domingo, 12 de diciembre de 2021

" MI NAVIDAD EN UN PSIQUIÁTRICO ", UN LIBRO QUE ABORDA LA PROBLEMÁTICA DE LOS TRASTORNOS MENTALES DESDE LA EXPERIENCIA PERSONAL DE SU AUTORA.


 Portada del libro.


Mariàngela Urbina Castilla, autora del libro.


Mariàngela Urbina Castilla es una joven periodista que una noche sintió la necesidad de quererse morir un poco, pero sólo un poco, y para ello decidió pasar una semana de Navidad internada en un hospital psiquiátrico.

A través de las anotaciones efectuadas en su diario, intentando conseguir una imagen honesta y humana de las personas allí asiladas, fue descubriendo los hilos emocionales  que la conectaban con otros compañeros de reclusión, y en un juego de espejos logró descifrar los conflictos de los demás, que reflejaban el suyo propio.

Aquellas anotaciones, escritas en el momento y lugar de los hechos, componían  aquellas instantáneas de las aflicciones que normalmente aquejaban  a personas muy distintas de nuestros tiempos, estremeciendo a cualquier lector por su profunda autenticidad.

Una voz genuina y llena de autenticidad  desprenden las páginas del libro, que ciertamente guardan una historia basada en hechos reales, en la que explica un viaje tremendo e inspirador de confrontación y búsqueda de respuestas al interior de uno mismo.

Este libro venía construyéndose incluso antes de que su proyecto digital tomara forma, y terminó de concretarse después de estar, su autora, internada en un hospital psiquiátrico de Bogotá (Colombia), decisión verdadera difícil, atendido que estaba lejos de su domicilio familiar y en época navideña, pero consideraba que era un asunto ineludible.

Mariàngela pensó, en aquel momento, ¿qué más podía permanecer abierto en aquella fecha que no fuera un establecimiento psiquiátrico?. Pues aquel día  todo el mundo está con su familia celebrando la Navidad. Ella no hizo planes. Dejó que su familia quedara en Calcuta, donde había nacido, mientras ella permanecía sola en Bogotá, y llegadas las 23:30 horas llamó a la puerta del hospital psiquiátrico y le abrió un celador.

Para ella, entender las razones por las cuales había decidido tomar aquella decisión , consideraba que eran determinantes para su futuro, atendido que el sentimiento de tristeza que le invadía, la llevaba a pensar en quererse morir un poquito, ¡¡ Pero sólo un poquito !!, porque no quería morirse del todo, puesto que sentía  curiosidad de saber lo que vendría  para su vida más adelante, y precisaba entender de donde procedía aquel profundo dolor que estaba experimentando.

Uno de los principales objetivos que ella se planteó al escibir el libro, fue el de empezar a desmitificar  los trastornso mentales, atendido que en el mundo se calcula que existen alrededor de trescientos cincuenta millones de personas que se encuentran afectadas por la depresión, siendo el peor desenlace de aquella enfermedad, el suicidio.

En definitiva, el libro pone sobre la mesa, una historia personal con la que muchas personas se identificaron, ubicándose en la piel de quienes padecen algún trastorno psiquiátrico, y en los zapatos de quienes les acompañan en este pedregoso camino.

 

2 comentarios:

  1. "MI NAVIDAD EN UN PSIQUIÁTRICO"
    Me ha hecho recordar que un año estando en el Sanatorio psiquiátrico de Sant Boi, como hermano de San Juan de Dios, responsable del pabellón de San Isidro. (Tengo escrito en otro lugar que el pabellón de San Isidro era como "un culo de saco", donde se alojaban los enfermos crónicos finales).
    Un día de Navidad, tengo anotado que era el año 1964, pregunté a un enfermo que padecía esquizofrenia catatónica, si sabía que día era, su respuesta fué: "Que importa que día es hoy, aquí todos los días son iguales, de la cama al comedor, del comedor al patio, del patio al comedor y del comedor a la cama".

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    1. Ciertamente así era, Gabriel, y agradezco esta aportación tuya. Las personas que llevaban años asiladas, llegaban a perder la noción del tiempo, y podían saber si era domingo o no por la celebración de la Eucaristía en la Iglesia del establecimiento. Y si algunos podían discernir la Navidad, podía ser porque lo relacionaban con la comida extraordinaria y los turrones que se les ofrecía aquel día.

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