jueves, 24 de julio de 2014

UN MOTORISTA HERIDO FUE TRANSPORTADO EN UN COCHE FÚNEBRE AL ESTABLECIMIENTO SANITARIO MÁS PRÓXIMO: UN MANICOMIO. ( ENERO DE 1962)

Vista general  de la Clínica Mental de Jesús, antiguo manicomio provincial de Palma de Mallorca, donde fue conducido el herido en la parte trasera de  un coche fúnebre.


A veces, en el diario acontecer de nuestros días, nos encontramos inmersos de repetente ante una determinada situación y, sin pensarlo dos veces, movidos por la mejor de las intenciones y guiados de buena fe, tomamos decisiones que luego, cuando todo ha pasado, nos damos perfecta cuenta de su resultado. En ocasiones acertamos y en otras lamentamos lo ocurrido.

Un buen ejemplo de  estas situaciones,  fue la rocambolesca historia,en este caso  con final feliz,  ocurrida en Palma de Mallorca en los primeros días del mes de enero de 1962, en que, según una noticia de la agencia CIFRA publicada en "La Vanguadia" (1) refería que un motorista, a consecuencia de un pinchazo en la rueda delantera, sufrió una aparatosa caída, quedando  tendido en el suelo con pérdida de conocimiento.

En aquellos momentos, por el lugar  donde ocurrió el accidente, atinó a pasar un coche fúnebre que regresaba de efectuar un servicio, y el  personal que lo conducía no dudó ni un solo instante en recoger al herido, acomodarlo de la mejor manera posible en la parte trasera del vehículo  y trasladarlo al establecimiento sanitario más cercano, que resultó ser la Clínica Mental de Jesús, antiguo manicomio provincial, donde fue asistido de urgencia y posteriormente trasladado en ambulancia a la Casa de Socorro.

El motorista no presentaba heridas de gravedad, pero su asombro fue mayúsculo cuando se enteró de que había sido trasladado en la parte trasera de un coche fúnebre y recibida la primera asistencia en una clínica mental, sede del antiguo manicomio provincial.


(1) "La Vanguardia" Viernes, 12 de enero de 1962. Pág. 4

miércoles, 16 de julio de 2014

ENCONTRADOS EN LAS PLAYAS DE PREMIÁ DE MAR Y MATARÓ, TROZOS DE BARANDILLA DEL PUENTE DE SANT BOI DE LLOBREGAT ( 25 DE SETIEMBRE DE 1901)

El río Llobregat desbordado a su paso por Sant Boi de Llobregat, inundando todo el delta y causando desgracias personales y materiales. (Setiembre de 1901)

Las fuertes lluvias caídas en la madrugada y tarde del sábado, 21 de setiembre de 1901, inundaron completamente los términos municipales de El Prat de Llobregat, Sant Boi de Llobregat y Sant Vicenç dels Horts, así como otras poblaciones del delta del Llobregat. " Se sabe que un niño murió ahogado y muchas casas se hallan en peligro" (1). En El Prat de Llobregat falleció también ahogada una mujer que no tuvo tiempo de abandonar su vivienda, en cuyo interior el agua alcanzó una altura de metro y medio.

"En San Baudilio de Llobregat se hundió un puente de la carretera". "El puente por donde el río empezó a desbordarse está situado en una curva próxima á San Baudilio, y desde él se precipitó á través de los campos hasta la vía férrea" "El puente de madera que unía por carretera á Cornellá con San Baudilio se hundió interceptando las comunicaciones" (2)

TROZOS DE BARANDILLA DEL PUENTE, EN LAS PLAYAS DEL MARESME.

Parte de la barandilla del puente de madera que resultó arrasado por la fuerza de las aguas, fueron  halladas en las playas del Maresme. " En las playas de Premiá de Mar y Mataró han sido encontrados trozos de la barandilla del puente de San Baudilio" (3)


(1) "La Vanguardia" Domingo, 22 de septiembre de 1901. Pág. 1
(2) "La Vanguardia" Lunes, 23 de septiembre de 1901. Pág. 1
(3) "La Vanguardia" Miércoles, 25 de septiembre de 1901. Pág 2

lunes, 14 de julio de 2014

VICENÇ ZENÓN I BIOSCA, UNA PERSONA QUE PERDURA EN EL RECUERDO.

U
Una imagen habitual. Vicenç Zenón de pié, con ropa de trabajo y el brazo derecho  extendido hacia la pared, en la puerta de su taller, en el número 5 de la Plaça de Catalunya de Sant Boi de Llobregat,  rodeado de personas del vecindario de edades distintas, con quienes mantenía siempre muy buenas relaciones.

Vicenç Zenón i Biosca (Freginals (Montsià) 1 de julio de 1913 - Sant Boi de Llobregat (Baix Llobregat) 3 de setiembre de 1990) fue una persona que perdura en el recuerdo de la mayoría de quienes tuvieron ocasión de conocerlo y de tratarlo.

Junto con sus padres y hermano, a los 13 años se trasladó  a Sant Boi de Llobregat, y después de asistir poco tiempo a la escuela, se puso a trabajar de aprendiz en un taller de bicicletas -- Cal Corrons -- en la Rambla. En 1934 entró en quintas, pasando voluntariamente al Cuerpo de Carabineros, y en la Guerra Civil española se mantuvo fiel al régimen republicano. En 1937 se casó con Francesca Planeses, y fruto de aquel matrimonio nacieron sus tres hijos, Pepita, Sisco y Gloria.

Acabada la contienda bélica, un día reparando y girando la rueda de una bicicleta, le vino en mente una luminosa  idea, que hizo realidad,  habida cuenta de la necesidad de dotar de electricidad a una masía de Sant Boi de Llobregat, haciendo posible que, aprovechando los mecanismos de los molinos de viento, experimentó con éxito la conexión de la rueda móvil de las aspas de una rueda de bicicleta,  mediante una cadena que permitía el movimiento de una dinamo, y ésta al girar por la fuerza del viento, producía un fluido de corriente eléctrica que permitía el funcionamiento de algunas bombillas de la casa.

En el número 5 de la Plaça de Catalunya de Sant Boi de Llobregat instaló un taller artesano donde empezó a fabricar bombas y motores de los utilizados para subir agua de los pozos, acequias y canales, y fruto de sus investigaciones registró y patentó las siglas GEMZ (Generadores Electromecánicos Zenón).

En 1948 mientras reparaba la bomba de un pozo,  sufrió un grave accidente  que le ocasionó importantes lesiones, que conllevó la amputación de  la pierna derecha.

A pesar de este gravísimo  percance, no dejó de trabajar en ningún momento,  y en el transcurso de casi medio siglo de profesión, sus aparatos se encuentran instalados en varias comarcas de Catalunya y  de Aragón, del País Valenciano, en las islas mallorquinas, en tierras de Castilla, Andalucía y en países allende nuestras fronteras, tales como Francia, Holanda, Venezuela y Cuba entre otros. 

Decía al inicio de estas líneas, que el recuerdo de Vicenç Zenón perdura en el recuerdo de la mayoría de las personas  que tuvieron ocasión de conocerlo y de tratarlo. Cuando en el transcurso de su trabajo se tomaba unos minutos de descanso y salía a respirar aire fresco en la puerta de su taller, no tardaba en verse acompañado de personas de todas las edades que acudían a saludarle, porque para todos y para cada uno,  tenía las palabras y el motivo de conversación adecuado.

De ello puedo dar fiel testimonio, por haberlo presenciado en muchas ocasiones y por haber mantenido también largas y amenas conversaciones con él,  de las que siempre aprendía alguna cosa que me era desconocida. Sus palabras eran siempre muy aleccionadoras, por lo que  resultaba muy gratificante compartir en su compañía aquellos momentos.

Vicenç Zenón fue una persona sencilla y muy humana,  que dejó profunda e  imborrable huella a su paso por esta terrenal existencia.