miércoles, 6 de agosto de 2014

DARLE A UN BEBÉ UNA CUCHARADA DE PETRÓLEO EQUIVOCADAMENTE CREYENDO QUE ERA LA MEDICINA.


La hemeroteca de "La Vanguardia" recoge abundantes noticias referidas a la asistencia de bebés y de niños de corta edad en centros asistenciales,  a consecuencia de haber ingerido petróleo u otras sustancias tóxicas, suministradas equivocadamente por sus respectivas madres, creyendo que era la medicina que debían de tomar.

No pretendo aquí y ahora hacer una recopilación de estas graves equivocaciones, pero sí que me limitaré a reproducir, como testimonio de ello, tres situaciones registradas en la ciudad de Barcelona en los años 1927, 1928 y 1929 respectivamente,  todas ellas aparecidas en el rotativo barcelonés "La Vanguardia". Vean:

"El niño de nueve meses, Florentino Regols Camacho fue llevado ayer tarde al dispensario de Hostafranchs, por haber ingerido una cucharada de petróleo, que equivocadamente le suministró su madre, creyendo que era  medicina.

Los médicos apreciaron a la criatura ligeros síntomas de intoxicación" (1)



"En el dispensario de San Martín asistieron ayer, poco después del mediodía, al niño Diego García Guillén, de dieciseis meses de edad.

Sufría la criatura intoxicación de carácter reservado, producida por haberle dado su madre, equivocadamente, una cucharada de petróleo, creyendo que era la medicina.

Ocurrió el hecho en la calle de San Juan de Malta, número 155, primero." (2)



"Tomándolo equivocadamente por una de las medicinas prescritas por el médico a su hijo, administró su madre al niño de dos años, Santiago Gisbert Puig, habitante en el Torrente de las Flores, 4, una cucharada de ácido clorhídrico que produjeron al niño quemaduras en la mucosa labial, calificadas de pronóstico reservado en el dispensario de Gracia, donde fue asistido." (3)


Que estas gravísimas equivocaciones sucedieran  con cierta  frecuencia, propició incluso la aparición de relatos de  humor. Para no cansarles, les explico solamente uno de ellos:

"En una visita médica, el doctor recetó fósforo a un niño, que presentaba síntomas de decaimiento y debilidad por falta precisamente de fósforo en la sangre.

Su madre le suministró fósforo, pero a las pocas horas llamó  angustiada por teléfono  al médico:

-- ¡¡ Doctor, doctor, mi hijo ha tomado fósforo, pero cuando se rasca, se enciende !!."

Parece ser que aquella madre  debió de pensar que el fósforo eran las  cerillas.



(1) "La Vanguardia"Viernes, 21 octubre 1927. Página 8
(2) "La Vanguardia"Sábado, 15 septiembre 1928. Página 8
(3) "La Vanguardia"Domingo, 21 de julio de 1929. Página 32

2 comentarios:

  1. Es Absurdo creer que se pueda suministrar petróleo o cualquier otra sustancia por error, pensando de que era la medicina, a caso estos productos estaban envasados en frasco similares....no cuela, ni es creíble, hoy en día se denuncia con más certeza que estos actos de
    supuestos errores son maltratos...a cada cosa su nombre y a esas madres hay que retirarles la custodia de sus hijos, protegiendo a estos mediante los recursos y autoridades pertinentes.
    Por malo o desagradable que sea un jarabe, nunca olerá a petroleo ni a ácido clorhídrico.

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  2. Hoy en día esto ya no resulta posible que ocurra, porque los medicamentos se suministran envasados, pero antes, la mayoría eran preparados en farmacias, y no se tomaban tantas precauciones. Todavía hoy en día, por lo que he podido saber por personas que han trabajado en hospitales, se producen casos de ingesta de lejía o de aguarrás. Aunque parezca increible, todavía hay algunos hogares donde estos productos están al alcance de los más pequeños. Todavía existen mentalidades muy estrechas y padres muy despreocupados.

    En laqs primeras décades del siglo XX, cuando acostumbraban a ocurrir estos casos, no existía el derecho a la intimidad, y como se puede constatar, en la noticia divulgada en la prensa diaria, figura el nombre y apellidos del niño, su edad e incluso el domicilio.

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