Pedro Bas
En agosto de 1968, el artista - pintor Pedro Bas, su esposa y sus tres hijos -- Pilarín, Carlos y Pedrito -- procedentes de Bélgica, fijaron su residencia en Sant Boi de Llobregat.
Carlos, que tenía por aquel entonces 10 años y 6 meses, fue escolarizado en las escuelas del Ateneo Samboyano, como se denominaban en aquellas fechas, y en su primer año en España sólo tiene palabras de agradecimiento, reconocimiento y elogio hacia el que fue su profesor, Don Rufino, que se esforzó en ayudarle a integrarse en una cultura distinta a la suya, de Bélgica, todo ello en muy poco tiempo.
Al llegar al final del curso escolar de aquel primer año, Carlos participó en una obra de teatro en el Ateneo Samboyano -- como se denominaba entonces -- siendo aquella representación muy celebrada por todos los asistentes que, levantados de sus asientos aplaudieron largamente aquella actuación. Su padre, emocionado y orgulloso del papel que había representado su hijo, había también aportado su granito de arena para proyectarle mayor realidad al truquillo de dotar a escondidas a su hijo de una esponjita con tinta roja, para simular la sangre en la cara que presentaba en un momento de la representación. A raíz de todo ello, sintió necesidad de perpetuar aquella representación, confeccionando al llegar a casa un vestuario para Carlos, dando imagen de suciedad, con manchas bien calculadas y recortes de ropa y un calzado viejo, dejando los dedos en el aire para proyectarle aspecto de mendigo.
Inicialmente iba a ser solamente Carlos, pero consideró que le faltaba algo que lo reforzara, y fue entonces cuando se le ocurrió incluir a otra figura para darle mayor equilibrio a la obra. La otra pieza fundamental era su hermano pequeño Pedrito, que en un momento le improvisó el disfraz con un cubito de playa en una mano.
Y esta fue la fotografia obtenida, que le inspiraría una de sus más celebradas obras
pictóricas.
pictóricas.
Explica Carlos que, cuando su padre terminaba una obra y la firmaba, se sentaba frente a ella para observarla con detalle, intentando descubrir si algo le faltaba. Y consecuentemente lo mismo hizo en aquella ocasión, cuando terminó de pintar aquella majestuosa obra.
"Niños pobres", fue el título dado a esta obra, una de las más importantes de su producción artística.
Carlos refiere que aquella fue la única ocasión que vió a su padre emocionado al ver terminada su obra. Se puso delante de él, y poniendo la mano encima de su hombro, con lágrimas en los ojos, le dijo: " Esta no es mi mejor obra. Mi mejor obra son los que están en ella".
UN VALIOSÍSIMO OBSEQUIO, QUE AHORA CUMPLIRÁ MEDIO SIGLO.
Faltaba
poco para unirme en matrimonio, con la que hoy en dia sigue siendo mi
esposa, de ello hará dentro de pocos meses cincuenta años, cuando un buen día Pedro Bas se presentó en mi domicilio, con
este cuadro a cuestas, y entregándomelo, me dijo: "Acepta este obsequio Joan. Son mis hijos. Lo que más quiero de esta vida".
Carlos, que hasta este momento no había tenido ocasión de contarme esta enternecedora y maravillosa historia, del motivo que inspiró a su padre la realización de esta majestuosa y valiosísima obra, termina diciéndome: Cuando mi padre te dijo : "Te doy lo más preciado para mi ... mis hijos", me demostró lo importante que eras tu en su vida.
Y ciertamente también lo fue él para mi, como he explicado en alguna ocasión, y jamás he dejado de reconocer que, hasta el momento actual, Pedro Bas ha sido el mejor amigo que he tenido en esta vida. Está y estará siempre presente en mi pensamiento y lo llevo y llevaré siempre, en lo más rincóndito de mi corazón. Pedro Bas sigue vivo y seguirá siempre vivo en mi.
Y Carlos termina su relato considerando que todo ello forma parte de un cordón umbilical que une la herencia con la amistad. Y ciertamente así és. Unos lazos de amistad sincera y duradera, que se mantienen intactos generacionalmente en nuestros días.
Y Carlos termina su relato considerando que todo ello forma parte de un cordón umbilical que une la herencia con la amistad. Y ciertamente así és. Unos lazos de amistad sincera y duradera, que se mantienen intactos generacionalmente en nuestros días.
Joan Jo he viscut molt a prop aquets episodis no els del artista Pedro Bas.Si els de familiarment El Pedro la,sra Pilar i els,tres fills.el meu germa Sisco era,en un temps,de adolescents la parella de la filla,la,Pili.
ResponderEliminarJoan, mi padre fue un Artista muy polifacético, pero para mi lo más importante, es que fue una buena persona, nunca le importo la cuna o la cartera de aquel que a su lado estuviera.
ResponderEliminarPor su carácter y forma de ser, tenía amigos por donde fuera, pero a la hora de considerar el verdadero valor de un AMIGO, no lo era cualquiera, el decía
"Un amigo ni se fabrica ni se compra, es la vida quien te lo regala"
y yo sé de primera tinta y por haberlo oido en su boca,
"Joan ha sido ese amigo que me ha regalado la vida".
Joan, tu naración en su honor es muy bella, pero solo es la punta del iceberg de aquella amistad que le regalo la vida.
No te ragalo es cuadro como una estampita o regalo de bodas, su gesto fué para decirte
"Eres de mi familia".
Joan, mi padre me paso el relevo de esa maravillosa amistad, la cual tendo el HONOR de poder disfrutar, yo igual que él, sigo considerándote un miembro más de nuestra familia.
GRACIAS JOAN, GRACIAS POR TU MARAVILLOSA AMISTAD.
Gracies Joan, per acostar-me a aqueta anècdota de VIDA! Que bonic, tendre, majestuós, ple d’amistat i amor, GRAN REGAL els seus dos fills, com per dir-te ets més que un amic, ets família...jrrof
ResponderEliminarGracias a todos vosotros por vuestros comentarios, y también por los recibidos via e-mail. Este cuadro permanece y ha permanecido siempre, en el lugar más idóneo de mi hogar. En Sant Boi, estaba en la pared de enfrente del vestíbulo de entrada, de manera que era lo primero que se veia al entrar en casa, y en la Garriga, en el lugar más destacado del comedor, y constituye la admiración de las personas que me visitan. Incluso mi hijo David, afectado de autismo de Kanner, los sábados de cada semana, cuando está sentado en la mesa para comer, no aparta ni un moment la vista del cuadro. Como si viera algo. Y ciertamente ha de ser así, lo que nosotros ignoramos las buenas sensaciones que emana y que él percibe en toda su intensidad. Tiene un encanto profundo y muy especial.
ResponderEliminarJoan, el quadre em sembla molt bó. M'agrada espacialment la cara del nen petit. Però el que és sensacional és la foto. Una abraçada
ResponderEliminarMoltes gràcies Albert. Així és. Avui en dia, aquest nen petit és una persona de constitució corpulenta , experimentat i bon conductor de la companyia d'autobusos grogs, Mohn,S.L., que porta molts anys fent el recorregut Gavá, Viladecans, Plaça d'Espanya de Barcelona. ¡¡ Quantes voltes que dona la vida !!!.
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