Pedro Bas Pérez nació en Cartagena el día 15 de abril de 1926, y falleció en Sant Boi de Llobregat el día 3 de agosto de 1990, a los 64 años de edad.
Recuerdo que en el segundo semestre del año 1968 me llamó el alcalde de Sant Boi de Llobregat, José Milá Gelabert para hacerme saber que un pintor, que había sido premiado en varias ciudades europeas por la calidad artística de sus obras, acababa de fijar residencia con su familia en el municipio, pensando que podría interesarme hacerle una entrevista para los medios de comunicación social que por aquel entonces colaboraba.
Le agradecí la comunicación y sin pérdida de tiempo me dirigí al domicilio de aquel artista, en la calle Industria. Pulsé el timbre y salió personalmente a abrirme. Su figura delgada y cuidada barba no dejaba la menor duda de que se trataba de la persona que deseaba entrevistar, y como si nos conociéramos de toda la vida me invitó a pasar al interior de su vivienda cuando le expliqué el motivo de mi visita. En el comedor estaba su esposa, la Sra. Pilar y sus tres hijos, Pilarín, Carlos y Pedrito. A pesar de su corta edad, sus hijos se dirigieron a mi después de las presentaciones, con una exquisita educación propia de la cultura que habían recibido en Bélgica, de donde procedían, al tiempo que su esposa se apresuraba a servirme -- como buena anfitriona -- una suculenta cazuela de michirones (habas murcianas) que acababa de cocinar, acompañadas de un excelente vino tinto. No las había probado nunca, pero recuerdo que estaban riquísimas. Muy buena cocinera la Sra. Pilar.
Para no extenderme en pormenores de aquella primera visita y de la realización de la entrevista, diré que, desde aquel mismo momento, establecí una muy buena amistad con aquella familia. Una amistad que se fue consolidando día tras día y que perduró hasta el mismo momento de su fallecimiento, hasta el punto que considero que Pedro Bas ha sido el mejor de los amigos que he tenido hasta este momento.
Referiré solamente un episodio de los muchísimos que podría explicar de los acontecidos a lo largo de los veintidós años que tuve el privilegio de compartir aquella sólida y excelente amistad.
Resulta que "Diario de Barcelona" , del que era corresponsal en Sant Boi de Llobregat y municipios limítrofes, me ofreció incorporarme a su plantilla para efectuar reportages en números monográficos y páginas especiales que semanalmente dedicaba a municipios y ciudades de Catalunya. Las condiciones económicas eran ciertamente tentadoras y no dudé en aceptar y en abandonar mis anteriores ocupaciones laborales.
Sin embargo de entrada tenía una dificultad, que era la necesidad de disponer de un vehículo para los desplazamientos. Su compra no me suponía ningún impedimento, porque tenía el dinero para su adquisición, pero carecía de práctica para conducirlo, puesto que si bien tenía el carnet de conducir desde la edad de 18 años, nueve años después había olvidado incluso como se ponía en marcha. Y prueba de ello fue que, cuando lo compré, tuve que recurrir a un familiar para que lo fuera a recoger en las instalaciones del concesionario y llevarlo en un local de mi domicilio. Pues bien, mientras gestioné su compra, la espera de su entrega y demás, transcurrió algún tiempo, y Pedro Bas se ofreció acompañarme en mis desplazamientos diarios, por aquel entonces en la Costa Brava, con su viejo Gordini pero que funcionaba a las mil maravillas. Luego, cuando ya dispuse de mi propio vehículo, fue mi instructor, primero efectuando prácticas por las anchas calles de la barriada de "Cinco Rosas" (actualmente "Camps Blancs"), que por aquel entonces apenas registraban tránsito rodado. Y luego, ya más experimentado en la conducción, me acompañaba en mis desplazamientos profesionales por la geografía catalana, dándome de esta manera una mayor seguridad que me permitía conducir con una absoluta tranquilidad , y gracias a todo ello, en poco tiempo, me convertí en un buen conductor.
En próximas ocasiones referiré otros episodios vividos en el transcurso de aquella relación de amistad que compartí con mi recordado buen amigo Pedro Bas.
Gracias Joan por recordar con ese cariño el momento en conociste a mi padre y su familia.
ResponderEliminarEl día que mi padre te conoció, no sabía que serías el mejor amigo de su vida, doy fé de que así ha sido, pero no tan solo lo fuiste de mi padre, sino de la familia entera, yo sigo teniendo el mismo sentimiento aún no estando cerca. Joan....tienes que escribir mucho para poder plasmar tantos años de anécdotas, como las que mi padre y tu habéis protagonizado, yo recuerdo muchas de ellas y son maravillosas.
Gracias por seguir siendo nuestro amigo como lo fuiste para mi padre.
Se dice que "Dichosa la persona que puede decir que tiene un amigo", y yo comparto esta aseveración. Habitualmente cuando se conoce a una persona, se le considera un amigo.Y en la mayoría de las veces no es así. Los verdaderos amigos se conocen en aquellos momentos que los necesitas. es entonces cuando descubres quienes lo son y quienes no.Por esta razón y muchas otras más, me siento muy privilegiado de compartir esta buena amistad con tus padres, y ahora contigo,Carlos. Muchas gracias por ser como sois.
ResponderEliminarAmigos, lo que se dice amigos hay pocos en la vida, la mayoría son conocidos o compañeros de ocio como diría aquel.
ResponderEliminarEs una suerte haber disfrutado de una amistad como la vuestra.
Felicitats!!!
Moltes gràcies Queta.
ResponderEliminarYo también tuve la suerte de conocerlo y de poder tener 4 cuadros de Pedro Bas
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