Francesc Molins, a la izquierda de la imagen, junto a su esposa e hijo.
Una artística fotografia de Francesc Molins. En el fondo, la inconfundible montaña y silueta de la ermita de Sant Ramon Nonat.
La circunstancia de residir en la Garriga conlleva que, en la mayoría de las ocasiones, me llegue la noticia del fallecimiento de personas a las que tengo en especial aprecio, con alguna demora.Y en otras, ni siquiera llego a enterarme.
Este ha sido el caso del fallecimiento, el pasado día 22 de septiembre, de Francesc Molins i Rabella, a los 69 años de edad, al que tenía un especial aprecio y me unía una muy buena amistad desde los lejanos años de nuestra infancia.
Francesc era una persona de carácter muy agradable,cercano y comunicativo con todos, y en especial, de su entorno, asequible y de una bondad muy poco usual en nuestros días. Era un apasionado de la fotografía , y había convertido su afición en el ejercicio de su profesión, en los estudios que había abierto en Sant Boi de Llobregat.
Desde que me trasladé a residir en la Garriga, no tuve ocasión de volver a coincidir con Francesc, a pesar de que me había propuesto establecer contacto para vernos alguno de los días en que, muy distanciadamente, me desplazo por asuntos diversos a Sant Boi.
Que descanse en la Paz del Señor el recordado Francesc Molins i Rabella, al tiempo que envío un abrazo muy fuerte a su esposa e hijo, en estos momentos tan dolorosos que están afrontando por su pérdida.
Gracias por tus palabras, la familia te lo agradece sinceramente.
ResponderEliminarLluis Molins
Moltes gràcies Lluis. Una abraçada ben forta.
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