martes, 30 de noviembre de 2010

DIECISIETE MUERTOS Y OCHO HERIDOS GRAVES EN EL ACCIDENTE OCURRIDO EN EL PASO A NIVEL DE TORRE RAMONA, EN SUBIRATS (BARCELONA). (19 DICIEMBRE 1929)

El chasis del autobús siniestrado, matrícula T-3148 apareció a 200 metros del paso a nivel. (Foto: A. Marletti)Una de las víctimas del accidente (Foto: A. Marletti)

Identificación de los cadáveres (Foto: A. Marletti)
Tomando anotaciones del suceso
(Foto A. Marletti)

Traslado de los cadáveres al cementerio de Subirats.
(Foto: A. Marletti)




Autoridades y vecindario en el lugar del accidente.
(Foto: A. Marletti)





Los cadáveres ya identificados, en espera de la práctica de la autopsia, en el cementerio de Subirats. (Foto: A. Marletti)






Acto previo a la autopsia de los cadáveres.
(Foto: A. Marletti)







Las autopsias se realizaron al aire libre, entre los nichos del cementerio de Subirats. (Foto: A. Marletti)








Colocando los cadáveres en los ataudes.
(Foto: A. Marletti)









Autoridades y vecindario en el cementerio de Subirats.
(Foto: A. Marletti)











El conductor del autobús siniestrado, Magín Boqueras, que resultó con heridas leves, atendiendo en su domicilio de Vilafranca del Penedés a un redactor de "El Día Gráfico" (Foto: A. Marletti)

Desgraciadamente cada año, cuando se aproximan las fiestas de Navidad, acostumbra a ocurrir, en cualquier lugar del planeta, algún accidente que se cobra la vida de un determinado número de personas, y el luto y el dolor ensombrecen la alegría de aquellas fechas.
En mis archivos he encontrado unas fotografías del fotógrafo A. Marletti, de "El Día gráfico", que corresponden a la tragedia que vivió Cataluña en la mañana del día 19 de diciembre de 1929, cuando un autobús con capacidad para 30 viajeros, que cubría el trayecto de Vilafranca del Penedés a Barcelona y viceversa, resultó arrollado por un tren en el paso a nivel de Torre Ramona, en el término municipal de Subirats, en la provincia de Barcelona, y que se saldó con diecisiete personas fallecidas y ocho heridas graves de diversa consideración.
LA CAUSA DEL ACCIDENTE
El guardabarrera encargado de la vigilancia del paso a nivel de Torre Ramona era, en el momento de ocurrir el accidente, Arturo Benaiges, que suplía al guardabarrera habitual, que aquel día le correspondía descanso.
Cuando ocurrió el accidente, Arturo se encontraba en el interior de la casilla del guardabarrera, distante unos quince metros del paso a nivel, mirando por una de sus ventanas, en dirección a Gelida, atento a la llegada de un tren de mercancías que tenía su paso por aquel punto en aquella hora.
Este tren de mercancías, procedente de Barcelona, y el tren directo de Picamoixons, que colisionó con el autobús, se cruzaban ordinariamente en la estación de Sant Sadurní d'Anoia, pero resulta que el día del accidente, al ir con retraso el mercancías, se había calculado el cruce en Gelida. Por esta circunstancia, Arturo, creyendo que como de costumbre, el mercancías pasaría antes que el de pasajeros, no se preocupó de este último, esperando antes la llegada del otro, sorprendiéndole la catástrofe cuando aguardaba antes la llegada del tren de mercancías , y en consecuencia, con las barreras levantadas.
EL PARTE OFICIAL
El parte oficial que se recibió en el Juzgado de Guardia, decía lo siguiente:
"A las once y media ha llegado a esta capital el tren descendente de Tarragona número 46 que en el paso a nivel del kilómetro número 62, entre Gelida y San Sadurní de Noya arrolló a un ómnibus de viajeros que presta servicio entre Villafranca del Panadés y esta ciudad. Conducía a cuatro hombres y tres mujeres heridas y además a otra mujer que murió al entrar el tren en agujas. Los heridos han sido trasladados para ser curados en esta ciudad" (1)
(1) "La Vanguardia", viernes, 20 de diciembre de 1929, página 10.





sábado, 20 de noviembre de 2010

LOS REQUISITOS PARA EMPEZAR A TRABAJAR SIENDO MENOR DE EDAD. (AÑO 1960)

Anverso del tríptico
Reverso del tríptico

Terminados mis estudios de bachillerato, empecé a trabajar el día 1 de octubre del año 1960. Cómo que en aquel entonces no tenía todavía decidida la profesión que debía ejercer, a través de unos amigos de mis padres consiguieron colocarme en un taller de joyería situado en la parte alta de la ciudad de Barcelona, en horario de 09:00 horas a 13:00 horas y de 15:00 horas a 17:00 horas,(1) y de 18:00 horas a 21:00 horas acudía a la Escuela Industrial, para estudiar en Artes y Oficios la profesión de joyero, habiendo aprobado los dos primeros cursos, correspondiente a los dos años que trabajé en en aquella empresa, y que abandoné porque no acababa de satisfacerme aquella profesión.
Pero no se trata de referir aquí y ahora el "curriculum vitae" de mis actividades laborales, sino de comentar los requisitos que se precisaban para empezar a trabajar siendo menor de edad, como fue en mi caso.
En primer lugar tuve que ir al estanco a comprar un tríptico de la Inspección de Trabajo. Este tríptico contenía los tres certificados que exigía el artículo 16 del Reglamento para la aplicación de la Ley de 13 de Marzo de 1900, es decir, el PERMISO PATERNO, en el cual mi padre tuvo que comparecer ante el alcalde del municipio de mi residencia, para que éste diera fe de que me concedía permiso para efectuar trabajos industriales.
EXTRACTO DEL ACTA DE NACIMIENTO , que consistía en la certificación extendida por el Juez y el Secretario del Juzgado correspondiente -- en mi caso el Municipal número 8 de Barcelona -- de los datos de mi nacimiento, y finalmente, la CERTIFICACIÓN FACULTATIVA, en que el médico certificaba que había sido vacunado, que no padecía enfermedad contagiosa alguna y que me consideraba apto para trabajar.
Con este triptico debidamente cumplimentado por las tres partes, la empresa podía proceder a cumplimentar el correspondiente contrato de trabajo y a extender la correspondiente alta al Régimen General de Cotización a la Seguridad Social.
(1) Recuerdo que mi primer salario era de 50'00 pesetas semanales, y los gastos ascendían a 42'50 pesetas semanales, consistentes en el abono semanal para los desplazamientos en los Ferrocarriles Catalanes (actualmente Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya), de Sant Boi de Llobregat a Barcelona y viceversa, que suponían 35'00 pesetas semanales, a las que debían añadirse las 7'50 pesetas semanales del tranvía de la línea 54 que me trasladaba de la parada más próxima del taller de joyería a la Escuela Industrial. No tenía gasto de comida del mediodía porque acudía a casa de mi abuela materna, en la calle de Sant Medir, en la barcelonesa barriada de Sants, donde tenía un establecimiento de pesca salada.

sábado, 13 de noviembre de 2010

CUANDO LA PALABRA " ROJA" TODAVÍA ESCANDALIZABA EN SANT BOI DE LLOBREGAT (SETIEMBRE 1968)

Cruce de la Riera Roja con la carretera a Santa Cruz de Calafell(C-245) durante las obras, en 1968.
(Foto: Joan Vendrell Campmany)


Recuerdo que era un sábado de la segunda quincena del mes de agosto de 1968 que, estando cumpliendo el servicio militar en La Seu d'Urgell (Lleida), me habían concedido permiso de fin de semana para disfrutarlo en mi domicilio familiar. En aquella época seguía colaborando como corresponsal en el vespertino barcelonés "Tele/eXpres" y, en aquella ocasión, haciendo un recorrido por Sant Boi de Llobregat, municipio de mi residencia, me percaté de que en el cruce del vial que actualmente se denomina Ronda de Sant Ramón con la carretera de Santa Cruz de Calafell (C-245), unas máquinas excavadoras estaban efectuando unos movimientos de tierras. Me interesé para conocer en que consistían aquellas obras y el capataz me enseñó unos planos y me explicó que para evitar aquel peligroso cruce -- por el que se accedía a una de las zonas industriales-- se iba a urbanizar una plaza circular conforme aquellos planos, con la finalidad de facilitar una mayor fluidez del tránsito rodado y evitar los accidentes que con frecuencia se produicían en aquel lugar. Como sea que los fines de semana el Ayuntamiento estaba cerrado y la tarde del domingo tenía que regresar al acuartelamiento militar de La Seu d'Urgell, preparé, sin más, una pequeña información que el diario "Tele/eXpres" publicó en su edición del día 26 de agosto de 1968, bajo el título "NUEVA PLAZA EN S. BAUDILIO", y que textualmente decía:
"Se está trabajando de manera acelerada en la construcción de la plaza Roja, que está ubicada en la carretera de Santa Cruz de Calafell a su paso por la villa.
La finalidad de esta plaza, de forma circular, será la de regularizar debidamente el tráfico, mediante unos jardines y señalizaciones que desviarán el tránsito a sus respectivos ramales.
El hecho de que esta plaza sea denominada con el nombre de Roja, obedece simplemente a que, hasta la fecha de construcción de estas viviendas, en este lugar discurría la Riera Roja.
No se ha fijado todavía el plazo de apertura e inauguración, pero en vista de la celeridad con que se han emprendido las obras, podemos aventurar que será en breve".
Hasta aquí la noticia. Y yo no me enteré del revuelo que aquella noticia había causado en el Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat hasta que algún tiempo después me lo comentó Ramón Rovira Salvatella, Jefe de la sección "Toda Cataluña" del referido periódico barcelonés. Me explicó que el alcalde de Sant Boi de llobregat, José Milá Gelabert, muy enfadado, les había mandado una carta en la que se quejaba, de una manera muy desproporcionada, por el hecho de que se había publicado que aquel lugar era la Plaza Roja. Otra cosa hubiera sido -- me explicó Rovira Salvatella -- que hubiera pedido una nota aclaratoria en el sentido de que aquella plaza no tenía todavía asignada una toponimia oficial, pero de ahí a arremeter como lo hizo, por el simple hecho de que había aparecido la palabra "Roja", medía un abismo. En consecuencia no se la publicaron
Pasados unos días, y en vista de ello, mandó llamar al periódico exigiendo su publicación. Para zanjar el enojoso asunto, "Tele/eXpres" se mantuvo en la postura de no publicarla, pero sí que le dió contestación en su edición del día 21 de setiembre de 1968 en estos términos:
"RESPUESTA AL ALCALDE DE SAN BAUDILIO DE LLOBREGAT.
Del alcalde de San Baudilio de Llobregat, don José Milá, hemos recibido una atenta carta, fechada el día 13 de setiembre, en la que expone su personal interpretación respecto a la nota aparecida en nuestro periódico el pasado 26 del mes de agosto, nota que, según afirma, ha llegado precisamente el día 13 a su conocimiento.
Han sido precisas casi tres semanas para que el señor alcalde se enterase de que nuestro corresponsal en aquella localidad había escrito que una plaza que estará ubicada en la carretera de Santa cruz de Calafell a su paso por la villa sería bautizada con el nombre de plaza Roja.
Señor alcalde nuestro corresponsal basa su afirmación en el hecho de que por aquellos andurriales discurría la llamada Riera Roja por lo que el pueblo la ha butizado con el nombre de plaza de la Riera Roja o plaza Roja, a falta de una denominación oficial que usted, en su carta, reconoce que todavía no tiene.
Señor alcalde, la palabra rojo o roja, no está excomulgada en España. Utilizamos incontables veces este calificativo para definir el color de la camiseta con que nuestros deportistas defienden nuestro pabellón en competiciones internacionales o de la franela de nuestros toreros cuando se mece al viento como una bandera, y nadie se escandaliza. Bien que no se bautice la plaza con el nombre de Roja, hemos sido muchas veces testigos de que algo se denomine contra la voluntad o el deseo popular, pero, por favor señor alcalde, no queramos hacer ver fantasmas donde no los hay.
R.R."
Una vez más, el Jefe de Protocolo del Ayuntamiento, Andrés Amat Amigó,contactó conmigo para recomendarme que, cuando terminara el servicio militar, que ya faltaba poco, estuviera algún tiempo sin pasarme por el Ayuntamiento. Que el alcalde estaba muy furioso conmigo y mejor sería que no me viera durante una temporada -- me aclaró.

domingo, 7 de noviembre de 2010

UNA NOCHE DE PATRULLA CON LA POLICIA MUNICIPAL DE SANT BOI DE LLOBREGAT (MAYO 1970)

Encabezamiento de la página dedicada a la Policía Municipal, en la revista local
"VIDA SAMBOYANA"

Plaza de José Antonio (actual Plaça de l'Ajuntament) en aquella época, con el edificio del Ayuntamiento en la derecha de la imagen.
En los últimos años de la década de los años 70 del siglo pasado, se había constatado un aumento de la delincuencia en Sant Boi de Llobregat, que especialmente incidía en la noche de los sábados al domingo.
Por aquel entonces se contaba con muy escasos medios para hacer frente a estas situaciones, y se suplía con la entrega, el esfuerzo y la dedicación de los efectivos que velaban para garantizar el orden público, que se resumía en cuatro números de la Guardia Civil con un Cabo-Comandante de Puesto y unos pocos agentes de la Policía Municipal.
El servicio se iniciaba a las 22:00 horas y finalizaba a las 06:00 horas del día siguiente. Normalmente lo efectuaba la unidad móvil número 2 con una dotación de dos agentes de la Policía Municipal y dos números de la Guardia Civil, y el vehículo iba provisto de un aparato transmisor-receptor conectado con Jefatura, situado en la planta baja del Ayuntamiento. El recorrido era de una media de 75 kilómetros por servicio y abarcaba la totalidad del área municipal.
Recuerdo que, ambicioso en narrar con todo detalle las incidencias de este servicio en la revista local "Vida Samboyana", en la sección "Policía Municipal... Policía Municipal... Policía Municipal... ", se me concedió la debida autorización y el sábado 23 de mayo de 1970, a las 22:00 horas me subí a la unidad móvil número 2 para acompañar a los dos agentes de la Policía Municipal y a los dos números de la Guardia Civil que estaban de servicio aquella noche.
Transcribo a continuación algunos párrafos que se publicaron en la revista local "VIDA SAMBOYANA"
"En el momento de la partida se está comentando la pelea habida en el parque de atracciones de la plaza de Calvo Sotelo. Uno de los participantes resultó con heridas de escasa consideración en el rostro. Se confeccionó el correspondiente atestado en el Cuerpo de Guardia del Parque y Talleres de Automovilismo de la IV Región Militar."
"En el cruce de las calles de Cervantes y Pablo Piñol, el turismo matrícula B-758.363 se estrelló contra la pared. Iba conducido por el teniente Agustín Nogales Benitez, de 53 años de edad que resultó con heridas graves, al igual que uno de los acompañantes, siendo trasladados por los agentes de la Policía Municipal al Hospital de San Lorenzo, en la vecina población de Viladecans"
Siguen otras pequeñas actuaciones que no refiero aquí y ahora, Más adelante figura "... se patrulla por el sector industrial y en la Plaza del Llobregat se observa un turismo "Seat-600 D" circulando a poca velocidad y que el acompañante del conductor lleva sujeta, por la ventanilla abierta, una bicicleta. Resultan ser unos accidentados, y en el asiento posterior del vehículo llevan la otra bicicleta colisionante. Se les advierte del peligro de circular en aquellas condiciones y se les indica que uno de ellos viaje en bicicleta para cubrir la corta distancia que les separaba de sus domicilios, en el vecino municipio de Cornellá de Llobregat".
"En la Plaza de Cataluña unos jóvenes están riendo alborotadamente en medio de la calzada, bajo los efectos del alcohol. Se les invita a que vayan a sus casas sin promover escándalo. Así lo hacen.
"En el sector "Cinco Rosas" los bares están llenos, pero se observa que hay absoluta normalidad. En aquel momento una moto circula con las luces apagadas y se le da alcance. Su ocupante, un joven de 18 años de edad, carece de documentación y sólo lleva encima una partida de nacimiento. Dice no saber leer ni escribir y residir en "Can Pere Bori", un antiguo caserón de Gavá habitado por familias de etnia gitana. En el interrogatorio es sorprendido con varias contradicciones. Lo llevan detenido a Jafatura. Piden antecedentes a la Guardia Civil de Gavá y le toman fotografías. Luego queda en libertad".
"A la altura del puente de "Can Diví" un turismo "Gordini" circula con un solo faro y a gran velocidad. Se le sigue y detiene más adelante. Lo conduce un joven acompañado de dos personas mayores. Los papeles están en regla y no se le observan signos de alcoholemia. Justifica la velocidad porque acompaña a aquellas personas a coger un autocar para ir a Andorra y van con el tiempo justo. El faro tiene un cable suelto. Con un puñetazo se enciende. Lo ha de llevar al taller para que lo arreglen. Se les deja seguir la marcha con la recomendación de que respeten el máximo de velocidad permitido en zona urbana".
"En la Rambla se observa a un hombre tendido en el suelo. Se interesan por su estado. Estaba durmiendo:
-- ¡Hola!, ¡Viva España!-- dice cuando lo despiertan.
Le invitan a levantarse y marcharse, indicándole que la calle no es sitio para dormir."
"En la Plaza Calvo Sotelo se sorprende a un grupo de jóvenes de llevan botellas de vino, unas cajas de cerveza, coñac. champán, pan y butifarras. Dicen que van a despedir la marcha de uno de ellos a la "mili" (Servicio Militar). Se les advierte de que no hagan escándalo. Dicen ir a la montaña precisamente para no molestar al vecindario."
Se vigila también la zona agrícola, porque son frecuentes los hurtos de frutas y hortalizas. Se sorprende a cuatro indivíduos andando y comiendo habas. Como que son pocas las habas que llevan en los bolsillos se les advierte que la próxima vez que se les soprenda por aquellos caminos con productos ajenos, serán detenidos."
"En la carretera C-245, a la altura de "Can Dubler" circula una moto con dos indivíduos que resultan sospechosos. Se les para y requiere la documentación del vehículo. No la llevan. Dicen que se la han prestado en Barcelona. Los agentes toman buena nota de todos los datos para efectuar las debidas comprobaciones". (1)
Estas fueron algunas de las actuaciones habidas aquella noche. En la página de "VIDA SAMBOYANA" explicamos con mayor detalle las conversacones habidas entre los agentes y los posibles infractores, pero que obviamente aquí y ahora no hemos relacionado por motivos de espacio.
(1) "VIDA SAMBOYANA", número 175. Junio 1970, páginas 18, 19 y 24.

martes, 26 de octubre de 2010

EN EL SERVICIO MILITAR,FUI DESTINADO A LA SEU D'URGELL (LLEIDA), POR CATALANISTA (AÑOS 1968-1969)



Nacido el 19 de enero de 1945 fui mozo de la quinta del año 1966 para el cumplimiento del Servicio Militar, y en el sorteo me correspondió la IV Región Militar, para incorporarme en el reemplazo del mes de setiembre de 1967 (Infantería). Tres meses de campamento en Sant Climent Sescebes (Girona) y, tras la jura de bandera, por sorteo, destinado en el lugar que pudiera corresponderme dentro del ámbito territorial de Cataluña.
En aquella época estaba muy implicado como vocal de Prensa y Propaganda del Patronato Local pro Rehabilitación Social del Enfermo Mental, en el Hospital Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat, de Sant Boi de Llobregat, y trabajaba como contable en la empresa TYCE, S.L., al tiempo que ejercía como corresponsal de los rotativos barceloneses "Tele/eXpres" y "Diario de Barcelona".
El Hermano Francisco Sola, de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y Superior del Hospital Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat, con quien diariamente despachaba para redactar las noticias que debíamos enviar a los medios de comunicación social, en aquella época de plena efervescencia dimanante de las convivencias entre los enfermos mentales y la ciudadanía de Sant Boi de Llobregat, estaba preocupado por mi larga ausencia motivada por el cumplimiento de mis obligaciones militares. Al interesarse y conocer que, después de los tres meses de campamento, por sorteo, podía corresponderme un destino en cualquier punto de Cataluña que tuviera base militar, incluyendo nuestro propio municipio, atendido que en Sant Boi de Llobregat, y muy próximo a mi domicilio familiar, había el acuartelamiento de la Base y Talleres de Automovilismo de la IV Región Militar, me preguntó si me apetecería ser allí destinado, y de aquel modo poder seguir colaborando con el Patronato en mis horarios libres.
Al responderle afirmativamente, me puso en contacto con una religiosa de un convento de Barcelona para que le facilitara mi filiación y otros datos, para hacerlo llegar a un Teniente Coronel de Estado Mayor, en Madrid, que cuidaría de que mi destino, tras la jura de bandera, fuera en mi municipio.
Pero la realidad no fue así. Tras la jura de bandera resultó que fui destinado a la Agrupación de Cazadores de Montaña, "Arapiles, 62", de La Seu d'Urgell (Lleida), un cuartel ubicado en lo alto de una superficie montañosa en las proximidades de la inmensa mole del imponente macizo montañoso del Cadí, que permanecía nevado la mayor parte del año, y a 10 kilómetros de la frontera con el vecino país de Andorra.
Con el tiempo supe que era "un cuartel arrestado", porque en un conflicto bélico "había perdido la bandera", y que pertenecía al acuartelamiento "Juan de Austria", de la Legión.
No tardé demasiado tiempo en saber que, los soldados que eran destinados en aquel lugar, en su mayoría eran personas que tenían antecedentes por haber estado en la cárcel; por ser hijos de padres con responsabilidades de mando en el bando republicano durante la guerra civil española (1936 -1939 ) o por sus conocidas actividades contrarias al régimen impuesto por el general Franco.
Pocos días antes de licenciarnos, un buen compañero, con quien habíamos establecido una muy buena amistad, y que luego se prolongaría durante varios años después de licenciarnos, y que pertenecía al Servicio de Información Militar (S.I.M.), me hizo saber -- confidencialmente -- que, a los pocos días de nuestra llegada en aquel acuartelamiento, se recibieron los informes de los soldados incorporados, y en el mío figuraba, con gruesos caracteres escrito en lápiz color rojo, en diagonal, sobre el texto mecanografiado, la palabra "CATALANISTA". (Ver http://vencamp.blogspot.com/2010/09/el-11-de-septiembre-de-1964-fui.html)
Y por este motivo no fui destinado a Sant Boi de Llobregat, a muy pocos metros de mi domicilio familiar.

martes, 12 de octubre de 2010

CONSECUENCIAS DE COMPARAR A LA JUNTA DIRECTIVA DEL "ATENEO SAMBOYANO" CON LA PELÍCULA " LOS MISERABLES" (MARZO DE 1964)


Dice el refrán que "Unos tienen la fama, y otros cardan la lana". En la década de los años sesenta del siglo pasado se me atribuía, en los medios locales, fama de "follonero" porque acostumbraba a estar implicado en todos los "fregados" que se montaban en Sant Boi de Llobregat, municipio de mi residencia. Por aquel entonces escribía en los periódicos barceloneses "Tele/eXpres" y "Diario de Barcelona" como corresponsal en Sant Boi de Llobregat, Viladecans, Gavá, Castelldefels y Begues, y era colaborador de la revista local "Vida Samboyana", de publicación mensual.
LA NUEVA JUNTA DEL ATENEO SAMBOYANO: "LOS MISERABLES"
En aquella época, en la revista local "Vida Samboyana", colaboraba con un artículo y con la "Página del Humor". En esta página humorística incluía anécdotas graciosas, episodios divertidos, chistes y finalmente, una relación de los acontecimientos más notables habidos en el último mes en el municipio, comparado con títulos de películas.
El día 2 de febrero de 1964 se habían celebrado elecciones para designar a la nueva Junta Directiva del Ateneo Samboyano, resultando elegida la canditatura encabezada por el presidente Sr. Jaime Vilá Tous por 302 votos a favor contra los 253 votos conseguidos por la otra canditatura presentada por el Sr. Jaume Romagosa, y en el número 100 de la revista, correspondiente al mes de marzo de 1964, relacioné esta noticia, junto con otras, de la siguiente manera, comparada con títulos de películas:
La nueva Junta Directiva del Ateneo Samboyano........ "Los Miserables"
Y Díos la que se armó. Atendida mi condición de socio de la entidad, fui citado a comparecer ante la nueva Junta Directiva reunida exprofesamente a consecuencia de esta "gravísima imputación" al día siguiente de aparecer la revista, a las 22:00 horas, en la Sala de Juntas. Allí fui recibido con la frialdad que es de suponer y se me pidió explicaciones de los motivos por los cuales los había tratado de "miserables". Les expliqué que no se trataba de ningún menosprecio ni vejación, como era fácilmente de suponer al publicarse en un espacio humorístico, y que en anteriores ocasiones, otras instituciones locales habían sido también equiparadas con títulos de películas, sin que hasta entonces nadie hubiera manifestado su disgusto. Me pidieron una rectificación sin que ello pudiera influir en la posibilidad de expulsarme como socio de la entidad, condición que tenía desde diciembre de 1962. Les dije que no haría ninguna rectificación, porque nada tenía que rectificar, pero si una aclaración, por si alguien, con dos dedos de frente, no lo tuviera suficientemente claro. Este matiz terminó con sacarles de quicio, y me echaron de la sala muy exaltados.
En el número 101 de la revista, correspondiente al mes de abril de 1964, publiqué una ACLARACIÓN, en la sección de Cartas al Director, explicando que los motivos de aquella comparación se basaron en " Mi sana intención al componer tal colaboración se basó única y exclusivamente a fines puramente humorísticos; el título que encabezaba la colaboración ya lo especificaba, prueba de ello es que otras entidades y personas que en este aspecto salían idénticamente "perjudicadas", hicieron caso omiso del mismo, puesto que palpablemente conocían la finalidad con que iban dirigidas." Después de realizar otras valoraciones, acababa manifestando que " Públicamente me interesa dejar bien aclarado el hecho de que, dicha comparación, es obra exclusivamente mía, y que no actué bajo la influencia o en colaboración de una anónima segunda persona".
Por su parte, y con el título "De Redacción a Dirección", se publicó también una extensa carta, en el mismo espacio, en que, entre otras cosas se decía que "... sin faltar a la verdad, podríamos decir que en la famosísima obra de Víctor Hugo, vertida en la pantalla en numerosas ocasiones, "los miserables" son ensalzados y casi glorificados y que por lo tanto la comparación no debiera ser tomada como insultante." Más abajo reconocen "Pero en honor a la verdad debemos reconocer con tristeza que insertamos la colaboración de Juan Vendrell Campmany, sin fijarnos lo que decían una por una las comparaciones, confiando en la aparente inofensividad global del trabajo, como humorístico que pretendía ser. Por lo tanto, debemos reconocer que somos culpables de descuido, puesto que lo que procedía era tachar el parrafito sin dudar un momento. En consecuencia te rogamos que, en nuestro nombre, presentes nuestras excusas a la Junta Directiva del Ateneo Samboyano a la que no tuvimos en absoluto intención de ofender al permitir la publicación del parrafito de marras, como queremos creer que no la tuvo, al escribirlo, nuestro joven y un tanto agresivo colaborador". Terminaba reconociendo que "Creíamos merecer de la Junta Directiva del Ateneo Samboyano un margen de confianza, una aclaración amistosa, franca y leal y una comprensiva actitud. No ha sido así y no te ocultamos que nos sentimos dolidos y molestos. Confiamos que reconocerán haberse extralimitado en su indignación, en principio justa, y que este incidente quedará pronto olvidado. Nosotros ya hemos empezado a hacerlo".
Para finalizar diré que no fui expulsado de mi condición de socio del Ateneo Samboyano, lo cual me disgustó, puesto que, de haberlo sido por este motivo, hubiera tenido ocasión de lucirme con la insólita noticia en los periódicos de Barcelona. Posiblemente por valorar esta posibilidad, acordaron no expulsarme.

domingo, 26 de septiembre de 2010

EL REGLAMENTO PARA EL BUEN RÉGIMEN Y ADMINISTRACIÓN DEL CEMENTERIO DE SAN BAUDILIO DE LLOBREGAT (AÑO 1877)


Resulta curioso de constatar que en el año 1877, el municipio de San Baudilio de Llobregat (actual Sant Boi de Llobregat), que tenía registrada una población de 3.430 habitantes, dispusiera de un REGLAMENTO PARA EL BUEN RÉGIMEN Y ADMINISTRACIÓN DEL CEMENTERIO DE LA VILLA DE SAN BAUDILIO DE LLOBREGAT, compuesto de 76 artículos. (1)
En aquella época el cementerio era gestionado por una Junta Administrativa, que estaba compuesta de este modo: "Alcalde Presidente; Rdo. Cura-párroco,Vice-Presidente, dos indivíduos del magnífico Ayuntamiento, un Obrero de la Parroquia, un Profesor de Medicina, un Framacéutico y cuatro Vocales vecinos de la villa, cuyos nombramientos serán hechos por el Excmo. Sr. Gobernador Civil de la provincia á propuesta del magnífico Ayuntamiento" (2)
Sin embargo, los motivos por los cuales se confecció este Reglamento tan completo para un municipio con un número de habitantes relativamente bajo, posiblemente habría que buscarlos en la existencia del Instituto Manicómico que fundara el Dr. Antonio Pujadas y Mayans en el año 1853 en esta villa, en un antiguo convento de Padres Servitas, y que en el año 1877 tenía a 674 enfermos mentales asilados, habiéndose registrado, hasta aquella fecha, un total de 1.364 defunciones en su hospital psiquiátrico.
En aquella época eran frecuentes los fallecimientos por catalepsia(3), y existía un pánico generalizado a ser enterrado vivo a causa de presentar este estado, habida cuenta de que las personas más propensas a ello se observaba en la esquizofrenia, histeria, diferentes psicosis, síntomas parkinsonianos y postencefalíticos, entre otros, por lo que las instituciones psiquiátricas tenían más posibilidades de registrar estos casos. De ahí la importancia que dedica este Reglamento a estas posibles circunstancias.Véase el artículo 36: " En el depósito deberá estar el ataud abierto, y atado en la muñeca del cuerpo depositado, un cordón que corresponda á una de las campanillas que habrá colgadas en el cuarto del custode, las cuales estarán numeradas, lo mismo que el punto donde cuelguen los cordones para saber dónde corresponde el llamamiento, en caso de verificarse".
El artículo 37, a su vez recoge que "Si sonare alguna de las campanillas, luego el custode deberá acudir inmediatamente á la sala del depósito, abrigará con mantas y prestará todos los socorros que estén á su alcance al paciente, lo trasladará luego que sea posible á su habitación, lo meterá en una cama y sin pérdida de momento avisará á un facultativo y á la familia del paciente. Todos los gastos que ocurriesen para su socorro, deberá abonarlos la familia del mismo."
(1) Reglamento para el Buen Régimen y Administración de la Villa de San Baudilio de Llobregat. Barcelona. 1877. Fue aprobado por el Gobernador Civil de Barcelona el día 13 de octubre de 1.877.
(2) Ibid. Artículo primero
(3) Estado biológico en el cual la persona yace inmóvil, en aparente muerte y sin signos vitales, cuando en realidad se halla en estado inconsciente.

domingo, 19 de septiembre de 2010

TOMATES Y PATATAS PARA DOS CONJUNTOS MUSICALES EN SAN BAUDILIO. (ABRIL 1966)

El conjunto musical "Los Rompetechos" (1966)
Dedicatoria: "A nuestro querido presentador recordando el "show" de Vendrell, que estuvo como nunca"

Crónica de Joan Vendrell Campmany,publicado en el vespertino barcelonés "Tele/eXpres", el sábado 16 de abril de 1966.

¡Qué tiempos aquellos!. Era la maravillosa década de los años sesenta del siglo pasado. Eran los inicios de los conjuntos musicales. En Sant Boi de Llobregat sobresalieron desde el primer momento dos de ellos: "Los Rompetechos" y " Los Lleltelman's".La primera vez que se presentaron juntos en un mismo escenario fue en el Centro Católico de Sant Boi de Llobregat, en abril de 1966. Sin más preámbulos me limito a reproducir la crónica que publiqué en el diario "Tele/eXpres" (1)
"TOMATES Y PATATAS PARA DOS CONJUNTOS MUSICALES EN SAN BAUDILIO.
Con ocasión de celebrarse en esta villa un festival benéfico, en que actuaban los conjuntos locales "Los Lleltelman's" y "Los Rompetechos", se originaron, promovidos por gente jóven y fanática una serie de disturbios y vergonzosos actos de gamberrismo que rebasaron todos los límites. Los seguidores de "Los Rompetechos" lanzaron gran cantidad de tomates al escenario mientras actuaban "Los Lleltelman's", manchando los decorados y motivando la suspensión temporal del festival.
Restablecido el orden se reanudó el programa, y ya en sus primeras interpretaciones, " Los Rompetechos" fueron acometidos con patatas de regulares proporciones, siendo entonces preciso suspender definitivamente el acto, que coincidió con la tardía intervención de las autoridades y originándose, seguidamente, una verdadera batalla campal a la salida del edificio; ofreciendo una triste y vergonzosa estampa de indisciplinada formación. La tumultuosa masa, opuso resistencia a las autoridades antes de ser definitivamente dispersada.
A pesar de la aparatosidad en que se desarrollaron los hechos, no hubo que lamentar desgracias personales, y los destrozos causados son de poca consideración.
Nadie se explica como el Ayuntamiento permite celebrar espectáculos públicos sin la presencia de la correspondiente autoridad. El organizador del acto, don Jaime Ramoneda Rabassa, nos ha informado que, con tiempo suficiente, solicitó dos guardias municipales, y que luego no enviaron. También se comenta con indignación el hecho de que, avisados de los alborotos iniciales, sólo compareció un municipal, el cual, como se comprenderá, fue totalmente insuficiente para contener a la tumultuosa y fanática concurrencia. Finalmente intervinieron fuerzas de la Guardia Civil.
Esperamos que en lo sucesivo, y visto el desprestigio que esta vergonzosa manifestación ha significado para nuestra localidad, sean adoptadas las oportunas medidas que aseguren a nuestros convecinos, un mínimo de seguridad en cualquier orden y en cualquiera de los aspectos.
Juan VENDRELL-CAMPMANY"
CONSECUENCIAS:
Las consecuencias no se hicieron esperar. El Gobernador Civil de Barcelona y Provincia, requirió la presencia inmediata del alcalde, don José Milá Gelabert, que recibió una dura reprimenda por haberse celebrado este acto sin haber solicitado previamente la preceptiva autorización del Gobierno Civil.
El Obispo de Barcelona, telefoneó muy enfadado al cura-párroco de la Parroquia de Sant Baldiri, mosén Francisco Fradera Vallés, por ser esta Parroquia propietaria del edificio del Centro Parroquial donde se celebró el acto. Consideró el obispo que era una especie de sacrilegio celebrar un festival de música moderna en un edificio dedicado exclusivamente a fines religiosos.
El Cabo-Comandante del Puesto de la Guardia Civil, don Antonio Suárez Alcáraz, tuvo que dar explicaciones a la Superioridad, por no haber confeccionado y enviado el correspondiente atestado por la actuación de las fuerzas de la Guardia Civil a su cargo.
Ni el párroco ni el Cabo-Comandante de la Guardia Civil se enfadaron conmigo, pero el alcalde, don José Milá Gelabert estaba con un cabreo de padre y muy señor mío. Fui requerido para que me presentara de inmediato en el Ayuntamiento, donde fui recibido por el Jefe de Protocolo y Oficial Mayor, don Andrés Amat Amigó, que con un semblante muy serio, me hizo saber que el alcalde estaba muy enojado conmigo " por la crónica que había sacado en el periódico, y que no quería verme ni en pintura". En consecuencia me ordenó que "no pisara el Ayuntamiento al menos durante los próximos tres meses". Así lo hice. No era la primera vez que me "sancionaban" con esta medida.
He de reconocer que al redactar la crónica lo hice con todo realismo, bajo los efectos todavía del enfado al resultar con el traje y la camisa manchados de tomates, al ser alcanzado de lleno por los primeros "proyectiles" que se lanzaron al escenario, atendido que estaba actuando como presentador de aquel acto.
(1) "Tele/eXpres". Sábado, 16 de abril de 1966. Sección Toda Cataluña.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

EL PAPEL MONEDA DE CURSO LEGAL EN TIEMPOS DE GUERRA, EN VILABOI (19 DE MAYO DE 1937)

Papel-Moneda emitido por el Ayuntamiento de Vilaboi.
(Colección numismática Joan Vendrell Campmany)

Muy pocas veces, en la historia de un pueblo, de una villa o de una ciudad, le corresponde el privilegio de poder emitir moneda propia de curso legal. Sin embargo, esta circunstancia se produjo en la mayoría de municipios de Cataluña durante la guerra civil española (1936 - 1939), y el municipio de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), no fue una excepción.
Cuando estalló la contienda fraticida, a los municipios de Cataluña cuya toponimia tenía relación con el santoral, se les cambió el nombre por otro que estuviera más en consonancia con el nuevo orden social que se estaba instaurando. Estos cambios fueron autorizados por la modificación de la Llei Municipal Catalana de 6 de octubre de 1936 y sus nombres tenían que proponerse al Govern Català, que los aprobaba por Decreto.
El municipio de Sant Boi de Llobregat se acogió a esta modificación, y durante la guerra civil su toponimia pasó a ser VILABOI.
Hasta entonces eran de curso legal los billetes de la Monarquía Española, emitidos por el Banco de España, y cuyo valor nominal más bajo era el billete de veinticinco pesetas ; las monedas de plata de 5, 2 y 1 pesetas y cincuenta céntimos; cuatro modelos diferentes de 25 céntimos de níquel, y las monedas de cobre de 10 y 5 céntimos.
La alteración de las circunstancias económicas a consecuencia de la guerra tuvo, entre otras consecuencias, la desaparación de la moneda fraccionaria, siendo las de plata las primeras que escasearon, al ser atesoraras por los particulares ante la incertidumbre de la situación que se estaba viviendo, sin que se pudiera evitar, a pesar de los numerosos Decretos dictados por el gobierno de la Generalidad de Cataluña en la que prohibía y amenazaba con sanciones aquella ocultación.
Sin embargo, atendida la incapacidad del Ministerio de Finanzas del gobierno de la República Española, al cual le correspondía dotar al territorio republicaano de moneda legal fraccionaria del Banco de España, provocó que en todo el territorio republicando en general, y a Cataluña en particular, una grave perturbación de la vida económica, por la imposibilidad de la devolución de cambio, es decir, moneda fraccionaria. La circunstancia obligó al Gobierno de la Generalidad de Cataluña a afrontar la situación y con fecha 21 de setiembre de 1936 tomó la iniciativa de crear papel moneda catalán, de curso legal, en todo el territorio autonómico.
Visto todo cuanto antecede, el Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat emitió, con fecha 19 de mayo de 1937, moneda de papel correspondiente a los valores de una peseta y de 50 y 25 céntimos. La emisión estaba garantizada con un depósito efectuado, al efecto, en el Banco de Vizcaya del municipio y reintegrable a la Caja Municipal. Los billetes estaban numerados y se conocen numeraciones de estas emisiones en tinta roja y en tinta negra. Para evitar falsificaciones, llevaban un sello en seco. Fueron impresos en los talleres Tipográfica Emporium, en el número 55 de la calle de Casanovas, de Barcelona. Más tarde se imprimieron unos discos de cartón con valores de 10 céntimos y 5 céntimos respectivamente. Los billetes iban firmados por el Alcalde-Presidente Sr. Vandellós, de Esquerra Republicana de Catalunya, que era el partido político que en aquella época tenía mayoría en el municipio; el Depositario, Sr. Raventós y el Secretario, Sr. Baldiri Déu.
Los días 8 de enero y 25 de febrero de 1938, el Gobierno Central, mediante Decretos del Ministerio de Fianzas y Economía publicados en la Gaceta de la República, invocaba que, de acuerdo con la Constitución, la emisión de moneda correspondía al Estado Español, y prohibía, al mismo tiempo, la emisión y circulación de todo el papel moneda y otros signos monetarios emitidos por Corporaciones y Organismos regionales o municipales, declarándolos ilegales y ordenando que fueran cambiados por moneda nacional en el plazo de un mes.
A pesar de ello, hubo ciertas resistencias en obedecer aquellas órdenes, y una parte mayoritaria de moneda local, continuó circulando hasta finales del año 1938
PROCEDENCIA
Vendrell Campmany, Joan. "El papel moneda de curso legal en tiempos de guerra, en Vilaboi (19 de mayo de 1937)". Nas de Barraca, diari mensual independent del Baix Llobregat. Núm. 283 (Edició Digital nº 86). Sant Boi de Llobregat. Marzo 2010.

domingo, 5 de septiembre de 2010

EL 11 DE SEPTIEMBRE DE 1.964 FUI DETENIDO POR VISITAR LA TUMBA DE RAFAEL CASANOVA

Cartel de una "Diada del 11 se setiembre"
Tumba de Rafael Casanova en el interior de la iglesia parroquial de Sant Baldiri, de Sant Boi de Llobregat.
Iglesia parroquial de Sant Badiri, de Sant Boi de Llobregat, en cuyo interior está la tumba de Rafael Casanova.
Durante la dictadura del general Francisco Franco, estaba prohibida toda manifestación o acto en recuerdo del que fue Conseller en Cap, Rafael Casanova(1). En consecuencia, la fecha del 11 de setiembre de cada año, el monumento erigido en la Ronda de Sant Pere esquina con Alí Bey, de Barcelona, obra del escultor Rossend Nobas, estaba fuertemente custodiado por las Fuerzas de Seguridad del Estado, al igual que la iglesia parroquial de Sant Baldiri, de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), donde reposan sus restos mortales.
En los años de mi adolescencia y juventud, era yo muy radical , catalanista y luchador antifranquista, anheloso del restablecimiento de la democracia en España.
Uno de los episodios vividos se remontan al 11 se setiembre de 1964. Por aquel entonces tenía 19 años de edad. En aquella fecha, como de costumbre, los accesos a la iglesia parroquial de Sant Baldiri, de Sant Boi de Llobregat, estaba vigilada por miembros de la Policía Nacional, Guardia Civil y efectivos de paisano de la policía Político- Social.
A pesar de ello, con toda naturalidad, me introducí entre el entramado policial y accedí al interior del tempo dirigiéndome directamente ante la tumba de Rafael Casanova, y permaneciendo en pie, en posición respectuosa por espacio de poco más de una hora. Observé que imediatamente accedieron también dos personas vestidas de paisano, que, sin molestarme mientras estuve allí, permanecieron a una distancia prudente uno de ellos, mientras el otro aguardaba junto a la puerta de salida. Cuando definitivamente me retiré, ambos salieron tras de mi, y ya en el exterior, se identificaron como miembros de la policía Política-Social y me pidieron la documentación. Al hacerles entrega de mi documento nacional de identidad, observaron que en la billetera llevaba una cinta con los colores de la bandera catalana, que me fue arrebatada. Tomaron nota de mis datos personales y me devolvieron la documentación . Les pregunté si podía irme y me respondieron afirmativamente.
Fui directo a casa porque intuí lo que sucedería después. Y efectivamente, media hora más tarde, aproximadamente, llamaron al tiembre. Era la guardia civil , que me llevó detenido a la Casa -Cuartel del municipio. Tras un rato de espera el Cabo-Comandante, Antonio Suárez Alcaraz me estuvo interrogando por espacio de más de una hora. Al término del interrogatorio me fueron obtenidas las huellas dactilares de todos y de cada uno de mis dedos y el fotógrafo "Quimet" fue requerido a presentarse para sacarme fotografías de frente, de ambos perfiles y de atrás. Posteriormente, cuando anochecía, fui puesto en libertad.
Luego, desde el Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat, se divulgaron versiones falsas de este hecho. Se potenció mi imagen de catalanista y se agregó la de "rojillo". Se dijo que yo había acudido a la tumba de Rafael Casanova para depositar un gran ramo de flores.
La prensa divulgó que "En la iglesia parroquial de Sant Boi de Llobregat, donde está la tumba de Rafael Casanova, la policía interrogó a diversas personas que rendían un homenaje silencioso a la gran figura del 1714. detuvieron a Joan Vendrell" (2). Un libro publicó "11 de setiembre de 1964.- Multa de 25.000 pesetas impuestas a Joan Vendrell, de Sant Boi de Llobregat, por haber organizado un acto conmemorativo ante la tumba de Rafael Casanova de dicha localidad (3). Debo de aclarar que no es cierto que me impusieran esta sanción económica, como tampoco lo es que organizara ningún acto conmemorativo. Así lo hice saber, por escrito, en su día, a los editores del libro, para que rectificaran en posibles futuras ediciones.
Sin embargo sufrí otras consecuencias. Me fue retirado el pasaporte por espacio de cinco años. Como sea que en aquella época cubría las informaciones de la Copa de los Pirineos de rugby para "Tele/eXpres", en la que participaban equipos catalanes y del sur de Francia, bajo la responsabilidad del presidente de la Unión Deportiva Santboiana, la Guardia Civil me concedía un salvoconducto de 48 horas de duración, para poder cruzar la frontera con el vecino país francés.
En el cumplimiento del Servicio Militar, tenía garantizado, por recomendación de una orden religiosa, que después del periodo de campamento de tres meses en Sant Climent Sescebes (Girona), sería destinado a la Base de Parques y Talleres de Automovilismo de la IV Región Militar, que está muy próxima a mi domicilio. No fue así, siendo destinado a La Seu d'Urgell (Lleida), a 10 kilómetros de Andorra, en una agrupación de Cazadores de Montaña, donde enviaban a todos los que, cumpliendo el Servicio Militar, tenían antecedentes delictivos o bien sus padres habían tenido responsabilidades de mando en el ejercito republicano.
También me advirtieron que no perdiera el tiempo estudiando periodismo, puesto que, con mis antecedentes, no me permitirían "jurar los Principios Fundamentales del Movimiento". Don Enrique del Castillo, que en aquella época era director del "Diario de Barcelona" me consoló, y me dijo textualmente que "con el título o sin él, podía seguir trabajando en el diario". Y así estuve hasta que, con el fallecimiento de D. Miguel Mateu, su propietario e impulsor, dejó de publicarse, habiendo sido hasta aquel momento decano de la prensa continental, fundado en 1792.
(1) Rafael Casanova i Comes, nació en Moià (Barcelona), alrededor del año 1660. Estudió la carrera de derecho y se casó con una santboiana, María Bosch Barba.El 30 de noviembre de 1713 fue nombrado Conseller en Cap, que lo convertía en la primera autoridad barcelonesa. El cargo llevaba aparejado el grado de Coronel de la Coronela, la milicia ciudadana de los gremios.
Durante los días 12, 13 y 14 de agosto , se produjeron los primeros asaltos contra la ciudad de Barcelona, que fueron rechazados. El 11 de setiembre se dirigió al sector de Portal Nou, retrocediendo a la Casa de la Ciudad para sacar la bandera de Santa Eulalia, muy venerada por los barceloneses en aquella época y capitanear con ella un contrataque, juntando las últimas reservas combativas. Sobre la Muralla de Jonqueres se produjo el choque combativo. La lucha fue muy intesa y prolongada, en la que Rafael Casanova fue herido de bala que le atravesó el muslo de una de sus piernas de la que fue atendido en el Colegio de la Merced. Depués de caer la ciudad de Barcelona en manos del enemigo, el rey Felipe V, y temerosos de la represión de que pudiera ser víctima, algunos familiares y amigos lo hgicieron pasar por fallecido, hasta que en 1719, aprovechando posiblemente una aministía, reapareció en público y ejerció de abogado en Barcelona, hasta que en 1737 se retiró a vivir en su propiedad de Sant Boi de Llobregat, donde falleció el 3 de mayo de 1743.
(2) "L'avenç". L'onze de setembre de 1964. Publicado por Robert Surroca i Tallaferro, en marzo de 1985. Publicado en catalán.
(3) Solé i sabaté, Josep M. i Villarroya, Joan "Cronología de la represió de la Llengua i la Cultura Catalanes (19366-1975)". Pág. 207. Barcelona. 1994. Publicado en catalán.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

EL ACENTO CATALÁN ME IMPIDIÓ ACCEDER A LA PROFESIÓN RADIOFÓNICA (AÑO 1965)


Joan Vendrell, presentando el festival de Fin de Curso 1966 -67 en el
"Ateneu Santboià"
(Foto Segura)


Desde mis primeros años de la adolescencia, había soñado con dedicar mi vida profesional a la radiofusión. Me apasionaba el mundo de la comunicación y era un asíduo de los programas radiofónicos.

En Sant Boi de Llobregat, municipio de mi residencia, en aquella época ejercía de corresponsal para el matutino "Diario de Barcelona" y el vespertino "Tele/eXpres", de la capital catalana, y era colaborador de la revista local "Vida Samboyana". Con frecuencia era requerido para presentar alguna velada, "show", acontecimientos sociales, fiestas de fin de curso escolares, etc. También cuando organizábamos excursiones colectivas mi puesto era siempre el asiento del lado del conductor del autocar, y animaba con el "micro" el viaje, entrevistado a las personas que nos acompañaban, contando chistes o explicando episodios históricos del lugar o lugares que íbamos a visitar. El "micro" me atraía.

En junio de 1964 me matriculé en unos cursos de esta especialidad y al año siguiente acudí a una convocatoria de Radio Nacional de España en Barcelona, cuyos estudios estaban situados en una planta superior del emblemático edificio situado en el Paseo de Gracia, número 1 (junto a Plaza de Cataluña), de la Ciudad Condal.

Recuerdo que la prueba de selección fue muy completa, con una duración aproximada de cuatro horas. Terminé contento , porque consideré que la había realizado satisfactoriamente . El puesto a cubrir era para principiante de locutor. Un traje a mi medida, pensé yo.

Días después recibí una citación, para conocer el resultado. Acudí animado, pero tuve una gran decepción cuando el Sr. Luís Pruneda -- locutor, presentador y actor, que por aquel entonces era Jefe de Emisiones, y fue quien me examinó, me felicitó por la nota conseguida, pero me sugirió que ,durante un periodo entre cuatro y seis meses, me fuera por la parte de Valladolid, con la finalidad de adquirir el acento, puesto que se me notaba mucho el "deje" catalán.

Evidentemente que no entraba en mis planes irme a vivir casi medio año en Valladolid o sus proximidades, por lo que renuncié en el futuro a probar nuevos retos en el mundo de la radio, atendido que a la vista de lo acontecido, era condición "sine quanum" hablar con un perfecto acento la lengua de Cervantes, es decir, el español.

Pues a otra cosa, mariposa, como vulgarmente se dice.

martes, 24 de agosto de 2010

FUTBOL CALLEJERO EN EL BARRI DELS VINYETS, DE SANT BOI DE LLOBREGAT, EN LOS AÑOS CINCUENTA.

De pie, de izquierda a derecha: Joan Ginabreda, Francesc Mas, Pepito Huertas,Carmelo, Pere Ráfols y Joan Palós.
Agachados, de izquierda a derecha: Caparrós, Emilio Urruela, Antoni Bellver, Estragués, Farrés (Cal Miquelito), Paco Corbalán.
(Fotografía facilitada por Francesc Mas. Obtenida por un fotógrafo callejero el día 30 de enero de 1953) Aspecto parcial de la Plaza de Catalunya, en la década de los años sesenta
(Foto: Joan Vendrell i Campmany)
En el lugar donde actualmente se encuentra ubicada la Plaza de Catalunya, en Sant Boi de Llobregat, había sido, hasta su urbanización, en la década de los años sesenta, un enorme descampado con una profunda torrentera (Torrent d'en Rosés) en uno de sus extremos.
En este espacio, la chiquillada del barrio dels Vinyets acostumbraban a jugar a fútbol cuando se disponía de un balón -- que no todos tenían --y que acostumbraba a llevar Francesc Mas (Cal Sardina), que disponía de un balón de cuero que hacía las delicias de todos sus compañeros.
La fotografía que encabeza estas líneas, corresponde a un momento puntual, concretamente el día 30 de enero de 1953 en que un fotógrafo callejero llamó a los muchachos que en aquel momento estaban corriendo tras el balón y los agrupó junto al muro de la pared de "Cal Terrelló", para sacarles la fotografía. En ella faltan algunos muchachos habituales en el juego, tales como Lluis Parés (Ca la Marciala), Siscu Zenón, Quimet Zenón, Lluis Moreno (Cal Satoca), Jordi Palós, y Joan Vendrell (Ca la Bacallanera), entre los que recuerdo.
Cuando el balón se precipitaba en el fondo del torrente, correspondía ir a recuperarlo al autor del desafortunado chut. El torrente estaba bordeado de vegatación propia del lugar, con predominio de zarzales y en cuyo fondo se acumulaba todo tipo de desperdicios y utensilios inservibles que arrojaban los vecinos que deseaban desprenderse de ellos, así como las basuras domiciliarias, que, en su conjunto, constituía un paraíso para los roedores, con predominio de ratas de gran tamaño.
En el otro extremo del descampado, frente a Cal Miquelito, había una parcela de sembrado junto a tres pinos piñoneros, que todavía permanecen en el mismo lugar, y en uno de sus extremos, una caseta de madera que en los meses de verano vendían sandías y melones (Corbalán).
De todos estos muchachos, uno es fallecido (Estragués), mientras que los restantes están en edades comprendidas entre los 64 y los 68 años de edad, y en conversaciones mantenidas con la mayoría de ellos con quien he tenido ocasión de contactar, coinciden en manifestar los gratos recuerdos que guardan de aquellos felices años de su infancia y adolescencia.

lunes, 16 de agosto de 2010

"VILLA EMILIA", DE SANT BOI DE LLOBREGAT, REQUISADA Y RECUPERADA DURANTE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (1936 - 1939)







Fotos y documentos: Archivo Joan Vendrell i Campmany



A mediados del año 1932, mis abuelos maternos, Joan Campmany Costa y Emilia Pagés Munné, construyeron una torre en las afueras de Sant Boi de Llobregat, en la calle de Ignasi Iglesias (1), que en aquella época era una zona de descampados y en sus proximidades sólo existían dos casas pairales (Ca la Marciala y Ca la Molinera).

Mi abuela materna había nacido en Sant Boi de Llobregat (Barcelona) y bautizada en la Parroquia de Sant Baldiri el día 6 de diciembre de 1887. Cuando casó con Joan Campmany, de Sant Andreu de la Barca (Barcelona) fijaron residencia en la calle de Sant Medir, en la populosa barriada de Sants, de Barcelona, donde establecieron un comercio de Pesca Salada ( venta de bacalao, sardinas saladas, etc).

Cada semana, mi abuelo materno , junto con una de sus tres hijas, Pepita (mi madre) se desplazaban a Sant Boi de Llobregat con un camión Ebro y vendían los productos que comercializaban en el mercado al aire libre que se instalaba en la Rambla de Sant Boi de Llobregat. Por este motivo, cuando en los pueblos a la gente se les conocía con motes, a nosotros nos conocían por "Ca la Bacallanera" (por la venta de bacalao).

De ahí que en su día decidieran construir la torre en este municipio, a la que nos hemos referido, donde acudían, con sus tres hijas, a pasar los fines de semana y días festivos.

Cuando estalló la Guerra Civil española, el 18 de julio de 1936, el bando republicano abolió toda referencia que hiciera alusión a la Iglesia Católica, y entre otras actuaciones decretaron el cambio toponímico del municipio, que pasó a denominarse VILABOI, en lugar de Sant Boi de Llobregat.

Temerosos mis abuelos de que la torre sufriera daños , puesto que presidía en su fachada un monumental cuadro cerámico alusivo a la Virgen de Montserrat, Patrona de Catalunya, solicitaron la debida autorización para que pudiera ser retirado, y en consecuencia, el Comité de Defensa Antifascista emitió un escrito (ver la tercera imágen de la cabecera), autorizando a un albañil, Juan Roca " a retirar un cuadro de la fachada de la casa nº 17 de la calle Ignasi Iglesias", con fecha 31 de julio de 1936.

Los baldosines que componían el referido cuadro, fueron apilados y guardados en una de las habitaciones de la casa, con la esperanza de que, al finalizar la contienda fraticida, pudieran de nuevo ser colocadas en su lugar de origen.

Sin embargo, como ocurriera con otras propiedades, el Comité de Milicias Antifascistas no tardó en requisar la propiedad de mis abuelos, colocando, en lugar visible, el cartel que así lo indicaba (Ver la cuarta y última imagen de la cabecera). En consecuencia mis abuelos y sus tres hijas no pudieron acceder a esta propiedad en el transcurso de los tres años de la Guerra Civil.

Cuando las tropas del general Franco entraron en Barcelona el 25 de enero de 1939, el ejército republicano se batió en forzosa retirada, y fue entonces cuando mis abuelos pudieron recuperar su requisada propiedad, en cuyo interior no hallaron absolutamente nada, puesto que les habían sustraído el mobiliario, enseres, biblioteca con valiosos libros y demás objetos y materiales. Sólo encontraron, intactos, los baldosines amontonados que componían el cuadro de la Virgen de Montserrat, que se apresuraron a encargar nuevamente su colocación en la fachada (Ver fotografía general (primera imagen) y su detalle (segunda imagen).

Este cuadro permaneció en la referida fachada hasta que la torre fue demolida a finales de la década de los años 80 del siglo pasado, para dar lugar a la construcción de un nuevo inmueble.


(1) La calle de Ignasi Iglesias pasó a denominarse, durante el franquismo, calle del Crucero Baleares, y con la llegada de la democracia, Avenida de l'Onze de Setembre, que perdura en la actualidad, en la barrio de "Vinyets - Molí Vell".

Estuvo señala con el número 17 mientras fue Ignasi Iglesias; con el número 33 mientras fue Crucero Baleares, y en la actualidad, con los números 23 - 25 , y 27 como Avinguda de l'Onze de Setembre.

domingo, 1 de agosto de 2010

LA "COLONIA AMAT DE LA FONT DEL FERRO", SEGÚN EMILIO CARRERAS (AÑO 1929)

La "Font del Ferro" (Foto Emilio Carreras)
La pequeña capilla (Foto: Emilio Carreras)
Primera hoja del manuscrito de Emilio Carreras.

Fachada principal de la masía (08.08.1929)
(Foto: Emilio Carreras)






Vista general de la masía (Foto: Emilio Carreras)


Clasificando documentos que tengo guardados en cajas, desde hace años, han aparecido tres pequeñas hojas manuscritas y siete fotografías de Emilio Carreras, que hacen referencia a la "Colonia Amat de la Font del Ferro". Llevan fecha de 8 de agosto de 1929. Transcribo las hojas manuscritas.


"Cerca de Gavá (Barcelona) y en la carretera que conduce desde este pueblo a Begas, se encuentra otra que va hasta una pequeña colonia conocida por el nombre de "Colonia Amat de la Font del Ferro"


Integran dicho lugar una hermosa masía y varias pequeñas casitas. Dicha masía de antiguo estilo catalán fue fundada por D. Juan Amat y Ros en el año 1724. Las generaciones que han sucedido al fundador, procuraron siempre introducir mejoras de acuerdo con sus épocas pero conservando siempre el sello de masía antigua. El actual propietario es D. Juan Amat y Aymar, Presidente de la sección 2ª de la Audiencia Provincial de Barcelona.


Pertenecen a la antedicha colonia unas 250 hectáreas de terreno; la mayoría bosque donde abundan los manantiales sobresaliendo los del " Negre", "Mas Vila" y la "Font del Ferro"


Esta última recibe este nombre por contener su agua una buena cantidad de hierro.


En ella hay un bello y antiquísimo mosaico de la Virgen de la Salud de inapreciable labor.


A pesar de tratarse de una propiedad particular, la amabilidad del Sr. Amat permite que sea un lugar público, siendo lugar predilecto de muchos excursionistas, no sólo por la bondad de sus aguas sino también por la belleza de su panorama y la abundancia de pinares que lo convierten en un lugar sano y pintoresco.
Emilio Carreras".
PROCEDENCIA:
Archivo Joan Vendrell i Campmany