domingo, 20 de noviembre de 2022

SALUD MENTAL : LA FRUSTACIÓN DE NIÑOS, FAMILIAS Y PROFESIONALES.


 Con este mismo titular, el diario publicado en lengua catalana "ARA", dedica su editorial, en su edición del dia de hoy, domingo, 20 de noviembre de 2022,  refiriendo esta grave problemática en estos términos, que reproduzco traducidos.

"Faltan recursos para tratar los problemas de salud  mental de niños,  adolescentes y jóvenes. La pandemia ha disparado los casos y los profesionales solamente han  llegado a parar el golpe en los más graves. A los  restantes no les queda más remedio que a esperar..., i en la espera hay, frecuentemente, una pendiente de empeoramiento. Solamente las familias que disponen de recursos  pueden acudir a la medicina privada. La pública no da abasto.

Estamos hablando de angustias, anorexias, y bulimias, autolesiones, crisis de agresividad, depresiones, situaciones de ansiedad, tendencias al aislamiento... La lista es larga. Las familias  -- sin experiencia -- y las escuelas -- también sin suficientes manos y  profesionales especializados -- no tienen las herramientas para  abordar este auge de problemas de salud mental que afecta chicos y chicas. La presión ambiental para ser normal, para tener éxito, para no decepcionar a los adultos, es alta. La presión de las redes sociales -- al margen del control de padres y maestros -- y del consumismo ambiental, también. En muchos casos, además, encuentra a faltar un entorno que permita una socialización adecuada con amigos y adultos ; la falta de referentes y la soledad , son factores que pueden desencadenar inseguridades y comportamientos de riesgo. Estos entornos precarios, ciertamente, se dan más en familias socialmente vulnerables que viven en la precariedad. El vínculo entre pobreza y salud mental es  relevante.

Este es el panorama. En 2021 se calculó un 47% más de trastornos entre niños y adolescentes. Y según los expertos, las cifras continúan subiendo. Se estima que en Catalunya entre un 10% y un 20% de los menores, sufren algún tipo de afectación. Además, las patologías se están agravando. Es decir, que estamos delante de una crisis cuantitativa y cualitativa -- de casos cada vez más graves -- delante la cual es preciso actuar con urgencia y decisión desde el sistema de salud, lo cual no se está produciendo. El cambio hacia un modelo de atención más comunitario y preventivo va en buena línea, pero avanza con demasiada lentitud, y en todo caso, el punto de partida es muy bajo; en Catalunya solamente hay 10 profesionales por cada 100.000 habitantes, muy por debajo de la  media europea (18). El resultado es que las listas de espera llegan hasta los tres meses, y van en aumento. Entre dos y tres niños de cada cuatro que sufren situaciones mentales delicadas no pueden ser atendidos por los psicólogos públicos. Si estás mal, te aguantas y esperas. Has de estar muy mal para  ser atendido con inmediatez. Y estamos hablando de niños y niñas que lo están pasando mal, que están somatizando situaciones pospandémicas complicadas.

En consecuencia, la radiografía ahora mismo, es que  en términos de salud mental juvenil  se está generando frustación en los enfermos, en las familias y en los propios profesionales".




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