La antigua tradición de asistir al cementerio para rezar para las almas de los seres queridos que ya se nos anticiparon, está acompañada de un profundo sentimiento de devoción, por la convicción de que pasarán a mejor vida.
Estas fechas se celebran en España con unas características especiales. Durante los días precedentes a la festividad del 1 de noviembre, los familiares de los difuntos realizan frecuentes visitas a los cementerios con el objeto de limpiar y adornar los nichos o tumbas, con todo tipo de flores, especialmente con crisantemos.
La visita a los cementerios se realiza el 1 de noviembre. Es un rito de recuerdo y homenaje a los antepasados. En todas las iglesias se ofician misas en memoria de los seres queridos, con la intención de acortar los supuestos años de puragtorio en el más allá. Normalmente la estancia de los familiares en el camposanto, acostumbra a ser más prolongada si la muerte del familiar se ha producido recientemente. De todos modos no puede decirse que sea un hábito generalizado, atendido que quienes los visitan suelen ser la de mayor edad.
Los cementerios municipales y parroquiales, tal y como los conocemos en la actualidad, datan de finales del siglo XIX debido a que antes , los enterramientos se efectuaban en los anexos de las iglesias, por lo que a finales del siglo XIX se decretó que los cementerios se construirían en las afueras de las ciudades o municipios por estrictos motivos de falta de espacio, pero básicamente, de insalubridad.
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