David manifiesta sus sentimientos con sus repetidos y frecuentes abrazos a su madre.
Es posible que en más de una ocasión , habremos escuchado decir que, las personas con autismo, no tienen sentimientos, pero esto no es así.
Vayamos a romper este falso mito.
La persona humana es social por naturaleza, y en consecuencia está necesitada de afecto, aunque se presente algún tipo de trastorno.
Las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) tienen la capacidad de experimentar sentimientos, y requieren del cariño de los demás. Sin embargo, su dificultad para identificarlos, manejarlos, comprenderlos, y en especial para expresarlos, puede llevar a pensar que carecen de ellos.
¿Cuál es la diferencia clave?
En ocasiones, su forma de querer, de expresar o pedir afecto, es distinta de la manera a la habitualmente estamos acostumbrados. Pero, tenemos que tener en cuenta, que el hecho de que algunos no nos expresen su cariño de la forma y manera habitual, no significa que no sientan. Ellos también sienten amor, rabia, alegría, culpa, interés, miedo, entre otras. Sin embargo esto cambia en función de la persona, sus rasgos, su personalidad. Hay personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) muy cariñosos. Otros poco cariñosos o que incluso rechazan el contacto físico, atendido que afectan muchos factores.
¿Qué necesitan de nosotros?
* Una gran dosis de paciencia y empatía.
* Cercanía. Que sepan que nos tienen a su lado.
* Adaptación. Somos nosotros los que tenemos que adaptarnos a ellos en sus dificultades y no al revés.
* Seguridad. Nosotros somos su mayor apoyo.
PROCEDENCIA:
Patricia Cuevas. Equipo de Evolutea.