En el vestíbulo de entrada del Ayuntamiento de la Garriga se expone, hasta el próximo día 19 de este mes de febrero, una pequeña muestra de documentos relacionado con las personas refugiadas en el municipio en el transcurso de la Guerra Civil española.
Si bien la Generalitat de Catalunya intentaba repartir de la manera más equitativa posible la población refugiada, que huía despavorida de las zonas ocupadas por el ejército franquista, se daba la circunstancia de que la Garriga disponía de numerosas torres de grandes proporciones que se habían construído para el veraneo de familias de la burguesía catalana, y que la mayoría de ellas habían quedado desocupadas,por lo que, no solamente recibió un importante contingente de personas refugiadas mucho más elevada de las que correspondía, sino que, a partir de marzo de 1937 recibió también muchas personas que huían de los contínuos bombardeos sobre la Ciudad Condal.
Entre este muestrario de documentos expuestos, figura un listado de personas refugiadas en 1937, así como cartas del Ayuntamiento, del mes de setiembre del mismo año, que ponen de manifiesto la contínua llegada de más personas refugiadas y la grave crisis de organización, espacio y alimentación que todo ello suponía en su conjunto.
Cuando estalló el conflicto bélico, en julio de 1936, la Garriga tenía poco más de 3.000 habitantes, y a finales de 1938 registraba una población de unos 10.000 habitantes.
El archivo municipal ha conservado referencias del paso de estas personas por el municipio, desde el momento de su llegada, así como de los problemas derivados para procurarse alimentos y lo más básico para su propia supervivencia.
En los días 28 y 29 de enero de 1939, la Garriga sufrió unos desmesurados bombardeos en los que participaron 10 aviones Savoia-Marchetti, italianos, que provocaron 13 muertes, de ellos, 7 menores de edad -- dos hermanos de 6 y 2 años de edad entre los fallecidos -- , y de los trece fallecidos, ocho eran vecinos del municipio y los otros cinco restantes, personas de paso o refugiados.
En el Registro Civil figuran, no obstante 14 el número de peronas fallecidas en los bombardeos, especificándose que su muerte se produjo con motivo del "bombardeo que sufrió con ocasión de su liberación por el glorioso ejército nacional".
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