La huelga de tranvías de Barcelona, el día 1 de marzo de 1951 fue el inicio de un movimiento huelguístico en la Ciudad Condal, como anticipo de una huelga general convocada para el 22 del mismo mes, y que fue secundada por una importante parte de la población trabajadora, consistiendo en un boicot que los ciudadanos de Barcelona hicieron a la Compañía de Tranvías, considerada la última batalla de la generación que perdió la guerra, atendido que, por vez primera desde la finalización de la guerra civil española, se producía una huelga prohibida por el Régimen y motivo de aversión para Francisco Franco, por considerarlo como la ley de la selva de sociedades primitivas, y supuso una de las primeras manifestaciones contra el franquismo.
En Barcelona empezaron a circular consignas para que no se utilizaran los tranvías, como protesta por el aumento del precio del billete, que suponía agravio comparativo con Madrid, y visto el profundo malestar entre la población por las durísimas condiciones de vida de la mayoría de la ciudadanía desde la finalización de la guerra civil española.
En el transcurso de dos semanas, la población se negó masivamente a utilizar este transporte público, realizando los desplazamientos a pie y participando al mismo tiempo en las numerosas manifestaciones de protesta, ocasionando actos vandálicos y con la quema de uno de los tranvías.
El gobernador civil de la Provincia, Eduardo Baeza Alegría, utilizó a la guardia civil, estableciéndose duros enfrentamientos con los manifestantes, con el resultado de varias personas muertas.
Finalmente, tanto él, como el alcalde de Barcelona, José María de Albert Despujol, fueron destituídos de sus cargos y la subida de precios del tranvía, fue anulada.
Es lamentable tener que llegar a estos extremos para frenar la especulación y los
ResponderEliminarinterés de cuatro caziques mandatarios.