El puente de Molins de Rei, construído por Carlos III, entre los años 1763 y 1767. Detalle de los pilares del puente, a principios del siglo pasado.
Hundimiento del puente, el día 5 de diciembre de 1971
La fuerte riada que siguió a unos días de copiosas lluvias provocó, el día 5 de diciembre de 1971, el hundimiento de un pilar y dos arcos del puente de Molins de Rei (Barcelona). El conductor de un turismo explicó como había contemplado horrorizado, por el retrovisor, como el camión que circulaba a poca distancia detrás suyo, caía en aquel fatídico instante a las embravecidas y caudalosas aguas del Llobregat. El cuerpo del infortunado camionero, Juan García Martínez, sería recuperado días después en los lodazales del río.
CARACTERÍSTICAS DEL PUENTE
Este puente mandó construirlo el rey Carlos III para salvar el paso del río Llobregat y dar continuidad al Camino Real, que con el tiempo pasaría a ser la actual N-340, iniciándose las obras en el año 1763 y finalizando en 1767. Era de estilo neoclásico, y tenía un peculiar color rojizo, debido a las piedras areniscas rojas que se habían utilizado para su construcción, procedentes de las cercanas canteras de Corbera de Llobregat. Su longitud era de 334'36 metros, distribuídos en 15 arcadas, con una plataforma de 11'70 metros de ancho y una altura que oscilaba entre los 10 y los 12 metros.
MOTIVOS DEL HUNDIMIENTO
La indiscriminada e irresponsable extracción de áridos del fondo del río, que ya había sido inútilmente denunciada, por su proximidad a las bases del puente, provocaron el deteriodo de sus cimentaciones, descarnando los pilares y poniendo al descubierto las pilastras de madera de la base, que se pudrieron al poco tiempo al quedar expuestas al aire, debilitándose hasta que la fuerte avenida de las aguas procedentes del temporal de lluvias, consiguieron que se perdiera para siempre aquella centenaria obra arquitectónica, que había resistido los intentos de destrucción en el transcurso de las guerras carlistas, de la guerra de la independencia y en última instancia durante la retirada de las tropas republicanas, en los últimos días de la guerra civil española.
La triste noticia me sorprendió en la barcelonesa Clínica Nuestra Señora del Pilar, donde mi esposa había dado a luz pocas horas antes a mi primer hijo Jordi. De ahí que difícilmente podré olvidar aquella fecha.
Una pena que la irresponsabilidad y el chanchullo nos privaran de seguir disfrutando de aquella artística obra de la ingeniería del siglo XVIII.
ResponderEliminarTe felicito Joan por tus siempre interesantes aportaciones y que mucho te agredezco. No me cansaría de leerte.
Recuerdo muy bien este día Joan, yo por aquel entonces trabajaba en La Farga en L’Hospitalet de Llobregat, y a las cinco de la tarde cogí el autobús de la compañía Mohn que hacia el trayecto Barcelona-Gavà para regresar a casa, y cuando llegamos a la Almeda (Cornellà) ya no pudimos pasar, y tuvimos que ir a dar la vuelta por El Prat de Llobregat, que por cierto el agua ya empezaba a pasar por encima del puente del río Llobregat.
ResponderEliminarEs cierto que se llevó el puente de Molins de Rei como Ud. bien dice, pero aún con eso tuvimos la suerte que fuera por la tarde, que si llega a ocurrir por la noche hubiese habido muchas muertes ya que el barrio Almeda que era casi todo de casitas de una sola planta quedó todo inundado.
Gracias por recordarnos unos hechos que nadie deseamos que hubiesen ocurrido
Esa misma riada produjo la modificación del cauce del río Llobregat entre el los municipios de El Prat y Cornellà. Este hecho quedó casi en el olvido (salvo en los archivos de El Prat). Cuando se aprobó el proyecto de el campo de el RCDE y su zona comercial el ayuntamiento de el Prat , para sorpresa de muchos,reclamó sus derechos territoriales. De aquí la enominación , para muchos extraña, de que el campo de el RCDE sea Cornellá/El Prat.
ResponderEliminarQue lástima de puente con lo bonito que era y las veces que habíamos pasado andando para ir al colegio con mis hermano
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