Cartel del Comissariat de Propaganda. Año 1937, de Ricard Fàbregas.
Conmemoración de la festividad de l'Onze de Setembre de 1934, en homenaje a Rafael Casanova, en la estátua de la Ronda de Sant Pere, de Barcelona . (Foto Pérez de Rozas)
L'Avinguda Meridiana, de Barcelona, presentaba este aspecto dando capacidad a más de 1.400.000 personas en la festividad del 11 de septiembre de 2015. (Foto: Fancesc Malción)
La primera ley promulgada por el reconstituído Parlament de Catalunya en el año 1980, fue declarar institucionalmente la Diada de l'Onze de Setembre, como Festa Nacional de Catalunya.
RAFAEL CASANOVA I COMES
Rafael Casanva i Comes ( Moià, e.1660 - Sant Boi de Llobregat, 2 de mayo de 1743), fue un jurista, partidario del archiduque Carlos de Austria como rey de España durante la Guerra de Sucesión Española; Conseller en Cap de la ciudad de Barcelona y máxima autoridad militar y política de Catalunya durante el sitio borbónico de Barcelona.
El 22 de julio de 1696, a la edad de 36 años, contrajo matrimonio con María Bosch i Barba, viuda e hija de unos acaudalados comerciantes de Barcelona, que tenían importantes propiedades en Sant Boi de Llobregat.
En 1704 falleció de parto su esposa, y poco después sus dos hijos mellizos. Sólo uno de los cuatro hijos que tuvo, también llamado Rafael, sobrevivió a la edad adulta.
Herido en la batalla final del 11 de septiembre de 1714, fue exonerado de sus cargos políticos y militares en virtud del perdón real que alcanzó a la mayoría de dirigentes políticos catalanes, y volvió a ejercer la abogacía hasta poco antes de su muerte, en su casa de Sant Boi de Llobregat.
Mantuvo el contacto con varios de los que habían sido dirigentes de la ciudad durante el sitio, así como con los exiliados en el imperio austríaco, y se le atribuye la autoría de un opúsculo austricista publicado en 1736.
Su figura se ha convertido en un icono del catalanismo, que le rinde tributo como a uno de sus grandes patriotas. La ciudad de Barcelona le dedicó una calle en el año 1863, y en 1888 erigió una estátua en su memoria.
Convertido en referente catalanista, los homenajes en su honor fueron prohibidos durantes las dictaduras de Miguel Primo de Rivera y de Francisco Franco, cuando la estatua fue asimismo retirada.
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