sábado, 16 de mayo de 2020

UNA PIEZA ARQUEOLÓGICA QUE GUARDO DESDE HACE MÁS DE MEDIO SIGLO, Y RECORDADA CON MOTIVO DEL DIA INTERNACIONAL DE LOS MUSEOS. ( 18 DE MAYO)

El Día Internacional de los Museos se celebra anualmente el 18 de mayo, desde el año 1977, por acuerdo de la 5ª Resolución de la XII Asamblea General del Consejo Internacional de Museos, que se celebró en Moscou (Rusia)

Se trata de una  celebración muy popular que tiene por objeto aproximar los museos y la sociedad.

Con motivo de esta celebración, he recordado -- porque lo tenia casi olvidado -- una pieza arqueológica que guardo  desde hace más de medio siglo, procedente de Bejarín, un pueblecido de la provincia de Granada.

LA HISTORIA  DE ESTA PIEZA.

En agosto del año 1969, en ocasión de unas vacaciones que mi esposa, en aquella época todavía soltera, realizó acompañada de una amiga por una parte de Andalucía, visitaron en  el municipio granadino de Bejarín a los padres de aquella amiga, que vivían en el interior de unas viviendas excavadas en unas masas rocosas, que ciertamente me explicó que eran muy confortables. Cuando precisaban efectuar una ampliación de la vivienda, excavaban en su interior, y resulta que en una de las excavaciones, hallaron un esqueleto humano puesto en pie y en lo alto de su cabeza, tenía alojada esta pieza, que colocaron  de adorno encima del aparato televisor. Cuando les explicó que yo era muy aficionado a la arqueología y a los  objetos antiguos, de inmediato le hicieron obsequio de aquella pieza, manifestando que se sentían muy complacidos de que lo aceptara. Y así fue cuando, de regreso por tierras andaluzas, me la entregó refiriéndome su procedencia.

¿ QUÉ ERA, EN REALIDAD, AQUELLA PIEZA?.

Fué lo primero que quise saber. Y ni corto ni perezoso me apresuré a ir a Foto Quimet, para que me hiciera una fotografía de aquella pieza, que la realizó con la nitidez y el detalle que se observa en la imagen. Y de regreso a mi domicilio, escribí una carta al alcalde de Bejarín, adjuntando la fotografia, y solicitando información de aquella pieza, pensando que tendrían referencias de otros hallazgos similares en aquella zona.

Pasó el tiempo y no recibí respuesta. Luego yo mismo logré entender que había puesto en una difícil situación a aquel hombre, acostumbrado aquí, en que un alcalde necesariamente  lo tiene que conocer y saber todo, y de no ser así, para algo tiene a sus asesores.

... Y CATORCE MESES MÁS TARDE, TUVE LA RESPUESTA.



 Anverso y reverso de la carta recibida.

Cuando se me había olvidado todo este asunto, resulta que catorce meses más tarde, recibí una carta fechada el 16 de octubre de 1970, con membrete de la Universidad Autónoma de Madrid Facultad de Filosofía y Letras, con domicilio en la calle de Alfonso XII, núm. 3, de Madrid, (Particular) y firmada por Julio Fernández-Sevilla Jiménez, en estos términos:

"Muy señor mío: le escribo por indicación del Sr. Alcalde de Bejarín, en relación con la información por Vd. solicitada respecto al objeto arqueológico de su propiedad, hallada en aquel municipio.

Sin duda le extrañará que sea yo quien se dirija a Vd., y además desde Madrid. Es que aunque efectivamente vivo aquí y enseño en esta Universidad soy oriundo de aquel pueblo andaluz, allí viví los primeros años de mi vida y allí paso habitualmente las vacaciones. Por esto me rogaron diera contestación a su carta, cosa que hago con gusto aunque con retraso.

Aunque la foto es de excelente calidad, resulta difícil emitir conjeturas sobre un objeto cuyo tamaño, color, calidad, etc. se desconoce. No obstante, su forma rústica y primitiva denota que se trata de un objeto de gran antigüedad. En aquella zona no existe ningún museo arqueológico y ni siquiera se han hecho todavía excavaciones arqueológicas con carácter sistemático. Sin embargo se sabe que es zona rica e interesante en materiales pertenecientes a viejas culturas. Yo mismo he tenido ocasión de encontrar vasos de cerámica, objetos de defensa y de adorno pertenecientes a una cultura ibérica, sin duda muy floreciente, que debió desarrollarse en aquella zona probablemente entre los siglos VIII y VI antes de Cristo. Aquellos hombres solían depositar objetos de cerámica y armamento en las tumbas de sus difuntos. Es muy probable que el jarro que Vd. ahora posee permanezca a esa misma cultura y época, aunque por su forma bien podría ser romano. Pero los romanos no solían depositar ajuar funerario junto a sus muertos. Tampoco solían hacerlo los árabes, quienes,por otra parte, dejaron gran cantidad de restos y recuerdos en aquellos parajes. Si, como le han dicho,el objeto fue hallado en una tumba, con toda probabilidad se trata de una pieza ibérica-prerromana*

Esperando que esta información pueda resultarle útil, le saluda atte.,

                        Julio Fernández-Sevilla Jiménez"

Y añade de su puño y letra:

  * Quizá se trate de un ungüentario." 

   

3 comentarios:

  1. Doncs a part de que es,extraodinari aquet real relat.Va estar molt afortunat en aquella anys.Ara ni la gent que hi vivia ni la peça,trobada mai com tu saps deixerien que ningu la pogues,poseir.

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  2. Una pieza llena de historia, que solo él que la adjuntó al difunto, conoce realmente su significado, el que hayas conservado esa reliquia con el mismo cariño que te fué regalada, es un añadido a la esencia de esta pieza que tan bien supo retratar nuestro Quimet, ese fotógrafo que nos hizo a tantos sanboyanos la foto para cualquier carnet.

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  3. Quin tresor Joan, dóna-li importància doncs s'ho val, doncs sagú que coneixent-te una miqueta, deu tenir un grat record estimat per vosaltres, està clar que si, deixem dir-te que la teva promesa, et va portar un VALIÓS REGAL que amb el temps encara es valora més, GAUDEXEL cada dia, et donarà forces, les que ens falten a questos dies del joemquedoacasa, felicitats per la troballa, ara recordada per tu. jrrof

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