martes, 28 de agosto de 2012

POR LA EXCESIVA DEMORA QUE DICEN EXISTIR EN EL SERVICIO DE RADIOLOGÍA DEL HOSPITAL GENERAL DEL " PARC SANITARI SANT JOAN DE DÉU", DE SANT BOI DE LLOBREGAT, LA SEGURIDAD SOCIAL DERIVA A LOS PACIENTES DE ESTE MUNICIPIO A SANT VICENÇ DELS HORTS

Vista aérea del Hospital General del "Parc Sanitari Sant Joan de Déu", de Sant Boi de Llobregat,  inaugurado el día 2 de julio de 2010.

Recuerdo que hace muchísimos años, cuando por la "Tele" en blanco y negro se emitía aquella famosa serie "La España de los Botejara", que para cualquier prueba que pedía a sus pacientes, el médico de cabecera de la Seguridad Social de Sant Boi de Llobregat, se tenía que acudir a Barcelona. Luego, con el paso de los años, y gracias a la iniciativa personal del Dr. Morales, se construyó un Hospital Comarcal en el municipio que, concertado con la Seguridad Social, evitaba la mayoría de aquellos engorrosos y molestos  desplazamientos. Pero aquel Hospital Comarcal con el paso de los años y el crecimiento demográfico de los municipios vecinos, quedó insuficiente, hasta que el día 2 de julio de 2010 se inauguraba el Hospital General del "Parc Sanitari Sant Joan de Déu", que daba cumplida y satisfactoria respuesta a las necesidades de la población de Sant Boi de Llobregat y de los municipios vecinos.

Sin embargo, parece ser que los recortes que el gobierno de la Generalitat de Catalunya ha aplicado al sistema sanitario catalán en general, ha afectado a algunos de los servicios que estaba ofreciendo este Hospital General, concretamente el servicio de Radiología, a tenor de lo vivido  en mi persona esta misma tarde.

Resulta que he acudido a visitarme al CAP Vinyets por unas molestas  dolencias que desde hace algún tiempo vengo padeciendo en una de mis rodillas. Después de ser explorado por la doctora que me ha atendido, ha manifestado detectar una inflamación, por lo que ha procedido a recetarme un fármaco antiinflamatorio con las indicaciones precisas en su suministro, al tiempo que ha considerado conveniente solicitar una radiografía de la rodilla afectada.

Sin embargo resulta que, para la obtención de esta radiografía, tengo que desplazarme al municipio de Sant Vicenç dels Horts, en el ambulatorio que la Seguridad Social tiene en aquel municipio, atendido que, en el Hospital General "Parc Sanitari Sant Joan de Déu", de Sant Boi de Llobregat, existe mucha demora, según ha manifestado la doctora. En el ambulatorio de Sant Vicenç dels Horts, la radiografía me la han programado para mañana. Mayor rapidez, imposible.

Sin embargo mi  decepción ha sido semejante a la que experimentó  aquel muchacho presumido, de poblada cabellera,   que se pasó largos años de su vida ahorrando para comprarse un peine, y cuando por fin consiguió reunir el dinero necesario para adquirirlo, descubrió que ya no lo podía utilizar, porque con los años transcurridos,  se había quedado calvo. Y yo, como tantos otros usuarios de la  sanidad pública catalana, festejando en su día la inauguración de este grandioso y confortable  hospital, provisto de todos los medios necesarios  y  equipado con los más modernos aparatos tecnológicos sanitarios, resulta que, para ser sometido a una  sencilla radiografía que conlleva tan solo unos minutos, he de desplazarme a Sant Vicenç dels Horts para ser objeto de este servicio.

Los siempre sufridos y nunca bien ponderados pensionistas  -- como es en mi caso -- resulta que si  no tenemos todavía  suficiente empobrecimiento en nuestras migradas economías -- con las pensiones congeladas, el pago del euro por receta y la parte correspondiente a  los medicamentos retirados, para que encima tengamos que utilizar el vehículo propio y efectuar un desplazamiento de 12 kilómetros (ida y vuelta) para ser atendidos en el servicio de Radiología. Y quienes no disponen de vehículo propio, a "molestar" a familiares o amigos para que les acompañen, o requerir los servicios de taxi en última instancia.

Todo ello me recuerda un retroceso que me sitúan en  aquellos tiempos de "La España de los Botejara". Y lo que más me preocupa, es  que temo -- y motivos no me faltan -- de que  esto no va acabar precisamente aquí. Vivir para ver.


2 comentarios:

  1. Señor Joan, lo que comenta usted en este post es lo que nos ocurrirá desgraciadamente de aquí en adelante a muchas personas cuando necesitemos el servicio de radiología como usted en este caso u otros servicios, ya que quienes nos desgobiernan desde la Generalitat no pueden pagar a los hospitales que tienen concertados ya que hoy mismo han pedido más de cinco mil millones de euros al gobierno de Madrid que es lo que necesitan para cubrir los gastos hasta final de año.
    Pero aparte de esto la Generalitat al día de hoy debe más 40.000 millones de euros, me gustaría saber solo por curiosidad en qué se han gastado tanto dinero. Pero lo más grave es que el señor Mas cobra 122.398 euros anuales más algún “extra” y no se ha rebajado su sueldo, pero sí que ha tenido la poca vergüenza de rebajarlo a los funcionarios o como usted bien decía en cobrarnos un euro por receta médica.
    A nuestra edad señor Joan no lo veremos, pero si algún día Catalunya consiguiera la independencia con esta casta política que tenemos no se llegaría a hambre.



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  2. Las perspectivas de futuro no pintan nada bien, Joaquin. En el último párrafo del post ya expreso mi preocupación por lo que intuyo que se nos avecina. Pienso que muchas personas no son todavía conscientes del panorama que tenemos enfrente, y debemos concienciarnos de que lo peor está todavía por llegar. Se ha derrochado inútilmente mucho dinero desde hace años, y quienes tenían que poner freno a todo ello no lo hicieron. Y los que denunciamos situaciones irregulares, de entidades que recibían importantes cantidades de dinero del erario público,a pesar de la incompatibilidad que suponía ser Conseller de Cultura de la Generalitat de Catalunya y al mismo tiempo vice-presidente de las entidades destinatarias de aquel dinero (Joan Rigol Roig), tuvimos que sufrir sus nefastas consecuencias. Entonces se "ataban los perros con longanizas". Ahora son tiempos de pagar aquellos graves errores, con el agravante de que, quienes lo estamos pagando, somos las personas ajenas a aquellos monumentales desaguisados.

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