Nicholas Winton, que salvó a 669 niños judíos del holocausto.
De entre los mayores héroes de la Segunda Guerra Mundial, cabe referir un joven corredor de bolsa inglés, Nicholas Winton, que arriesgó su vida durante los tiempos del Holocausto, para salvar la vida , con una mezcla de ingenio y organización, a 669 niños judíos.
Todo empezó cuando llegó a Praga, con la intención de pasar unas semanas de vacaciones esquiando, pero un amigo le pidió que le ayudase en las tareas de asistencia en los campo de refugiados de la zona, donde miles de personas vivían en unas condiciones infrahumanas.
Aquella situación le marcó profundamente, y consecuentemente decidió montar una oficina improvisada en la habitación del hotel donde se hospedaba y, sin pérdida de tiempo, empezó a elaborar un plan de trabajo con el propósito de sacar del país a tantos niños judíos como fuera posible, para llevarlos a otros países con la finalidad de salvar sus vidas.
Al poco tiempo recibió un alud de solicitudes. Pidió refugio para los niños y hombres a las naciones extranjeras, pero solamente Suecia se comprometió a ayudar a algunos niños, así como Gran Bretaña, que le puso una serie de condiciones.
Nicholas Winton tuvo que volver a su trabajo en Reino Unido, y aprovechó su estancia para gestionar con toda rapidez el auxilio a los niños. Apoyado por un grupo de entusiastas salieron a pedir ayuda a las iglesias y a las familias. Y una buena parte del pueblo se volcó, aceptando varios hogares hacerse cargo de los niños y de sus gastos.
El primer transporte de estos 669 niños judíos fue en marzo de 1939, y en los meses siguientes se organizaron otros siete transportes, todos por ferrocarril. Todo se desarrollaba de acuerdo con lo que estaba previsto. Había miles de solicitantes de asilo, con lo que el flujo de refugiados podría continuar. Pero el día 1 de septiembre de aquel año, el tren que salía de Praga, nunca llegó a su destino. En él iban a viajar otros 250 niños, pero la fatalidad hizo que aquel mismo día, Alemania invadió Polonia, y cerró las fronteras. El transporte, literalmente, desapareció, y ninguno de los menores volvieron a ser vistos con posterioridad. Fueron 250 víctimas que se sumarían a los más de 15.000 niños asesinados en Checoslovaquia en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial.
Nicholas Winton no habló con nadie de estos hechos hasta cincuenta años después, cuando casualmente su esposa encontró en el ático de su vivienda, unos documentos llenos de nombres y fotografías. Era el listado de los niños que había salvado.
Años más tarde, en 2003, la Reina Isabel II le concedió el título de Caballero, y la República Checa le concedió la condecoración de la Orden del León Blanco en 2014. Tenía 105 años de edad, y al año siguiente falleció.
Pero de Nicholas Winton ha quedado para la posterioridad otro impresionante documento, gracias a un programa de la BBC en el año 1988. Los responsables de That's Life, qusieron darle a Nicholas Winton una sorpresa. Lo invitaron, junto con un numeroso grupo de personas en la audiencia, y se sentaron a su alrededor. No le dijeron de que se trataba el programa. Tampoco le explicaron quienes eran los asistentes. El resultado está recogido en un video, donde se produjo una emotiva reacción de Nicholas Winton, al verse rodeado de las personas que en día fueron los niños que él había salvado, que acudieron acompañados de sus familiares. Resultó indescriptible narrar las escenas registradas en aquel acto.
Ante las atrocidades de algunos, siempre hay alguien que ariesga su vida para dar luz a esa oscuridad.
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