LA TRADICIÓN DE LA CASTAÑADA Y LOS PANELLETS, EN LA FESTIVIDAD PREVIA AL DIA DE TODOS LOS SANTOS.

Castañas asadas

 Distintas variedades de panellets.

Estamos en puertas de la festividad de Todos los Santos, y con ella, previamente, la noche anterior, la tradicional castañada, acompañada de los apetecibles panellets.

EL ORIGEN DE LA CASTAÑADA Y  TODOS LOS SANTOS.

Esta tradición tiene su origen en las culturas paganas, como la Celta, pero es a partir del siglo IX, bajo la influencia cristiana, cuando se convirtió en una fiesta para celebrar el Día de los Difuntos, el día 31 de octubre, justo un día antes de Todos los Santos, el 1 de noviembre.

La castañada  se ha extendido con el paso de los años como una gran tradición, para comer en familia, castañas, panellets y boniatos asados, acompañado de vino dulce, como el moscatel.

Una de las tradiciones refiere que, antiguamente, los campaneros hacían repicar las campanas de las iglesias durante toda la noche del día 31 de octubre, y alternándose entre ellos, durante los descansos, comían castañas y bebían moscatel para calentarse. Por otra parte, las personas, y especialmente los niños, se concentraban en las plazas de los pueblos para consumirlas, y se organizaban grandes castañadas populares.

EL ORIGEN DELS PANELLETS.

Se dice que el origen de los panellets es musulmán, atendido que los primeros testimonios proceden de Mallorca, una de las islas con dominio muy importante en el periodo histórico del Islam, llegando posteriormente a Barcelona donde terminó adquiriendo una gran popularidad, en que, en lugar de venderse se sorteaban en los antiguos cafés, especialmente en los existentes en los alrededores de las Ramblas, donde se celebraban grandes sorteos para poder hacerse con estos sabrosos dulces.

Durante la noche del día 31 de octubre, en todos los hogares de Catalunya, las familias confeccionaban y dejaban los panellets encima de la mesa para ofrecerlos a sus  difuntos, atendido que decía la tradición que en el transcurso de la noche de Todos los Santos, los familiares fallecidos verificaba si sus descendientes  los recordaban, y si no era así, podían jugarles "malas pasadas".