Vista aérea del Hospital General del "Parc Sanitari Sant Joan de Déu", de Sant Boi de Llobregat, inaugurado el día 2 de julio de 2010.
Recuerdo que hace muchísimos años, cuando por la "Tele" en blanco y negro se emitía aquella famosa serie "La España de los Botejara", que para cualquier prueba que pedía a sus pacientes, el médico de cabecera de la Seguridad Social de Sant Boi de Llobregat, se tenía que acudir a Barcelona. Luego, con el paso de los años, y gracias a la iniciativa personal del Dr. Morales, se construyó un Hospital Comarcal en el municipio que, concertado con la Seguridad Social, evitaba la mayoría de aquellos engorrosos y molestos desplazamientos. Pero aquel Hospital Comarcal con el paso de los años y el crecimiento demográfico de los municipios vecinos, quedó insuficiente, hasta que el día 2 de julio de 2010 se inauguraba el Hospital General del "Parc Sanitari Sant Joan de Déu", que daba cumplida y satisfactoria respuesta a las necesidades de la población de Sant Boi de Llobregat y de los municipios vecinos.
Sin embargo, parece ser que los recortes que el gobierno de la Generalitat de Catalunya ha aplicado al sistema sanitario catalán en general, ha afectado a algunos de los servicios que estaba ofreciendo este Hospital General, concretamente el servicio de Radiología, a tenor de lo vivido en mi persona esta misma tarde.
Resulta que he acudido a visitarme al CAP Vinyets por unas molestas dolencias que desde hace algún tiempo vengo padeciendo en una de mis rodillas. Después de ser explorado por la doctora que me ha atendido, ha manifestado detectar una inflamación, por lo que ha procedido a recetarme un fármaco antiinflamatorio con las indicaciones precisas en su suministro, al tiempo que ha considerado conveniente solicitar una radiografía de la rodilla afectada.
Sin embargo resulta que, para la obtención de esta radiografía, tengo que desplazarme al municipio de Sant Vicenç dels Horts, en el ambulatorio que la Seguridad Social tiene en aquel municipio, atendido que, en el Hospital General "Parc Sanitari Sant Joan de Déu", de Sant Boi de Llobregat, existe mucha demora, según ha manifestado la doctora. En el ambulatorio de Sant Vicenç dels Horts, la radiografía me la han programado para mañana. Mayor rapidez, imposible.
Sin embargo mi decepción ha sido semejante a la que experimentó aquel muchacho presumido, de poblada cabellera, que se pasó largos años de su vida ahorrando para comprarse un peine, y cuando por fin consiguió reunir el dinero necesario para adquirirlo, descubrió que ya no lo podía utilizar, porque con los años transcurridos, se había quedado calvo. Y yo, como tantos otros usuarios de la sanidad pública catalana, festejando en su día la inauguración de este grandioso y confortable hospital, provisto de todos los medios necesarios y equipado con los más modernos aparatos tecnológicos sanitarios, resulta que, para ser sometido a una sencilla radiografía que conlleva tan solo unos minutos, he de desplazarme a Sant Vicenç dels Horts para ser objeto de este servicio.
Los siempre sufridos y nunca bien ponderados pensionistas -- como es en mi caso -- resulta que si no tenemos todavía suficiente empobrecimiento en nuestras migradas economías -- con las pensiones congeladas, el pago del euro por receta y la parte correspondiente a los medicamentos retirados, para que encima tengamos que utilizar el vehículo propio y efectuar un desplazamiento de 12 kilómetros (ida y vuelta) para ser atendidos en el servicio de Radiología. Y quienes no disponen de vehículo propio, a "molestar" a familiares o amigos para que les acompañen, o requerir los servicios de taxi en última instancia.
Todo ello me recuerda un retroceso que me sitúan en aquellos tiempos de "La España de los Botejara". Y lo que más me preocupa, es que temo -- y motivos no me faltan -- de que esto no va acabar precisamente aquí. Vivir para ver.