FAMILIAS DEL MUNICIPIO DE GEEL (BÉLGICA ), ACOGEN, DESDE HACE 700 AÑOS, A ENFERMOS MENTALES EN SUS CASAS.

 250 familias del municipio de Geel (Bélgica), en la provincia de Amberes,  a unos 700 kilómetros de Bruselas, acogen en sus hogares a enfermos mentales, manteniendo viva una tradición que se inició hace siete siglos.

LA LEYENDA

Cuenta la leyenda que a finales del siglo VI, Dimfna, princesa irlandesa convertida al cristianismo, huyó de su país acompañada de su confesor para escapar de las proposiciones  incestuosas de su padre.  Perseguidos y capturados en Geel, tuvieron ambos un final trágico. El rey de Irlanda ordenó ejecutar al religioso, y personalmente decapitó a su hija. En aquellos trágicos momentos se dice que algunos locos presentes, recuperaron la razón, y posteriormente se observaron  milagrosas curas ante la tumba de la joven mártir.

LA REALIDAD

Por razones no  bien definidas, a partir del siglo XII Geel se convirtió en un lugar de peregrinación, donde acudían personas con desarreglos mentales con la esperanza de curarse.

Dimfna fue canonizada y se construyó una iglesia en su honor, convirtiéndose en la patrona de los locos.

A partir de aquel momento, la costumbre de ver a los locos y convivir con ellos, fue arraigando, y los canónigos de la iglesia de Santa Dimfna fueron confiando a las familias del municipio, a los cada vez numerosos enfermos no curados, y esta tradición, iniciada en la Edad Media, se mantuvo en el tiempo y suscitó gran interés y debate entre los alienistas del siglo XIX, en que los enfermos de la mente  paseaban libremente por las calles de Geel con el beneplácito de los vecinos, contrastaban fuertemente con los que eran sometidos al encierro en manicomios.

En estos últimos años, la comunidad de Geel, que cuenta con 35.000 habitantes, se ha considerado un antecedente de las colonias terapéuticas, e incluso, un ejemplo con el que ilustrar la necesaria integración de los servicios de salud mental en el resto de las estructuras sociales.

El objetivo sería superar el aislamiento, el estigma, la extrema dependencia y la pérdida de autonomía, que el asilo produce  en las personas que sufren  enfermedad mental.  

Gozos a la Gloriosa Virgen y Mártir Santa Dimfna