El artista - pintor Pedro Bas, trabajando en su taller de la calle de la Industria, en Sant Boi de Llobregat. (Año 1985)
A finales del año 1985, Pedro Bas me mostró la última de sus obras, que había finalizado recientemente. Contemplando el lienzo recordé unos apuntes que Pedro había esbozado, meses antes, y que correspondían a unos niños que estaban descansando después de corretear detrás de un balón en un descampado. Una imagen que no pasó desapercibida por el artista.
El cuadro, como todas sus obras, era precioso. Había conseguido transformar aquella natural vivencia, protagonizada por aquellos animosos muchachos en la práctica de uno de sus juegos preferidos, en el fiel reflejo de una escena que mostraba, con sensillez, pero impregnada con la fuerza aleatoria que desprendía el magnetismo de sus pinturas, aquella imagen que marcaba un paréntesis, durante un descanso en el juego.
Y es que Pedro Bas procuró reflejar siempre, en sus obras, episodios surgidos de la vida real. Uno de los muchos ejemplos lo tenemos cuando hondamente conmocionado y consternado por un accidente ocurrido en las minas de carbón de Charleroi (Bélgica), que costó la vida a 250 mineros, decidió bajar a las entrañas de la tierra para pintar, con el máximo realismo, las condiciones de la dureza de los trabajos que realizaban aquellos fornidos trabajadores.
En su Libro de Prensa, donde se recogían los recortes de los medios de comunicación social que hacían referencia a sus exposiciones, entrevistas, etc., destacaba la noticia de la negativa que en su día recibió Jacqueline Kennedy, la primera dama norteamericana, allá por los años 60 del siglo pasado, a raiz de haber enviado unos emisarios al domicilio de Pedro Bas, en Bélgica, con el encargo de que pintara un cuadro de su esposo, el presidente John Fitzgerald Kennedy. Pedro le agradeció la deferencia, pero declinó el encargo recordando que él " era un artista pintor y no un mecánico de la pintura."
En conversa personal mantinguda amb ell, la resposta va ser "yo no acepto encargos".
ResponderEliminarSalutacions.
Precisament no acceptava encàrrencs per la senzilla raó de que era un artista pintor, i no un mecànic de la pintura.
ResponderEliminarLástima q no haya mas obras q mirar. Yo sé por ejemplo q me encanta su niña leyendo el periódico, hermoso tema, uno siente el movimiento de curiosidad de la niña, eso, todo movimiento.
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