Nunca me cansaré de agradecer, a la Residència La Pineda, de Terrassa, las muchas atenciones recibidas, muy conscientes de las delicadas situaciones que nos afecta a las familias de los usuarios y usuarias de aquel establecimiento, a consecuencia de la pandemia que padecemos, y que, entre otras muchas determinantes circunstancias, supone la confinación de nuestros hijos e hijas para protegerlos de este temible Covid-19.
Estas situaciones, que afectan tan profundamente y determinante en nuestras respectivas formas de vida, especialmente en lo referido a las relaciones que manteníamos con nuestros hijos e hijas asistidos en aquel establecimiento, con las salidas periódicas a sus respectivos domicilios familiares, han alterado considerablemente nuestras propias maneras de ser e incidiendo psíquicamente en nuestros organismos.
Los profesionales que trabajan en la Residencia La Pineda, son muy conscientes de todo ello, y consecuentemente ponen a nuestra disposición todos los medios a su alcance y más, para ofrecernos todo aquello que, en cierto modo, pueda aminorar estos estados anímicos en las familias de los usuarios y usuarias, como son, entre otros, las facilidades de establecer comunicación telefónica tantas veces como cada familia necesite, y el frecuente envío de fotografías y vídeos de sus respectivos hijos e hijas asistidos en aquella residencia.
En el día de hoy, con motivo de mi 76 aniversario, me he visto muy gratamente sorprendido por el envío, inesperado, de las fotografías que encabezan estas líneas, en que mi hijo David sostiene un cartel felicitándome en esta fecha. Aparte, también he recibido unos vídeos, que contento y alegre manifiesta alegría. En definitiva, el mejor obsequio que podía recibir en este día, y que en cierto modo ha aminorado el deteriorado estado de ánimo que me afecta, por las graves y preocupantes circunstancias que nos rodean.
Mi público agradecimiento a la gran familia formada por todos los excelentes profesionales que dedican cada día y en cada momento, sus esfuerzos y sus capacidades, para hacer más llevadero nuestros estados anímicos y, muy especialmente, para conseguir cada día una mayor calidad de vida para todos y cada una de las personas asistidas en aquel establecimiento. Muchísimas gracias, una vez más. por todo ello.
Joan FELICITATS! Estic amb tu, quina alegria, simple però axis de GRAN, res que acabis de passar-lo be, tens tot l'any per gaudir-los! Abraçades
ResponderEliminarMoltes gràcies Josep. Aquesta inesperada felicitació ha aconseguit aixecar-me els ànims, que darrerament els tenia prou decaiguts per les circumstàncies que aquest maleit virus ens está generant.
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