domingo, 26 de septiembre de 2010

EL REGLAMENTO PARA EL BUEN RÉGIMEN Y ADMINISTRACIÓN DEL CEMENTERIO DE SAN BAUDILIO DE LLOBREGAT (AÑO 1877)


Resulta curioso de constatar que en el año 1877, el municipio de San Baudilio de Llobregat (actual Sant Boi de Llobregat), que tenía registrada una población de 3.430 habitantes, dispusiera de un REGLAMENTO PARA EL BUEN RÉGIMEN Y ADMINISTRACIÓN DEL CEMENTERIO DE LA VILLA DE SAN BAUDILIO DE LLOBREGAT, compuesto de 76 artículos. (1)
En aquella época el cementerio era gestionado por una Junta Administrativa, que estaba compuesta de este modo: "Alcalde Presidente; Rdo. Cura-párroco,Vice-Presidente, dos indivíduos del magnífico Ayuntamiento, un Obrero de la Parroquia, un Profesor de Medicina, un Framacéutico y cuatro Vocales vecinos de la villa, cuyos nombramientos serán hechos por el Excmo. Sr. Gobernador Civil de la provincia á propuesta del magnífico Ayuntamiento" (2)
Sin embargo, los motivos por los cuales se confecció este Reglamento tan completo para un municipio con un número de habitantes relativamente bajo, posiblemente habría que buscarlos en la existencia del Instituto Manicómico que fundara el Dr. Antonio Pujadas y Mayans en el año 1853 en esta villa, en un antiguo convento de Padres Servitas, y que en el año 1877 tenía a 674 enfermos mentales asilados, habiéndose registrado, hasta aquella fecha, un total de 1.364 defunciones en su hospital psiquiátrico.
En aquella época eran frecuentes los fallecimientos por catalepsia(3), y existía un pánico generalizado a ser enterrado vivo a causa de presentar este estado, habida cuenta de que las personas más propensas a ello se observaba en la esquizofrenia, histeria, diferentes psicosis, síntomas parkinsonianos y postencefalíticos, entre otros, por lo que las instituciones psiquiátricas tenían más posibilidades de registrar estos casos. De ahí la importancia que dedica este Reglamento a estas posibles circunstancias.Véase el artículo 36: " En el depósito deberá estar el ataud abierto, y atado en la muñeca del cuerpo depositado, un cordón que corresponda á una de las campanillas que habrá colgadas en el cuarto del custode, las cuales estarán numeradas, lo mismo que el punto donde cuelguen los cordones para saber dónde corresponde el llamamiento, en caso de verificarse".
El artículo 37, a su vez recoge que "Si sonare alguna de las campanillas, luego el custode deberá acudir inmediatamente á la sala del depósito, abrigará con mantas y prestará todos los socorros que estén á su alcance al paciente, lo trasladará luego que sea posible á su habitación, lo meterá en una cama y sin pérdida de momento avisará á un facultativo y á la familia del paciente. Todos los gastos que ocurriesen para su socorro, deberá abonarlos la familia del mismo."
(1) Reglamento para el Buen Régimen y Administración de la Villa de San Baudilio de Llobregat. Barcelona. 1877. Fue aprobado por el Gobernador Civil de Barcelona el día 13 de octubre de 1.877.
(2) Ibid. Artículo primero
(3) Estado biológico en el cual la persona yace inmóvil, en aparente muerte y sin signos vitales, cuando en realidad se halla en estado inconsciente.

domingo, 19 de septiembre de 2010

TOMATES Y PATATAS PARA DOS CONJUNTOS MUSICALES EN SAN BAUDILIO. (ABRIL 1966)

El conjunto musical "Los Rompetechos" (1966)
Dedicatoria: "A nuestro querido presentador recordando el "show" de Vendrell, que estuvo como nunca"

Crónica de Joan Vendrell Campmany,publicado en el vespertino barcelonés "Tele/eXpres", el sábado 16 de abril de 1966.

¡Qué tiempos aquellos!. Era la maravillosa década de los años sesenta del siglo pasado. Eran los inicios de los conjuntos musicales. En Sant Boi de Llobregat sobresalieron desde el primer momento dos de ellos: "Los Rompetechos" y " Los Lleltelman's".La primera vez que se presentaron juntos en un mismo escenario fue en el Centro Católico de Sant Boi de Llobregat, en abril de 1966. Sin más preámbulos me limito a reproducir la crónica que publiqué en el diario "Tele/eXpres" (1)
"TOMATES Y PATATAS PARA DOS CONJUNTOS MUSICALES EN SAN BAUDILIO.
Con ocasión de celebrarse en esta villa un festival benéfico, en que actuaban los conjuntos locales "Los Lleltelman's" y "Los Rompetechos", se originaron, promovidos por gente jóven y fanática una serie de disturbios y vergonzosos actos de gamberrismo que rebasaron todos los límites. Los seguidores de "Los Rompetechos" lanzaron gran cantidad de tomates al escenario mientras actuaban "Los Lleltelman's", manchando los decorados y motivando la suspensión temporal del festival.
Restablecido el orden se reanudó el programa, y ya en sus primeras interpretaciones, " Los Rompetechos" fueron acometidos con patatas de regulares proporciones, siendo entonces preciso suspender definitivamente el acto, que coincidió con la tardía intervención de las autoridades y originándose, seguidamente, una verdadera batalla campal a la salida del edificio; ofreciendo una triste y vergonzosa estampa de indisciplinada formación. La tumultuosa masa, opuso resistencia a las autoridades antes de ser definitivamente dispersada.
A pesar de la aparatosidad en que se desarrollaron los hechos, no hubo que lamentar desgracias personales, y los destrozos causados son de poca consideración.
Nadie se explica como el Ayuntamiento permite celebrar espectáculos públicos sin la presencia de la correspondiente autoridad. El organizador del acto, don Jaime Ramoneda Rabassa, nos ha informado que, con tiempo suficiente, solicitó dos guardias municipales, y que luego no enviaron. También se comenta con indignación el hecho de que, avisados de los alborotos iniciales, sólo compareció un municipal, el cual, como se comprenderá, fue totalmente insuficiente para contener a la tumultuosa y fanática concurrencia. Finalmente intervinieron fuerzas de la Guardia Civil.
Esperamos que en lo sucesivo, y visto el desprestigio que esta vergonzosa manifestación ha significado para nuestra localidad, sean adoptadas las oportunas medidas que aseguren a nuestros convecinos, un mínimo de seguridad en cualquier orden y en cualquiera de los aspectos.
Juan VENDRELL-CAMPMANY"
CONSECUENCIAS:
Las consecuencias no se hicieron esperar. El Gobernador Civil de Barcelona y Provincia, requirió la presencia inmediata del alcalde, don José Milá Gelabert, que recibió una dura reprimenda por haberse celebrado este acto sin haber solicitado previamente la preceptiva autorización del Gobierno Civil.
El Obispo de Barcelona, telefoneó muy enfadado al cura-párroco de la Parroquia de Sant Baldiri, mosén Francisco Fradera Vallés, por ser esta Parroquia propietaria del edificio del Centro Parroquial donde se celebró el acto. Consideró el obispo que era una especie de sacrilegio celebrar un festival de música moderna en un edificio dedicado exclusivamente a fines religiosos.
El Cabo-Comandante del Puesto de la Guardia Civil, don Antonio Suárez Alcáraz, tuvo que dar explicaciones a la Superioridad, por no haber confeccionado y enviado el correspondiente atestado por la actuación de las fuerzas de la Guardia Civil a su cargo.
Ni el párroco ni el Cabo-Comandante de la Guardia Civil se enfadaron conmigo, pero el alcalde, don José Milá Gelabert estaba con un cabreo de padre y muy señor mío. Fui requerido para que me presentara de inmediato en el Ayuntamiento, donde fui recibido por el Jefe de Protocolo y Oficial Mayor, don Andrés Amat Amigó, que con un semblante muy serio, me hizo saber que el alcalde estaba muy enojado conmigo " por la crónica que había sacado en el periódico, y que no quería verme ni en pintura". En consecuencia me ordenó que "no pisara el Ayuntamiento al menos durante los próximos tres meses". Así lo hice. No era la primera vez que me "sancionaban" con esta medida.
He de reconocer que al redactar la crónica lo hice con todo realismo, bajo los efectos todavía del enfado al resultar con el traje y la camisa manchados de tomates, al ser alcanzado de lleno por los primeros "proyectiles" que se lanzaron al escenario, atendido que estaba actuando como presentador de aquel acto.
(1) "Tele/eXpres". Sábado, 16 de abril de 1966. Sección Toda Cataluña.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

EL PAPEL MONEDA DE CURSO LEGAL EN TIEMPOS DE GUERRA, EN VILABOI (19 DE MAYO DE 1937)

Papel-Moneda emitido por el Ayuntamiento de Vilaboi.
(Colección numismática Joan Vendrell Campmany)

Muy pocas veces, en la historia de un pueblo, de una villa o de una ciudad, le corresponde el privilegio de poder emitir moneda propia de curso legal. Sin embargo, esta circunstancia se produjo en la mayoría de municipios de Cataluña durante la guerra civil española (1936 - 1939), y el municipio de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), no fue una excepción.
Cuando estalló la contienda fraticida, a los municipios de Cataluña cuya toponimia tenía relación con el santoral, se les cambió el nombre por otro que estuviera más en consonancia con el nuevo orden social que se estaba instaurando. Estos cambios fueron autorizados por la modificación de la Llei Municipal Catalana de 6 de octubre de 1936 y sus nombres tenían que proponerse al Govern Català, que los aprobaba por Decreto.
El municipio de Sant Boi de Llobregat se acogió a esta modificación, y durante la guerra civil su toponimia pasó a ser VILABOI.
Hasta entonces eran de curso legal los billetes de la Monarquía Española, emitidos por el Banco de España, y cuyo valor nominal más bajo era el billete de veinticinco pesetas ; las monedas de plata de 5, 2 y 1 pesetas y cincuenta céntimos; cuatro modelos diferentes de 25 céntimos de níquel, y las monedas de cobre de 10 y 5 céntimos.
La alteración de las circunstancias económicas a consecuencia de la guerra tuvo, entre otras consecuencias, la desaparación de la moneda fraccionaria, siendo las de plata las primeras que escasearon, al ser atesoraras por los particulares ante la incertidumbre de la situación que se estaba viviendo, sin que se pudiera evitar, a pesar de los numerosos Decretos dictados por el gobierno de la Generalidad de Cataluña en la que prohibía y amenazaba con sanciones aquella ocultación.
Sin embargo, atendida la incapacidad del Ministerio de Finanzas del gobierno de la República Española, al cual le correspondía dotar al territorio republicaano de moneda legal fraccionaria del Banco de España, provocó que en todo el territorio republicando en general, y a Cataluña en particular, una grave perturbación de la vida económica, por la imposibilidad de la devolución de cambio, es decir, moneda fraccionaria. La circunstancia obligó al Gobierno de la Generalidad de Cataluña a afrontar la situación y con fecha 21 de setiembre de 1936 tomó la iniciativa de crear papel moneda catalán, de curso legal, en todo el territorio autonómico.
Visto todo cuanto antecede, el Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat emitió, con fecha 19 de mayo de 1937, moneda de papel correspondiente a los valores de una peseta y de 50 y 25 céntimos. La emisión estaba garantizada con un depósito efectuado, al efecto, en el Banco de Vizcaya del municipio y reintegrable a la Caja Municipal. Los billetes estaban numerados y se conocen numeraciones de estas emisiones en tinta roja y en tinta negra. Para evitar falsificaciones, llevaban un sello en seco. Fueron impresos en los talleres Tipográfica Emporium, en el número 55 de la calle de Casanovas, de Barcelona. Más tarde se imprimieron unos discos de cartón con valores de 10 céntimos y 5 céntimos respectivamente. Los billetes iban firmados por el Alcalde-Presidente Sr. Vandellós, de Esquerra Republicana de Catalunya, que era el partido político que en aquella época tenía mayoría en el municipio; el Depositario, Sr. Raventós y el Secretario, Sr. Baldiri Déu.
Los días 8 de enero y 25 de febrero de 1938, el Gobierno Central, mediante Decretos del Ministerio de Fianzas y Economía publicados en la Gaceta de la República, invocaba que, de acuerdo con la Constitución, la emisión de moneda correspondía al Estado Español, y prohibía, al mismo tiempo, la emisión y circulación de todo el papel moneda y otros signos monetarios emitidos por Corporaciones y Organismos regionales o municipales, declarándolos ilegales y ordenando que fueran cambiados por moneda nacional en el plazo de un mes.
A pesar de ello, hubo ciertas resistencias en obedecer aquellas órdenes, y una parte mayoritaria de moneda local, continuó circulando hasta finales del año 1938
PROCEDENCIA
Vendrell Campmany, Joan. "El papel moneda de curso legal en tiempos de guerra, en Vilaboi (19 de mayo de 1937)". Nas de Barraca, diari mensual independent del Baix Llobregat. Núm. 283 (Edició Digital nº 86). Sant Boi de Llobregat. Marzo 2010.

domingo, 5 de septiembre de 2010

EL 11 DE SEPTIEMBRE DE 1.964 FUI DETENIDO POR VISITAR LA TUMBA DE RAFAEL CASANOVA

Cartel de una "Diada del 11 se setiembre"
Tumba de Rafael Casanova en el interior de la iglesia parroquial de Sant Baldiri, de Sant Boi de Llobregat.
Iglesia parroquial de Sant Badiri, de Sant Boi de Llobregat, en cuyo interior está la tumba de Rafael Casanova.
Durante la dictadura del general Francisco Franco, estaba prohibida toda manifestación o acto en recuerdo del que fue Conseller en Cap, Rafael Casanova(1). En consecuencia, la fecha del 11 de setiembre de cada año, el monumento erigido en la Ronda de Sant Pere esquina con Alí Bey, de Barcelona, obra del escultor Rossend Nobas, estaba fuertemente custodiado por las Fuerzas de Seguridad del Estado, al igual que la iglesia parroquial de Sant Baldiri, de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), donde reposan sus restos mortales.
En los años de mi adolescencia y juventud, era yo muy radical , catalanista y luchador antifranquista, anheloso del restablecimiento de la democracia en España.
Uno de los episodios vividos se remontan al 11 se setiembre de 1964. Por aquel entonces tenía 19 años de edad. En aquella fecha, como de costumbre, los accesos a la iglesia parroquial de Sant Baldiri, de Sant Boi de Llobregat, estaba vigilada por miembros de la Policía Nacional, Guardia Civil y efectivos de paisano de la policía Político- Social.
A pesar de ello, con toda naturalidad, me introducí entre el entramado policial y accedí al interior del tempo dirigiéndome directamente ante la tumba de Rafael Casanova, y permaneciendo en pie, en posición respectuosa por espacio de poco más de una hora. Observé que imediatamente accedieron también dos personas vestidas de paisano, que, sin molestarme mientras estuve allí, permanecieron a una distancia prudente uno de ellos, mientras el otro aguardaba junto a la puerta de salida. Cuando definitivamente me retiré, ambos salieron tras de mi, y ya en el exterior, se identificaron como miembros de la policía Política-Social y me pidieron la documentación. Al hacerles entrega de mi documento nacional de identidad, observaron que en la billetera llevaba una cinta con los colores de la bandera catalana, que me fue arrebatada. Tomaron nota de mis datos personales y me devolvieron la documentación . Les pregunté si podía irme y me respondieron afirmativamente.
Fui directo a casa porque intuí lo que sucedería después. Y efectivamente, media hora más tarde, aproximadamente, llamaron al tiembre. Era la guardia civil , que me llevó detenido a la Casa -Cuartel del municipio. Tras un rato de espera el Cabo-Comandante, Antonio Suárez Alcaraz me estuvo interrogando por espacio de más de una hora. Al término del interrogatorio me fueron obtenidas las huellas dactilares de todos y de cada uno de mis dedos y el fotógrafo "Quimet" fue requerido a presentarse para sacarme fotografías de frente, de ambos perfiles y de atrás. Posteriormente, cuando anochecía, fui puesto en libertad.
Luego, desde el Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat, se divulgaron versiones falsas de este hecho. Se potenció mi imagen de catalanista y se agregó la de "rojillo". Se dijo que yo había acudido a la tumba de Rafael Casanova para depositar un gran ramo de flores.
La prensa divulgó que "En la iglesia parroquial de Sant Boi de Llobregat, donde está la tumba de Rafael Casanova, la policía interrogó a diversas personas que rendían un homenaje silencioso a la gran figura del 1714. detuvieron a Joan Vendrell" (2). Un libro publicó "11 de setiembre de 1964.- Multa de 25.000 pesetas impuestas a Joan Vendrell, de Sant Boi de Llobregat, por haber organizado un acto conmemorativo ante la tumba de Rafael Casanova de dicha localidad (3). Debo de aclarar que no es cierto que me impusieran esta sanción económica, como tampoco lo es que organizara ningún acto conmemorativo. Así lo hice saber, por escrito, en su día, a los editores del libro, para que rectificaran en posibles futuras ediciones.
Sin embargo sufrí otras consecuencias. Me fue retirado el pasaporte por espacio de cinco años. Como sea que en aquella época cubría las informaciones de la Copa de los Pirineos de rugby para "Tele/eXpres", en la que participaban equipos catalanes y del sur de Francia, bajo la responsabilidad del presidente de la Unión Deportiva Santboiana, la Guardia Civil me concedía un salvoconducto de 48 horas de duración, para poder cruzar la frontera con el vecino país francés.
En el cumplimiento del Servicio Militar, tenía garantizado, por recomendación de una orden religiosa, que después del periodo de campamento de tres meses en Sant Climent Sescebes (Girona), sería destinado a la Base de Parques y Talleres de Automovilismo de la IV Región Militar, que está muy próxima a mi domicilio. No fue así, siendo destinado a La Seu d'Urgell (Lleida), a 10 kilómetros de Andorra, en una agrupación de Cazadores de Montaña, donde enviaban a todos los que, cumpliendo el Servicio Militar, tenían antecedentes delictivos o bien sus padres habían tenido responsabilidades de mando en el ejercito republicano.
También me advirtieron que no perdiera el tiempo estudiando periodismo, puesto que, con mis antecedentes, no me permitirían "jurar los Principios Fundamentales del Movimiento". Don Enrique del Castillo, que en aquella época era director del "Diario de Barcelona" me consoló, y me dijo textualmente que "con el título o sin él, podía seguir trabajando en el diario". Y así estuve hasta que, con el fallecimiento de D. Miguel Mateu, su propietario e impulsor, dejó de publicarse, habiendo sido hasta aquel momento decano de la prensa continental, fundado en 1792.
(1) Rafael Casanova i Comes, nació en Moià (Barcelona), alrededor del año 1660. Estudió la carrera de derecho y se casó con una santboiana, María Bosch Barba.El 30 de noviembre de 1713 fue nombrado Conseller en Cap, que lo convertía en la primera autoridad barcelonesa. El cargo llevaba aparejado el grado de Coronel de la Coronela, la milicia ciudadana de los gremios.
Durante los días 12, 13 y 14 de agosto , se produjeron los primeros asaltos contra la ciudad de Barcelona, que fueron rechazados. El 11 de setiembre se dirigió al sector de Portal Nou, retrocediendo a la Casa de la Ciudad para sacar la bandera de Santa Eulalia, muy venerada por los barceloneses en aquella época y capitanear con ella un contrataque, juntando las últimas reservas combativas. Sobre la Muralla de Jonqueres se produjo el choque combativo. La lucha fue muy intesa y prolongada, en la que Rafael Casanova fue herido de bala que le atravesó el muslo de una de sus piernas de la que fue atendido en el Colegio de la Merced. Depués de caer la ciudad de Barcelona en manos del enemigo, el rey Felipe V, y temerosos de la represión de que pudiera ser víctima, algunos familiares y amigos lo hgicieron pasar por fallecido, hasta que en 1719, aprovechando posiblemente una aministía, reapareció en público y ejerció de abogado en Barcelona, hasta que en 1737 se retiró a vivir en su propiedad de Sant Boi de Llobregat, donde falleció el 3 de mayo de 1743.
(2) "L'avenç". L'onze de setembre de 1964. Publicado por Robert Surroca i Tallaferro, en marzo de 1985. Publicado en catalán.
(3) Solé i sabaté, Josep M. i Villarroya, Joan "Cronología de la represió de la Llengua i la Cultura Catalanes (19366-1975)". Pág. 207. Barcelona. 1994. Publicado en catalán.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

EL ACENTO CATALÁN ME IMPIDIÓ ACCEDER A LA PROFESIÓN RADIOFÓNICA (AÑO 1965)


Joan Vendrell, presentando el festival de Fin de Curso 1966 -67 en el
"Ateneu Santboià"
(Foto Segura)


Desde mis primeros años de la adolescencia, había soñado con dedicar mi vida profesional a la radiofusión. Me apasionaba el mundo de la comunicación y era un asíduo de los programas radiofónicos.

En Sant Boi de Llobregat, municipio de mi residencia, en aquella época ejercía de corresponsal para el matutino "Diario de Barcelona" y el vespertino "Tele/eXpres", de la capital catalana, y era colaborador de la revista local "Vida Samboyana". Con frecuencia era requerido para presentar alguna velada, "show", acontecimientos sociales, fiestas de fin de curso escolares, etc. También cuando organizábamos excursiones colectivas mi puesto era siempre el asiento del lado del conductor del autocar, y animaba con el "micro" el viaje, entrevistado a las personas que nos acompañaban, contando chistes o explicando episodios históricos del lugar o lugares que íbamos a visitar. El "micro" me atraía.

En junio de 1964 me matriculé en unos cursos de esta especialidad y al año siguiente acudí a una convocatoria de Radio Nacional de España en Barcelona, cuyos estudios estaban situados en una planta superior del emblemático edificio situado en el Paseo de Gracia, número 1 (junto a Plaza de Cataluña), de la Ciudad Condal.

Recuerdo que la prueba de selección fue muy completa, con una duración aproximada de cuatro horas. Terminé contento , porque consideré que la había realizado satisfactoriamente . El puesto a cubrir era para principiante de locutor. Un traje a mi medida, pensé yo.

Días después recibí una citación, para conocer el resultado. Acudí animado, pero tuve una gran decepción cuando el Sr. Luís Pruneda -- locutor, presentador y actor, que por aquel entonces era Jefe de Emisiones, y fue quien me examinó, me felicitó por la nota conseguida, pero me sugirió que ,durante un periodo entre cuatro y seis meses, me fuera por la parte de Valladolid, con la finalidad de adquirir el acento, puesto que se me notaba mucho el "deje" catalán.

Evidentemente que no entraba en mis planes irme a vivir casi medio año en Valladolid o sus proximidades, por lo que renuncié en el futuro a probar nuevos retos en el mundo de la radio, atendido que a la vista de lo acontecido, era condición "sine quanum" hablar con un perfecto acento la lengua de Cervantes, es decir, el español.

Pues a otra cosa, mariposa, como vulgarmente se dice.