en los hogares de sus clientes a la espera de su ansiada propina navideña. Vean, a continuación, una pequeñísima muestra de algunas de ellas.











Estas tarjetas se caracterizaban por llevar impresa una ilustración que en la década de 1890 empezó a ser de color, ilustrando al trabajador de un gremio en concreto con una leyenda del tipo " El....... les desea felices Pascuas", siendo habitual que en el reverso incluyera una poesía referida al servicio que  prestaba el gremio que entregaba la felicitación.

Con las mejoras salariales y las condiciones laborales, a finales de la década de 1970 esta práctica fue desapareciendo, quedando en el recuerdo de las navidades pasadas.

UN POCO DE HUMOR


Aunque lamentablemente no estoy de humor por los tiempos y circunstancias  que nos toca vivir, en esta ocasión y en este momento,  si se me permite, hago con esfuerzo  una excepción con la aportación de esta imagen.

1 comentario:

  1. EI! Joan son d'un gran valor aquestes felicitacions! Tambe que el 44 va començar les pagues extraordinàries, diguem que jo vaig néixer amb una paga a sota el braç. Soc del 43. Bones Festes. Josep i família de tot cor.

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