La villa romana de Can Terrers, en la Garriga (Vallés Oriental), se encuentra situada al sur del núcleo urbano, en una terraza fluvial de la margen izquierda del río Congost , próxima a la antigua vía a Ausona (Vic), actual N-152, y lindante con el Torrent de Malhivern o Riera de Samalús.
Data de la segunda mitad del siglo I aC y está considerada la principal villa romana del Montseny, ocupando una extensión de 3.500 metros cuadrados de superficie, entre lujosas termas y construcciones más rústicas dedicadas a la explotación agraria.
Debido a su buen estado de conservación, está considerado uno de los asentamientos rurales de la época romana más relevantes del patrimonio cultural catalán, y en consecuencia, el 9 de abril de 2001 la Generalitat de Catalunya lo declaró "Bé Cultural d'Interès Nacional", en la categoría de Zona Arqueológica.
Con esta declaración, las ruinas de Can Terrers -- que toma este nombre por su proximidad a la masía de Can Terrers -- se equipara a los conjuntos monumentales de la importancia del Forum de Tarragona o la ciudad romana d'Empuries (Girona).
El edificio de las termas se distribuía en seis estancias principales: el vestuario (apodyterium), la sala tibia (tepidarium), la sala caliente (caldarium), la sauna (sudatorium), la piscina de agua fría (frigidarium), y el horno donde habían las instalaciones de la calefacción subterránea de los baños (hypocaustum), siendo precisamente las termas la parte más excavada.
Desde el año 1870 este yacimiento había sido objeto de varias campañas de excavación arqueológica, culminando en la década de los años setenta del siglo pasado cuando el Instituto de Prehistoria y Arqueología de la Diputación Provincial de Barcelona descubrió el edificio de los baños privados de la villa (balnae). Posteriormente, y en diferentes años, se han ido efectuando los trabajos de desbrozamiento, limpieza de vegetación y adecuación de los restos descubiertos, para facilitar su visita.
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