El Teniente Coronel Juan Yagüe Blanco, apodado " El carnicero de Badajoz", desde que mandó fusilar, solamente en Badajoz, a cuatro mil personas.
En el día de hoy se cumplen 82 años de la cruel matanza de unos enfermos mentales, que hambrientos y semidesnudos, vagaban por los campos lindantes con el río Llobregat, próximos al manicomio, para poder llevar a sus estómagos cualquier producto comestible que hallaran a su paso, y que los legionarios del Tte. Coronel Yagüe, los cazaron a tiros, como si fueran conejos.
Recuerdo que, siendo niño, Pere Rabassa Montserrat, primo de mi abuela materna, que trabajaba de jardinero en la sección de hombres del manicomio de Sant Boi, explicó a mis padres que cuando los "nacionales" entraron en Sant Boi, el 25 de enero de 1939, mataron a tiros a unos enfermos mentales que vagaban por las orillas del río Llobregat en busca de alguna fruta u hortaliza para poder saciar su hambre.
Aquel episodio caló muy hondo en mi, en mi tierna edad, y jamás se borró de mi mente, y a pesar de mis indagaciones en la edad adulta, jamás conseguí conocer nuevas aportaciones que me permitieran conocer con mayor detalle y rigurosidad, lo acontecido en aquella fecha y en aquel lugar.
Joan Sardà, una de las muchas personas consultadas, me explicó que cuando tuvieron noticias de que las tropas franquistas habían entrado en Tarragona, el 15 de enero de 1939 y todo hacía presagiar la rendición de Barcelona en cuestión de días, hubo en Sant Boi una desbandada general para no caer en manos de las tropas franquistas, y el manicomio fue abandonado por quienes, desde que se inició la contienda bélica, se habían incautado de los dos hospitales psiquiátricos, abandonando a su suerte al reducido número de enfermos que todavía habían conseguido sobrevivir a aquellos duros años.
Finalmente, años después, tuve ocasión de conocer que aquel triste episodio está recogido en unas breves líneas del libro " El sable del Caudillo" (1), así como en la revista que acompañaba la edición dominical de "La Vanguardia", que se hacía también eco de este hecho, al comentar la edición del libro de José Luís de Vilallonga (2), en estos términos:
"25 DE ENERO DE 1939
Las fuerzas de Yagüe han atravesado el río Llobregat. Los locos del manicomio de Sant Boi andan sueltos y semidesnudos por los campos. Los legionarios los cazan a tiros como si fueran conejos"
No sorprende el sádico comportamiento de los legionarios al mando del Tte. Coronel Juan Yagüe Blanco, que tuvo especial protagonismo en la sublevación del Ejército contra la II República Española, destacándose al frente de la columna que ocupó Extremadura y en la Batalla del Ebro, siendo el responsable de las masivas matanzas que dejaba en los lugares por donde pasaba. Solamente en Badajoz, donde desencadenó una feroz represión, mandó fusilar a cuatro mil personas, siendo conocido, a partir de aquel momento como "El carnicero de Badajoz". De ahí que no es de extrañar que ordenara a sus hombres a ejecutar con semejante sadismo a aquellos pobres enfermos mentales que habían conseguido sobrevivir hasta aquel fatídico momento, a pesar de las carencias médicas necesarias desde que comenzó la guerra fraticida, de las muchas enfermedades que a diario mermaban la población manicomial y a la falta continuada de vestimentas y alimentos.
(1)"El sable del Caudillo Franco. Guerra y muerte". Segunda entrega del libro de José Luís de Villalonga, de 1936 a los fusilamientos de 1975. Editorial Plaza - Janés Editores, S.A. . Barcelona.
(2) Revista suplemento dominical de "La Vanguardia". Domingo, 19 de octubre de 1997. "El sable del Caudillo". Pág. 9
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